“¿Y si con nuestra experiencia somos capaces de mejorar a un jugador?” Preguntas como esa llevaban tiempo en las cabezas de Manuel Losada ‘Chollas’, Carlos Seijo, Jorge Martínez, Beni Rubido y Diego Rivas, hasta que se decidieron a lanzar ML Total Soccer, un proyecto futbolístico que ambiciona la mejoría desde lo individual. “Nosotros hacemos un traje a medida”, aseguran.

En su página web aparecen los cuatro “ejes vertebradores” de la idea, que son contar con entrenadores experimentados, enfoque personalizado y continuo, tecnología y análisis de rendimiento. Más allá de eso, apuntan otros aspectos relevantes. “La posibilidad que tienen de trabajar solo centrados en su propia mejora y no en competir por su puesto con otra/a; que en el entrenamiento el foco esté puesto, de forma única, continuada y exclusiva, en ellos/as y su mejora; la posibilidad de compartir el entrenamiento con compañeros/as con ganas de entrenar, mejorar y aprender; tener a tu disposición entrenadores con buen conocimiento de los aspectos relacionados con el juego enfocados únicamente en su progreso...”.

Tienen un planteamiento holístico, con el que esperan que el jugador dé un paso adelante en todos cuantos aspectos necesita. Incluye la técnica, la táctica y la condición física, así como la recuperación y prevención de lesiones.

La idea de los cinco que forman ML Total Soccer es que las secciones estén “interrelacionadas e integradas entre sí”, pero realizan diferentes funciones. “La de porteros la lleva Diego. Desarrolla su trabajo de campo en los parones que el fútbol profesional le permite y durante la temporada hace seguimiento y análisis del rendimiento competitivo a través de vídeo. La preparación física la realiza Carlos en las instalaciones del Centro de Entrenamiento Personal JK y coordina con el resto de entrenadores trabajo específico que debe ser llevado a campo. Por último, en la sección de jugadores (trabajo de campo o seguimiento o análisis del rendimiento competitivo) tenemos a Beni, Jorge y Chollas”, explican. Estos tres últimos siguen paralelamente con su carrera como entrenadores.

Pese a que aún están en la fase de promoción, ya han empezado a trabajar con aquellos jugadores que, “por el boca a boca”, han llegado hasta ellos. “Van desde el fútbol base hasta la Segunda División. Tampoco nos gustaría destacar a ninguno por encima de otro, pero, por nombrar a alguno, ya estamos trabajando con Mario García (Racing de Santander), Iago Novo (Pontevedra), Fer Martínez (Coruxo), Iñaki Leonardo (Somozas)…”.

El trabajo necesita de dos lugares, que serán el campo de fútbol de Os Loureiros para la parte de campo y el centro de entrenamiento personal JK para la parte condicional.

Ejemplo práctico

Los cinco sentían la pulsión de poner sus vivencias —sobre el césped de Diego Rivas, en la Tercera División de Chollas o internacional en Costa Rica, en el caso de Beni— al servicio de aquellos futbolistas con hambre. Saben que la idea puede sonar abstracta y, por ello, buscan un ejemplo real para facilitar su comprensión.
“Viene de Mikel Etxarri (entrenador y profesor de táctica de la escuela vasca de entrenadores) y nos parece muy ilustrativo del trabajo que llevamos a cabo nosotros. Mikel, asegura que: ‘De los jugadores excepcionales se debe intentar emular la parte que es copiable, aquella que, entrando por la razón, es comprensible y realizable’. Explicaba cómo Ronaldo se generaba el espacio entre centrales pegándose al alejado y generando pasillo para el pase al conseguir alargar el intervalo entre ambos para recibirlo”, inician.

“En esa situación, Ronaldo mete nueve de diez y nuestros jugadores tres o cuatro; sin embargo, podemos aprovechar ese comportamiento para enseñárselo y trabajarlo con nuestros jugadores/as e igualmente sacar rédito. Es decir, no podemos intentar que nuestros jugadores/as hagan las bicicletas, elásticas y demás cosas extraordinarias que hacía Ronaldo u otros jugadores top, pero, en cambio, sí podemos enseñarles y entrenar esa serie de comportamientos o conductas técnico-tácticas que pueden ser reproducibles, utilizables y beneficiosas para ellos/as”, enfatizan.

Todo parte de un análisis de las demandas que tiene cada posición, a partir de un trabajo previo que han hecho con cortes de vídeo de partidos profesionales. Con ello dicen haber creado un método que les permite saber cómo ayudar a aquel jugador que se pone en sus manos.

“A lo que no vamos a jugar es a ser Dios”, comentan. Con ello quieren decir que se ceñirán a ayudar al futbolista en aquello que le pide su técnico, sin juzgar si está exprimiendo todo su potencial. 

“Tres o cuatro jugadores/as es nuestro tope por sesión si queremos dar un servicio de alta calidad. A partir de ahí, algunas veces trabajaremos de forma individual, otras por parejas y otras, si el contexto del concepto a trabajar lo requiere, en tríos o cuartetos. El objetivo es ajustar el trabajo de campo a lo que más se aproxime a situación real de juego”, añaden. 

En cuanto a la duración del trabajo con el jugador, no es fija. “Como todo en el fútbol, depende. Puede que venga demandando la mejora en una serie muy concreta de aspectos o contenidos; sin embargo, no creemos que eso vaya a ser lo común. Consideramos que cualquier proceso de entrenamiento/aprendizaje es cambiante y ajustable”.

Demostrar y convencer

Al ser un proyecto innovador, del que no existen demasiadas referencias, se tendrán que someter a la evaluación de los propios clientes. ¿Cómo sabrán que están mejorando? “La clave es combinar datos objetivos con feedback constante. Desde el punto de vista físico, utilizamos herramientas como GPS y acelerómetros para medir variables clave, además de realizar pruebas físicas periódicas. En lo táctico, integramos tecnologías que analizan datos detallados, permitiéndonos evaluar el rendimiento en situaciones específicas”.

“Por último, mantenemos un diálogo constante con el jugador, explicándole sus avances y ajustando el proceso según sus necesidades. De esta manera, no solo ve sus progresos a través de datos, sino que también se siente parte activa de su desarrollo”, indican.

“La ciencia y la tecnología transforman el rendimiento. Los datos como, por ejemplo, la velocidad y fuerza, no solo se miden, sino que se interpretan según el contexto del jugador, su posición y objetivos específicos. En un deporte tan complejo como el fútbol, lo esencial es cómo nuestro equipo de profesionales contextualiza esos datos, adaptándolos al perfil de cada uno”, finalizan. Y es que si por algo creen que destacan, es por una palabra, la individualización.