Para un equipo como el Silva, no pasar apuros en Tercera Federación es todo un privilegio. Eso logró con Iván Sánchez en el banquillo esta temporada, quien analiza lo que ha dado de sí el curso y se sincera sobre como vive el oficio.
¿Qué nota le da a su equipo esta temporada?
Hasta las cuatro últimas jornadas, un nueve.
¿Por qué toma la decisión de renovar?
Tenía la oferta de renovación encima de la mesa desde marzo, pero prefería esperar a ver el resultado final. Aún así, no había dudas. Después de la confianza que mostraron Chechu, Óscar y Chicho en mí para que asumiera el cargo a principio de la temporada, la única opción era renovar.
¿Cuál es el secreto del Silva? ¿Cómo lleva tantos años seguidos en Tercera?
Es difícil de decir. Sin duda me quedo con que cada año la dirección deportiva se las apaña para hacer una plantilla muy competitiva a pesar de las dificultades económicas.
¿Ese es el techo o siempre se puede soñar con más?
Mirar hacia arriba siempre es complicado cuando compites contra transatlánticos. Ojalá alguna campaña se pueda dar, pero la dificultad es enorme.
De cara a la próxima temporada, ¿le preocupa el final que han tenido?
Tanto en lo mental como en lo físico, el desgaste para mantenernos en los puestos de arriba fue muy elevado. Las últimas jornadas, entre lesiones y sanciones, llegamos muy justos de jugadores y en momentos clave de los partidos no tuvimos el acierto que sí habíamos tenido las semanas anteriores. El objetivo estaba cumplido y no estuvimos acertados como para luchar por el playoff, simplemente.
¿Qué tipo de perfil de futbolista ha hecho posible ese buen rendimiento a domicilio?
Nos favoreció la verticalidad de los hombres de arriba y hacer fuerte al equipo en el apartado defensivo. En la mayoría de los casos, fuera de casa nos resultaba más sencillo encontrar espacios para que todo eso luciera.
Y en A Grela, ¿por qué ese atasco ofensivo?
Sin contar el duelo ante la Sarriana, en el que a pesar de que ganamos fueron tremendamente superiores, el resto de partidos como locales se decidieron por quien marcaba primero. Como ejemplo, en la segunda vuelta recuerdo dos grandísimos partidos contra Bergantiños y UD Ourense en los que merecimos muchísimo más y nos faltó acierto. Sabemos que en A Grela hay pocos espacios, y es verdad que cuando nos poníamos por debajo nos costaba mucho darle la vuelta.
Durante el curso no desconecto; mi mujer y mi hija pueden dar fe de ello...
¿Tienen mejores condiciones de entrenamiento tras la inauguración de campos como el de Eirís? Algo que en principio da más margen a la hora de repartir campos en la ciudad entre los distintos equipos.
Nosotros no notamos diferencia. Dos dias en Visma y dos en A Grela, en ambos casos a medio campo.
¿En qué cree que ha mejorado como entrenador este año?
Sobre todo a nivel táctico. Creo que nunca se sabe lo suficiente en este apartado, y cada día aprendes algo nuevo. Marcos, mi segundo, ha sido clave para seguir mejorando.
En los partidos que ganaron, o incluso en los que lo hicieron todo bien pero no llegó el resultado, ¿cuál fue su mensaje a los jugadores?
Los lunes, en el entrenamiento de recuperación, solemos hacer un pequeño resumen del partido y evidentemente cuando las cosas se hacen bien, con independencia del resultado, intentamos que el mensaje sea positivo. Todo ello sabiendo que a partir del miércoles lo que hicimos ya no sirve porque hay que preparar otro partido. Intentamos ir semana a semana y mantener los pies en el suelo cuando las cosas van muy bien, como pasó durante gran parte de la temporada.
Y en el peor de los casos, tras un mal partido y derrota, ¿cuál es su reacción?
No suelo darle muchas vueltas cuando es uno de esos días que se intenta pero las cosas no salen por falta de acierto; pero si las cosas no salen por falta de actitud o intensidad suelo ser un poco impulsivo y a veces no reacciono del todo bien. De todas formas intento tener mucha cercanía con la plantilla, empatizamos todos bastante bien, y no hemos tenido ningún tipo de problema.
¿Cuánto piensa en su equipo durante un día?
Durante los diez meses de la temporada es prácticamente imposible que desconecte en algún momento. Mi mujer y mi hija pueden dar fe de ello...
¿Cómo se toma las victorias y las derrotas?
Las victorias las llevo con naturalidad. En cuanto a las derrotas, pese a que me han tocado más a menudo y debería saber gestionarlas mejor, las llevo bastante mal porque soy muy competitivo. Supongo que eso también te hace mejorar cada temporada.