El Victoria hizo valer su condición de favorito, al pertenecer a una categoría superior, y se ajdudicó su primera Copa de A Coruña, un torneo que históricamente le había sido esquivo, con dos finales perdidas.

Decía Claudio Corbillón, entrenador de las ‘cebras’ en la previa del partido, que todavía no habían jugado bien durante la presente edición de este torneo. Y el gran partido llegó en el momento adecuado, en la gran final. El equipo, muy serio durante los noventa minutos, no dio opciones al Olímpico.

Salió muy fuerte el Victoria y a punto estuvo de marcar Carnota en el primer minuto de juego. Poco después, una mala salida de balón del Olímpico estuvo a punto de costarles a los de Vilaboa el 1-0.

Un gol que no tardaría en llegar, ya que apenas se disputaba el minuto cinco cuando Otero se quedó solo ante David Pena y, con un disparo cruzado, no perdonó.

Ponerse por delante tan pronto espoleó a un Victoria que antes del cuarto de hora pudo ampliar la renta. Adri Méndez, autor de un gol clave en semifinales, remató con la cabeza en un córner y el balón se estrelló en el larguero.

El Olímpico intentó estirarse en torno al minuto veinte. Hasta tres córners provocó en un corto espacio de tiempo, pero no era capaz de poner en aprietos a Jano.

Uno de los jugadores de los que más se esperaba, Maka, buscó unos minutos después una jugada individual, pero su disparo se fue muy desviado. No estaba cómodo el ariete.

Salida voluntariosa
Las intenciones del Olímpico en la segunda mitad se vieron pronto. Aceleraban el saque de cada falta, querían meterle ritmo al partido para complicar a la hasta entonces cómoda zaga del Victoria.

La lluvia, presente durante casi toda la final femenina, volvió a aparecer por Riazor. El Olímpico no tuvo grandes ocasiones, pero sí dominaba el balón y dio sensación de peligro en alguna internada por banda. Ante eso, Claudio Corbillón apretó a los suyos para que mantuvieran la concentración en las marcas.

No dudó el técnico en mover alguna pieza para no perder el control del partido, y la final la terminó por decantar uno de los jugadores que entró de refresco. Nada más salir, Migui se coló entre centrales, que le intentaron agarrar sin éxito y definió con acierto.

Este tanto frenó el ímpetu del Olímpico, que en los minutos posteriores pareció atacar con menos mordiente. Y por si había alguna duda, el Victoria sentenció poco después.

El balón llegó hasta la banda izquierda, por donde corrió en profundidad Sergio, quien envió un centro medido que Carnota cabeceó al fondo de las redes. El trofeo tenía dueño, el Victoria iba a estrenar su palmarés en esta competición. 

En los siguientes minutos, el Olímpico pudo hacer su gol. Su mejor oportunidad del partido llegó en una buena acción de Maka tras regatear a dos rivales en el área, pero Jano dejó su sello en el partido realizando una magnífica parada.

Roja directa
El Olímpico terminó el partido con diez jugadores al ser expulsado Gabri por agarrar a Dani Fernández cuando éste encaraba la portería en busca del cuarto gol.

Los últimos minutos sirvieron para que ambos entrenadores dieran oportunidades. Por ejemplo a Óscar ‘La Magia’, un jugador muy querido entre la afición del Victoria, o a Sergio, portero suplente del Olímpico. Jugar en un escenario como Riazor lo merecía.