El Paiosaco tiene un pichichi improvisado. Fernando Gordo Perdiguero (Ávila, 2001) es Fer en el vestuario verdiblanco y uno de los grandes protagonistas de la jornada en el grupo 1 de Tercera Federación. Su posición natural es la de central, pero su entrenador Diego Armando García lo ha utilizado también de lateral, de mediocentro, de extremo y hasta de delantero. Sus dos goles contra el Betanzos ayudaron, y mucho, en la victoria (3-1) después de dos derrotas consecutivas con tantos en contra ante Silva y Arteixo.
"Las dos últimas derrotas fueron duras ya no sólo porque dejamos de sumar sino por cómo perdimos y contra quién los perdimos", apunta Fer. "En los derbis, la afición quiere que demos un plus. Contra el Silva, el partido salió cómo planeábamos, pero no fuimos capaces de dar con la tecla y la derrota fue justa. Ante el Arteixo, se pudo jugar a lo que permitió el campo y nos quedó el mal sabor de boca de haber remado para conseguir empatar y que al final se nos escapara. Se lo debíamos a la afición y contra el Betanzos pudimos devolver el cariño que nos da cada semana".
El futbolista del equipo verdiblanco comenta que "sabíamos que el Betanzos iba a buscar mucho juego y debíamos aprovechar las recuperaciones para transitar y hacerles daño. A pesar del 0-1 de Casariego, la idea de Diego salió y las claves fueron no bajar los brazos y sentirnos arropados por la afición. Si ellos no son capaces de levantarnos, nosotros no sabríamos dar lo mejor de nosotros mismos".
Fer reconoce que "hubo un diferencia a nivel competitivo respecto a los partidos anteriores, en los había costado ganar segundas y ciertos puntos en los que se observaba que nuestra dinámica no era buena y que el equipo tenía los brazos algo bajos. El Betanzos se adelantó, pero el gol de Bili nos levantó la moral para poder ir a por el partido. Jugaron compañeros que no estaban teniendo tanto protagonismo en cuanto a minutos y todo el mundo dio lo mejor de sí. Hasta Diego que nunca había visto así al banquillo, tan enchufado y dentro del partido. Soy de los que piensa que la unión hace la fuerza".
Debido a la mala racha de resultados, el Paiosaco estaba cada vez más cerca de la zona de descenso. "Procuramos no tenerlo en mente, pero siempre está presente. La cabeza hace mucho. Era muy fácil ir a entrenar y salir a competir en la primera vuelta cuando estábamos a dos puntos del 'playoff', pero sabíamos que nos iban a venir partidos duros y que habría algún momento de la temporada en el que nos tocaría sufrir. Es fácil subirse al barco cuando las cosas van bien, pero una dinámica negativa con ocho goles en contra en dos partidos y estando por detrás en el marcador en el minuto 5, es inevitable pensar que estamos en una situación complicada".
La victoria ante el Betanzos se celebró a lo grande. "Ganar un derbi siempre hace que se celebre un poco más de lo habitual por la rivalidad sana que hay entre los dos equipos y por el hecho de poder cambiar la dinámica. A partir de ahora nos vienen partidos duros, varios equipos de arriba de golpe ante los que, a priori, será más difícil conseguir los tres puntos. En esta liga nunca hay que bajar los brazos, pero era importante competir bien ante rivales directos".
El gol del empate fue de Bilal, pero los otros dos fueron de Fer, que firmó su primer doblete en temporada y media como jugador del Paiosaco. "Diego ha recalcado en varias ocasiones que mi posición es la de central. Yo soy un mandado y trato de dar lo mejor de mí mismo donde me ponga. No es mi primer doblete en el Paiosaco, es mi primer doblete en mis cuatro temporada de sénior, en las que no había anotado ni un solo gol. Tengo la suerte de llevar tres en lo que va de liga y ojalá sean más. Pese a que puede sonar un poco a broma, el míster y mis compañeros confían en mí. Ya he jugado de lateral, de extremo, de medio y de delantero y todos me aconsejan porque saben más de su puesto natural que yo".
Marcó el 2-1 antes del descanso y el 3-1 en los primeros minutos de la segunda mitad. "El primero es el que más me gusta, pero hay compañeros que dicen que el segundo es más meritorio. En el 2-1 arranqué y me encontré con el balón solo ante el portero. En el 3-1 conseguí zafarme de un defensa y, con el portero encima, conseguí meterle el balón entre las piernas. He visto el primer gol unas 100 veces. Cuando vi que ganaba la carrera pensé en mis compañeros y en lo que se les podría estar pasando por la cabeza. Luego me dijeron que pensaban que la iba a reventar como hago en los entrenamientos, pero vi al portero adelantado y bien plantado y se me ocurrió picarla. Primero pensé: la que que le liado. Después vi que caía antes de llegar al larguero y fue una sensación indescriptible".
En la confección de la plantilla del Paiosaco figura como central. ¿A qué se han debido tantos cambios de posición? "Al principio surgió como un parche en el lateral derecho en alguna jornada en la que Bili no estuvo disponible. La temporada pasada ya tuve alguna aparición en ese puesto. A partir de ahí, he ido subiendo posiciones. No soy el mejor jugador del equipo con el balón en los pies pero doy lo mejor de mí y trato de estar a tope físicamente. En los entrenamientos hay muchas bromas porque cuando Diego me nombra no sé dónde colocarme".
¿Se siente Fer más atacante que defensa? "Si soy capaz de meter dos goles por partido, que el míster me deje de delantero, pero de central es donde más he jugado y es la posición en la que tengo más conocimientos. Me gusta ver siempre el fútbol de cara y no estaría cómodo teniendo rivales por detrás".
El futbolista de 23 años reconoce que "tenía muchas esperanzas depositadas en esta temporada ya antes de empezar. Me lesioné al principio pero, desde que volví, el míster ha tenido plena confianza en mí. La temporada pasada llegué nuevo y, a pesar de que mis compañeros me hicieron sentir uno más desde el principio, me costó confiar en mí mismo. Este año me están saliendo bien las cosas, pero lo personal queda en un segundo plano. Lo importante es que el equipo consiga los objetivos".
El próximo domingo, el Paiosaco visitará el campo del equipo que marca el descenso a Preferente y que tiene tres puntos menos: el Viveiro. "Ir a Cantarrana después de una victoria es ir de otra. Es un campo difícil y un rival muy duro que en la primera vuelta nos planteó un partido muy complicado que tuvimos la suerte de empatar al final. Cualquier partido es una final para nosotros porque todos los puntos son igual de valiosos. Será una guerra en función de cómo esté el campo pero iremos allí con la intención de hacerlo lo mejor posible".
Por último, en cuanto a objetivos, Fer apunta que "a título personal quiero seguir ayudando al equipo. Si sigo de extremo o delantero y puedo aportar más goles, mejor porque no conocía esta sensación que invade mi cuerpo desde el domingo. A nivel colectivo, que se cumplan los objetivos y que la salud nos acompañe porque hemos tenido mala suerte con las lesiones. Lo mejor del Paiosaco es el ambiente que hay, un buen rollo impagable".