La trayectoria de Fabián Vidal (22/10/1990) en el Sofán es ya muy amplia. Este inicio de su octava temporada en el conjunto carballés no está siendo bueno, pero entiende que “seguro que vamos a ir para arriba”. Además, como balance a sus años en el club, explica que pesan mucho más los buenos que los malos momentos.
Ese comienzo dubitativo parecía enmendarse con dos triunfos consecutivos frente a As Pontes y Cidade de Ribeira, pero sólo un punto de nueve en los tres siguientes compromisos, con una dolorosa remontada en contra frente al Sigüeiro este miércoles, han hecho que regresen las dudas.
“Tal y como estaba el tiempo y el terreno de juego se nos puso de cara con ese 0-2. Fue un partido de bastante juego directo, disputas y segundos balones. Estaba muy complicado combinar, porque había charcos y el balón se frenaba bastante. Al final unos pequeños ‘detallitos’ hicieron que perdiéramos el partido”, resume Fabián sobre el choque contra los santiagueses.
El capitán del Sofán hace autocrítica: “Se están resistiendo los resultados por culpa nuestra, está claro. No estamos siendo buenos defensivamente, estamos encajando demasiados goles. Sí que en algún partido nos cuesta marcar gol, pero creo que el principal problema es el otro, que a los rivales les cuesta muy poco marcarnos”.
Un hecho, este último, que se acentúa en los partidos de O Carral: “En nuestro campo se crean muchas ocasiones y como no estés acertado defensivamente es muy complicado llevarse los tres puntos”.
El fútbol siempre da una revancha y el Sofán la tendrá este domingo ante el Ribadeo, uno de los equipos que están en la zona alta de la clasificación. “Como todos en casa. Salir a hacer nuestro juego, con nuestras armas e intentar ganar. Tenemos que seguir la línea, que creo que estamos teniendo muchas ocasiones en algunos partidos, haciendo que los rivales se sientan incómodos. Creo que si tenemos un poco más de efectividad y dejamos de regalar ocasiones podremos llevarnos más partidos”, reflexiona.
“Cuando viene gente nueva, al principio cuesta adaptarse un poco a nuestro campo. Es cuestión de darse cuenta en que estamos fallando y trabajar, que creo que más allá de los resultados estamos trabajando muy bien, tenemos un buen grupo y seguro que vamos a ir para arriba”, añade.
De cara a los próximos partidos, una de las dudas es si estará el defensa Dani Becerra, que tuvo que ser sustituido en el minuto veinte contra el Sigüeiro. “Ya estaba algo tocado, lleva unas semanas con unas molestias y no sé si se resintió. No pude hablar con él, pero esperemos que esté disponible pronto”, desea Fabián.
Como balance global de su tiempo en el Sofán, expresa: “Desde el minuto uno siempre me trataron como si fuera de la casa. Soy uno más, súper cómodo y disfrutando de lo que queda de fútbol”.
Y en cuanto a los buenos y malos momentos, tiene claro que ha vivido más de los primeros que de los segundos. “El más amargo fue cuando perdimos la Copa da Costa contra el Xallas, de Dani Becerra precisamente (risas), a penaltis y fue un mazazo. Y de los mejores momentos diría que prácticamente todos. Obviamente el ascenso a Tercera fue un éxito histórico, ganar la Copa da Costa... Creo que he disfrutado muchísimo todas las temporadas que he estado en este equipo”, finaliza.
Carlos Díaz, del San Tirso, fue el autor del gol de la victoria frente a la Residencia. El centrocampista le da el mérito a un compañero: “Muy contento, pero el gol es de Xian, que es el que hizo la jugada. Yo sólo tuve que empujarla”. En el partido entró como revulsivo, y explica que el entrenador le pidió: “Ser intenso tanto en ataque como en defensa y dar opciones al jugador con balón”.
A punto estuvo un tanto de Juanjo Pardo, el primero en la categoría para él, de dar el triunfo al Victoria. “Es un empate agridulce. Era un partido complicado, fuera de casa contra el Castro, y para el que contábamos con bajas importantes. Hicimos un buen trabajo y ha sido una pena no haber salido con los tres puntos por una jugada desafortunada al final del partido”, dijo el delantero.
Jairo Arias, entrenador del Montañeros, afirmó que se enteró de la suspensión del partido frente al Mugardos “a las 15.00 horas”. Un aplazamiento que veía venir: “Durante el partido del juvenil A (al que dirigió en la mañana del miércoles) había rachas de viento que incomodaban mucho la disputa del encuentro, y además, las predicciones para la tarde aseguraban que haría el doble”.