El Bergantiños afronta la antepenúltima jornada de Liga en Segunda Federación con una salida exigente a Miramar (17.00 horas), el feudo del Marino de Luanco, un rival directo en la tabla. Ambos equipos están separados por una mínima diferencia de puntos, con dos de ventaja para los de As Eiroas, lo que convierte el duelo en un enfrentamiento clave para definir las aspiraciones de ambos en la recta final del campeonato.
Con las opciones de alcanzar el playoff de ascenso prácticamente descartadas tras encadenar dos derrotas consecutivas, el conjunto de Carballo se aferra ahora a dos motivaciones de peso: certificar de forma matemática la permanencia y mantener vivas sus opciones de clasificarse para la próxima edición de la Copa del Rey. “Vamos con el objetivo de sacar los tres puntos para olvidarnos del descenso y seguir peleando por esos objetivos más ambiciosos”, apunta el técnico Jorge Cuesta, que solo tiene la baja del central Cristian Moreno. Marcos Remeseiro, expulsado la semana pasada ante el Langreo, podrá jugar finalmente tras la retirada de la tarjeta roja.
Pese al tropiezo ante el Langreo (1-2), el Bergan ofreció una imagen sólida y ambiciosa. Dominó durante muchos tramos y fue capaz de encerrar a su rival en la segunda parte, incluso con un hombre menos. “Es una semana para recuperarnos de la rabia de perder el último partido. Tal y como se puso, con la expulsión y el marcador en contra, creemos que merecimos mucho más”, lamenta Cuesta. “Estamos contentos por la imagen que vamos dejando en estos partidos, pero estamos encabronados por el hecho de que, cuando estábamos jugando por la parte alta, han llegado partidos buenos pero no hemos conseguido sacar esos puntos”.
El objetivo copero sigue sobre la mesa. Hay cinco plazas en juego para los equipos de cada grupo, pero los filiales como el Fabril o el Rayo Cantabria no pueden participar en el torneo. Por eso, si alguno de ellos acaba entre los cinco primeros, al Bergantiños le bastaría con ser sexto. El equipo carballés es octavo y se mantiene en la pelea por ese premio extra que alimenta la ambición de un grupo que, hace apenas dos meses, parecía condenado a sufrir. El pasado 9 de febrero, tras encadenar cinco derrotas seguidas, ocupaba puestos de descenso. Hoy, con otra cara y otra inercia, puede dejar asegurada su continuidad en la categoría y seguir soñando.
Enfrente tendrá a un Marino dirigido por el exdeportivista Manel Menéndez, que cuenta con jugadores con largo recorrido como Alberto Lora o Jorge Morcillo, ambos con experiencia en Primera División, y otros con pasado gallego como el mediocentro Nacho Matador, que militó en el Fabril. “Vamos a un campo complicado, que quizá no estará en las mejores condiciones por el tiempo. Es un rival que también está cerquita”, advierte Jorge Cuesta, que confía en que la buena línea de juego de su equipo tenga por fin recompensa en Miramar.