El último espejo del Leyma Coruña
lll
17º-23º

El último espejo del Leyma Coruña

El último espejo del Leyma Coruña
Olle Lundqvist, durante el partido en Vitoria ante el Baskonia | ACB Photo/Aitor Bouzo

Usuario

Conforme avanzan las semanas se hace mucho más complicado, prácticamente quimérico, encontrar un atisbo de esperanza más allá de las matemáticas. Aun así, el Leyma Básquet Coruña conserva, con solo siete jornadas por delante para el final de la fase regular, un espejo en el que mirarse.


Un espejo muy fino. Tanto que es más un espejismo. Porque hace ya un tiempo que la cuestión se alejado de la posición en la tabla, en ocasiones meramente anecdótica y con un efecto normalmente más psicológico que tangible. La verdad, irrebatible, está en la distancia respecto a la antepenúltima plaza, la que marca la salvación. Y ahí desaparece la luneta reflectora.


Consumidas 26 jornadas (de momento no se contabiliza la 27 por no jugar el Leyma su partido, en la pista del Zaragoza, hasta el próximo día 30), el plantel entrenado por Diego Epifanio la cerró a cuatro triunfos del objetivo. 


Desde la temporada 1995-1996, cuando entró en vigor el actual formato con 18 equipos, cuatro colistas a estas alturas del curso acabaron permanenciendo en la Asociación de Clubes de Baloncesto. Pero ninguno de ellos con la misma o superior distancia de la que los naranjas tienen ahora con el bote salvavidas.


El milagro al que puede aferrarse el Básquet Coruña tiene cuatro caras. La más reciente, el Real Betis de la temporada 2021-22. El conjunto verdiblanco –con Beqa Burjanadze en la plantilla y Luis Casimiro al frente del banquillo– ocupaba el farolillo rojo con una marca de 7-19 y finalizó la fase regular con 13-21, situado en la décimotercera plaza y con dos triunfos de margen sobre el penúltimo clasificado, el Andorra. Claro que, tras la fecha 26, su déficit respecto al antepenúltimo era de solo uno.


El mismo que tenía el Joventut en la 2017-18, la campaña de debut en la ACB de Diego Epifanio, al timón del San Pablo Burgos. La Penya escapó del descenso con un tramo final impresionante, en el que se anotó los mismo éxitos, seis, que en los primeros 26 encuentros.

 

El mayor margen

Remató el curso en la décimo quinta plaza y con cinco triunfos de superávit sobre el último descendido, el Bilbao Basket. Es el mayor margen obtenido por un farolillo después de la jornada 26 gracias los resultados en las últimas ocho.


Una victoria menos en ese tramo que al equipo verdinegro le bastó al Menorca Bàsquet de la 2006-07 (no confundir con el actual Club Bàsquet Menorca, fundado cuatro años después de la disolución de aquella entidad balear) para mantener la categoría. 


En su caso de manera agónica, ya que lo consiguió al salir vencedor de un triple empate con el Lucentum Alicante y el CB Valladolid (predecesor del actual Real Valladolid). El equipo insular registró un balance de 3-1 frente a sus dos rivales directos. El cuadro castellano firmó un 2-2 y el levantino un 1-3 que lo mandó a la LEB Oro como acompañante del farolillo rojo final, el Gipuzkoa.


Completa el póker de colistas salvados precisamente el Lucentum Alicante. En la temporada anterior a la de ese frustrante descenso, el plantel entonces dirigido por Trifón Poch –actual técnico del Zaragoza– cerró la jornada 26 con ocho victorias, una menos que el penúltimo, el Menorca, y el antepenúltimo, el Caja San Fernando. Otros dos equipos, el Breogán y el Valladolid, sumaban nueve éxitos.


La jornada 34 dejó al equipo lucense al final de la tabla. Le acompañó a la segunda categoría el Manresa, perdedor del duelo directo con el Menorca, tras totalizar ambos 12 victorias, una más que el Breo. Dos más sumó el Alicante, que concluyó décimo segundo.

 

Doble seis de ocho 

El cuadro levantino, al igual que el Betis 21-22 y el Joventut 17-2018, sumó seis victorias en los últimos ocho compromisos. El espejo en el cual debe mirarse el Leyma Básquet Coruña. Aunque con 11 victorias podría quedarse corto, habida cuenta de que la zona de salvación después de 26 jornadas estaba en nueve, distancia que aumentaron –provisionalmente– en una el Girona y el Andorra al sacar adelante sus comperomiso de la 27ª fecha.   


La mala dinámica del conjunto naranja, las balas malgastadas en el instrumental mes de marzo y la dureza del calendario restante (Granada –el otro equipo ubicado en puesto de descenso–, Barça, Andorra y Baskonia en el Coliseum y Zaragoza, La Laguna Tenerife, Bilbao y UCAM a domicilio) no invitan precisamente al optimismo. Tampoco que en las 21 temporadas precedentes con 18 equipos en competición, los 19 colistas tras la jornada 26 también lo fueron después de la 34.


Como reza el manido ‘dicho’ bíblico, mientras hay vida hay esperanza. Muy escasa, pero hay. 

 

Captura de pantalla 2025 04 12 213327

El último espejo del Leyma Coruña

Te puede interesar