El Maristas cumplió con su parte, ganar (84-80) al cuarto clasificado, el CB Arxil, y deberá esperar a la última jornada, en la que no juega, para saber si continúa en la Liga Femenina 2. Varias combinaciones, con doble, triple o cuádruple empate, podrían determinar el futuro del conjunto colegial.

Y eso que el último partido del curso no pudo empezar peor para las de Fernando Buendía: 0-12. El obligado tiempo muerto del técnico coruñés devolvió a la pista a un equipo mucho más agresivo atrás y que encontró en el triple el camino de la remontada.
 

Al final del primer cuarto apenas llovía ya (17-20). Y en el segundo lo que llovieron fueron canastas de 3 puntos sobre el aro pontevedrés, con Laura Martínez firmando un impecable 3 de 3. Al descanso se llegó con 46-38 y una serie asombrosa del cuadro local desde el arco: 8 de 13.

Tras el paso por vestuarios la renta local no hizo sino crecer, ya si tanto acierto lejano pero con Botana y Andrea Pérez haciendo daño en la pintura a un rival desbordado.

Con 71-57 arrancó el último periodo. Y con escasez de puntos: parcial de 6-2 en cuatro minutos y medio. Muy bueno para el Maristas.

Sin embargo, las locales se esfumaron tras ponerse 15 arriba (75-60) con sólo 5:12 por delante. El Arxil se aprovechó de un carrusel de balones perdidos del Maristas para lograr un parcial de 0-13 que lo puso a una canasta de margen con 79 segundos por jugar. 

Las de Buendía se aferraron a los tiros libres (excelente 28 de 34 en el partido) para amarrar un éxito que abre una puerta a la esperanza.