El público argentino lo flipa con Lucas Yáñez (Oleiros, 2004), el mejor patinador júnior del planeta. El domingo llenó la grada del Pabellón América, en el Parque Olímpico de Buenos Aires, para ver sus entrenamientos. Y el martes, en el programa corto, aplaudió a rabiar una actuación impecable, la mejor de los todos los participantes. Fue el más solicitado antes y después de la competición: le piden ‘selfies’, autógrafos... El coruñés de 18 años es uno de los grandes cracks de los World Skate Games de Argentina.
“Nos sentimos muy queridos aquí, para la gente es el favorito, le traen regalos, le tiran cosas a la pista y le hacen firmar camisetas. Le hacen sentir como una verdadera estrella”, reconoce Rosa García, su entrenadora de toda la vida en el Club de Patinaje Artístico Maxia.
Campeón mundial de la categoría el año pasado en Asunción (Paraguay), la próxima madrugada se colgará su segunda medalla de oro universal si no pasa nada raro sobre la pista del Pabellón América.
El oleirense inició la defensa del título con una brillante actuación en el programa corto. Clavó su disco, representando a un toro con la música de Vicente Amigo (Flor de la Noche), y recibió la mejor puntuación de los participantes con 88.77 (65.27 en técnica y 23.50 en componentes).
La combinación de tres triples seguidos y un doble, todo potencia y técnica exquisita, marcó la diferencia respecto a sus rivales. “Las sensaciones son muy buenas, empezamos muy bien”, celebra Rosa García. “Esperamos defender nuestra posición hasta el final”, deseó.
Lucas, primer clasificado provisional con una ventaja de diez puntos sobre el también español Aleix Bou (77.42), disputará la próxima madrugada (de 1.45 a 3.30 en horario peninsular) el programa largo, una pieza inspirada en la película Matrix.
El coruñés pondrá fin a su exitoso ciclo júnior (además de una medalla mundial suma otras tres en Europeos y cuatro más en Nacionales) con un baño de masas en el Parque Olímpico. "Aquí es más famoso que Messi", bromean desde la Federación Española.