Se acabó la pretemporada del Liceo. Dentro de una semana, llega el Barça en las semfinales de la Supercopa de España y los coruñeses cerraron con una victoria por 4-3 sobre el Riba d'Ave la preparación de lo que les espera en el curso. Brotes verdes, como se suele decir y en el caso de los liceístas nunca mejor. Los dobletes de David Torres y Arnau Xaus entre ellos. Aunque todavía hay detalles por ajustar, automatismos que dentro de unos meses saldrán prácticamente con los ojos cerrados, pero que ayer se diluyeron en imprecisiones.

Solo era el tercer partido (dos victorias y una derrota), el segundo con todos los efectivos en un grupo que prácticamente no ha entrenado al completo. Se notó también el cansancio del viaje exprés a Portugal. Se marcharon el jueves por la tarde, llegaron a la noche, jugaron el viernes por la tarde y regresaron de madrugada para volver a jugar el sábado. Y tampoco un Riba d'Ave, octavo en la liga portuguesa y clasificado para disputar la previa de la Champions, con una plantilla muy física, que iba al choque, fue una piedra fácil. Puso el nivel alto y obligó a los de casa a sacar lo máximo.

Primer cinco inicial

El cinco elegido por Juan Copa para presentar a su equipo no distará mucho del que jugará la semana que viene contra el Barcelona la Supercopa. En la portería Martí Serra, que mantiene sus galones. Los veteranos César Carballeira y David Torres. Acompañados por Arnau Xaus y Tato Ferruccio. Después fueron saliendo escalonadamente, casi por orden de edad, Fabri Ciocale, Nil Cervera, Bruno Saavedra y por último, Jacobo Copa, con una legión de fans en la grada. No juega uno con 18 años su primer partido, aunque amistoso, con el Liceo todos los días. Ya en la segunda parte le tocó el turno bajo palos a Martín Rodríguez.

Un quinteto, el primero, veterano, con juego más asentado y con un Tato Ferruccio que intentó gustarse y gustar en las primeras jugadas para enseñar desde el principio su toque. Un Liceo también de transiciones rápidas. A correr. Con el cextra del entendimiento de los capitanes koruños. Y que encontró el gol en el minuto cuatro con Arnau Xaus como finalizador, Y poco a poco fueron dando paso a los pequeños.

El Liceo se adelanta

De un cinco maduro se pasó a otro adolescente, con Ciocale encargado de ordenar con los de la generación Z (Cervera, Saavedra, Copa). Saavedra dejó una muestra de su de darse la vuelta para encarar la portería, siempre en su punto de mira. Pero también se pasó buena parte de los minutos en pista por el suelo. Mucha velocidad. Más imprecisiones. Pero la promesa de que no va a faltar la diversión con ellos. También tuvieron ocasiones de marcar. 

El Riba d'Ave, de menos a más en la primera parte, fue despertando, cada vez más cómodo con el juego de transiciones. Con dos jugadores muy físicos como Nery y Dinis igualaban la potencia local y con Nanu Castro, la velocidad. Martí Serra entró en acción. Seguro en los disparos lejanos, encajó prácitcamente en la recta final, al filo del descanso, un tanto de Pato que entró llorando.

Segundo tiempo

Cambió la estrategia Copa. Además de Martín Rodríguez en la portería, los acompañantes de Torres y Carballeira fueron Cervera y Ciocale. Intentaba recuperar el control. Que los portugueses no hiciesen tanto daño cuando se ponían a correr. Y aunque los coruñeses llevaron la batuta, el que marcó fue el rival con disparo de Nery que despistó a Martín Rodríguez, que no obstante estuvo acertadísimo para evitar el tercer tanto de los visitantes en un mano a mano. "¡Bien Martín1", se escuchó desde el banquillo.

Como también fue grande la ovación a David Torres con el gol del empate. Encontró el hueco donde no lo había y de la forma más difícil. Levantando, picando y sin ángulo mandando a la bola al palo que no estaba cubriendo Álvaro Shehda. El gesto del capitán en la celebración del gol parecía decir, 'ya era hora'. Sin embargo los dos equipos estaban en nueve faltas y pronto llegaría la amenaza de la directa. La primera, para el Riba d'Ave. Pósito tiró por encima de Rodríguez. 

Faltas directas

También falló Ferruccio su primera directa frente a su nueva afición, aunque no par la décima de los portugueses sino por una azul. Había expectación en el pabellón mientras el argentino se dirigía a tirar. A ver de lo que era capaz. No le salió. Pero todavía quedaban dos minutos en superioridad que aprovechó el Liceo para completar la remontada. Jugada de Ferruccio que se la cedió al segundo palo a un Torres que solo tuvo que empujarla.

La siguiente ocasión a bola parada, esa sí por la décima, ya no fue para Ferruccio. Salió Arnau Xaus y en un clásico gancho contragancho, llevó de un lado a otro al portero hasta que ya fue incapaz de seguirle  marcar el cuarto. Con la ventaja en el marcador y ya en la recta final, el Liceo buscó gustarse, dar un pase más, seguir probando. Porque dentro de una semana no habrá ya pruebas que valgan en las semifinales de la Supercopa contra el Barcelona. En otro partido sería el momento de la contención. Pero para eso está la pretemproada. Se fue a por más y se encontró con el tercero en contra y, sobre la misma bocina, evitó Martín Rodríguez el empate.