Segundo partido, segunda victoria. El Deportivo Liceo se estrenó en la carretera con una remontada obligada. Dos goles del Lleida en cuatro minutos encendieron las alarmas verdiblancas. Se levantó el equipo coruñés, como marcan su historia y su ADN. Antes del descanso ya estaba por delante en el marcador. En la segunda aguantó la pataleta del rival y sentenció (4-6). El sábado disputará en Vic su tercer partido en siete días. 

El protagonista indiscutible en el Pavelló Onze de Setembre –lugar de culto liceísta, donde levantó su séptimo título de la OK Liga– fue Arnau Xaus. El primero de los cinco fichajes del nuevo proyecto anotó cuatro de los seis goles en una noche casi perfecta.

El equipo coruñés tardó en entrar a la pista, o al menos Nil Cervera, que a los 38 segundos derribó al local Nico Ojeda ganándose una tarjeta azul evitable. El propio Ojeda lanzó la directa. Adivinó sus intenciones Martí Serra, pero los árbitros ordenaron la repetición al entender que el portero se había movido antes de tiempo. No falló el argentino a la segunda con el exportero del Lleida y ya batido.

Reivindicativo

De ex iba la cosa. Solo tres minutos después se reivindicó Fran Tombita con un gol contra su equipo. Sí, el argentino tiene contrato hasta 2027 con el Liceo, pero el club le cedió en verano. Jordi Badia asistió con un pase interior, el ‘44’ se giró ante César Carballeira –tarea nada fácil– y definió raso. La bola se coló bajo el sobaco de Serra y Tombita alzó el puño con timidez.

2-0 y tiempo muerto de Juan Copa para despertar a los suyos. El Lleida dio un paso atrás y el Liceo asumió el mando. Avisaron Dava Torres y el Tato Ferruccio. A la tercera fue la vencida: Xaus aprovechó un bloqueo de Jacobo Copa y clavó la bola muy cerca de la escuadra (2-1).

Entró el encuentro en una fase de ataques lentos, con pases de seguridad y sin llegadas de peligro. Hasta que Dava robó un balón en su propia pista y lanzó un contragolpe letal. Tuya mía con César Carballeira y remate a placer para empatar el partido. Antes del descanso, el Tato Ferruccio se estrenó como goleador verdiblanco con una bonita jugada personal, remontando por detrás de la portería y definiendo con una cuchara (2-3).

Ya en la segunda mitad, Xaus anotó el segundo de su cuenta tras una asistencia de Dava en el primer palo (2-4). Parecía encarrilar el triunfo el Liceo, pero el Lleida respondió con dos tantos consecutivos, ambos del veterano y talentoso Darío Giménez: el 3-4 tras cazar un rechace de la valla y el 4-4 en una rápida transición que culminó ante la permisividad de la defensa.

Bola parada

El equipo coruñés se apuntó a la locura y recuperó la ventaja con el cuarto gol en un margen de dos minutos. Fue el tercero de Xaus, paciente para transformar la falta directa por la décima del Lleida (4-5).

De área a área, el equipo local dispuso de dos ocasiones a bola parada para restablecer el empate e incluso darle la vuelta al marcador. La primera, una directa por tarjeta azul para César Carballeira. Respondió Martí Serra con su pierna izquierda ante Ojeda. La segunda, otra vez desde los 7,40 metros tras la décima del Liceo. Asumió la responsabilidad Giménez y Martí salió de la portería a por él. Fue una buena decisión porque el argentino estrelló la bola contra el palo.

Xaus cerró su magnífica actuación y la victoria liceísta con un fugaz contragolpe que culminó bajo las piernas del portero local Javi Sánchez (4-6). Acabó la noche con un póker, suma cinco tantos en dos partidos y ya es el máximo goleador de la OK Liga en solitario. El Liceo tiene nuevo killer.