Segunda victoria del Leyma Coruña en la ACB. Y si la primera fue histórica por el rival y la ocasión, en la primera jornada contra el campeón Real Madrid. Contra el Zaragoza dio un festival ofensivo que le llevó por encima de los cien puntos en su quinto partido en la Liga Endesa. 110-86 a un Zaragoza que venía de jugar Europa entre semana y que intentó resistir, primero con Dubljevic, después con Slaughter y ya hacia el final con Yusta. No le llegó ante un equipo naranja en el que cinco jugadores sobrepasaron la barrera de los diez puntos y de nuevo liderado por un Brandon Taylor que metió y repartió, pero también con un paso adelante de Trey Thompkins, que va cogiendo ritmo de competición tras su lesión; la energía defensiva de Atoumane Diagne y la inteligencia y la entrega de Beqa Burjanaze

El Zaragoza marcó la primera canasta del partido con un Dubljevic que fue una continua amenaza en la pintura. Por lo que generaba para sí mismo y para los demás. El Leyma contestó con un triple de Barrueta que encedió al Coliseum. Este respondió como les había pedido Epi en la previa, con aplausos al primer tiro libre fallado por los suyos. Fue Augusto Lima. Y funcionó. El segundo fue dentro (y solo fallarían los naranjas dos más en el primer cuarto para un 11 de 14 que hacía olvidar el 11 de 24 contra Unicaja). El conjunto coruñés salió enchufado con un robo y bandeja de un Taylor que manejaba el ritmo como él quería (6-2).

El Zaragoza respondía de la mano del montenegrino, aunque también desde el exterior con Slaughter. La experiencia es un grado. Con un 12-16 llegó un momento más crítico para los locales, pero los recambios funcionaban. Thompkins marcó un triple que volvía a acercar al Leyma y seguían entrando los tiros libres (Barrueta y Scrubb). Con un 2+1 de Bango parecía que se escapaban los visitantes (19-25), pero nueva reacción naranja. Tardó en entrar Atoumane Diagne, que venía de hacer un partido muy solvente y teniendo en cuenta que los maños hacían daño bajo la canasta. Cuando lo hizo aportó energía defensiva, rebotes y dos tiros libres que cerraron el primer cuarto en 24-24.

El segundo tuvo color naranja. Y eso que el Leyma permitió que el Zaragoza anotase demasiadas canastas fáciles. Peor el ritmo de los naranjas fue altísimo. Ya empezaron con un triple de Ingus Jakovics al que le siguió el festival de Diagne. El pívot senegalés se hizo todavía más grande que sus 215 centímetros. Enorme trabajo defensivo, en las ayudas. Pero también en ataque, sin complejos, más Atou que nunca. Anotó el 33-30, acto seguido el 35-30 casi desde la línea de triple. El Coliseum volvía a reconocerle coreando su nombre. Olle Lundqvist se sumó a la fiesta con una gran entrada a canasta y con el 39-34 el galdiador Burjanadze pedía a la grada que rugiera.

Empezaba a encenderse la locomotora. Por más que Slaughter siguiera castigando desde el triple (37-37). Respondió Taylor, que hizo volar a Diagne con un espectacular alley oop (44-39). Si no crecía el marcador es porque los naranjas tenían un problema con las faltas. Solo tres para el Zaragoza, todas en los dos primeros minutos del cuarto. El Leyma se cargó muy pronto. Pero a los visitantes empezaron a faltarle recursos para frenar el arsenal coruñés. Taylor volvió a castigar desde el triple y asistió a Thompinks para el 51-44 con el que se llegó al descanso.

Había cogido carrerilla el Leyma y terminó de desatarse en el tercer cuarto en el que no solo le acompañó el acierto, con 31 puntos, sino que movió el balón con velocidad para ir encontrando siempre al jugador mejor posicionado. Recursos inagotables. Por dentro Lima y Burjanadze. Por fuera disparaban Scrubb y Taylor. Con el 63-51 Porfirio Fisac notó las señales y pidió tiempo muerto. Pero la ventaja subía y subía. Barrueta, Taylor a pase de Lima con los roles invertidos, otro triple del base estadounidense seguido de canasta...El Leyma ya se había rozaba los 20 puntos (72-54) que se sobrepasó en el final del cuarto con el festival de Thompkins que sumó dos triples y una canasta (82-60).

Seguía en estado de gracia Thompkins que abrió el cuarto y último igual (85-60). El Coliseum hacía la ola mientras el Zaragoza apenas podía responder a lo que se le venía encima. La ventaja siguió creciendo y era ya de 30 (93-63). Se rozaba la barrera de los 100 puntos y todavía quedaba siete minutos por jugar. El Leyma frenó un poco, permitiendo que los maños maquillasen hasta el 98-74 en el que Epi pidió tiempo muerto. No quería relajación, aunque sus intocables ya no volvieron a saltar a pista. A solo dos puntos del centenar, la única incógnita era quién iba a marcar la canasta 100. Al final fue Aleix Font. Aún habría tiempo para llegar hasta el 110. Histórico. Una vez más.