Como ya le pasó en los Juegos Paralímpicos de Tokio, a Jacobo Garrido se le resiste el podio. Ya ha disputado cuatro pruebas en los Mundiales que a lo largo de esta semana se están disputando en Madeira (Portugal). Y a pesar de que ha llegado en todas ellas a la final, nunca ha acabado entre los tres primeros. Hoy fue cuarto en la prueba en la que defendía el oro conseguido en Londres hace tres años, la de 400 linre S9. Poco más de un segundo le privó de pisar el cajón.
El ganador fue el italiano Simone Barlaam, que con 4 minutos, 10 segundos y 78 centésimas tuvo que esforzarse al máximo para alcanzar el título. Por menos de un segundo superó al francés Ugo Didier (4:11.16).
La lucha por la tercera plaza también fue muy emocionante. Al final la consiguió el australiano Brenden Hall, con un tiempo de 4:15.47. A continuación entró Jacobo Garrido, con 4:16.85.
El coruñés afronta mañana su última prueba, la de 100 espalda. Están siendo días de mucho esfuerzo para Garrido, que desde el lunes ha competido todos los días.
En su primera comparecencia en la piscina de Funchal, ya fue cuarto en 200 estilos. El martes finalizó séptimo en 100 mariposa y el miércoles octavo en 100 libre.
Haga lo que haga mañana, puede estar satisfecho de su participación, aunque de momento con la espinita de no haber logrado una medalla.