El HC Coruña Feminino afronta este sábado (16.00 horas) en el Palacio de los Deportes Riazor el partido más importante de su cortísima existencia: 50 minutos ante el Stuart Massamá portugués que deberían acabar con las de Stanis García en la Final Four de la máxima competición continental.

Y debería por dos razones. La primera, el 0-2 logrado en el partido de ida. La segunda, la enorme superioridad mostrada por el conjunto herculino, merecedor de un marcador más amplio, que sólo la actuación de la guardameta Inês Caldeira y la falta de puntería –la principal asignatura del curso– del HC evitaron.

Fue el encuentro en el país vecino un compromiso más cómodo de lo esperado. El Coruña dominó prácticamente de principio a finl, con fases en las que su rival tuvo que defender en cuadro, como si estuviese en inferioridad numérica.

Las jugadoras que entrena Tania Freire, entre las que destaca Beatriz Alves, apenas inquietaron a Viky Caretta en los cinco minutos previos al descanso y con un par de oportunidades, no demasiado claras, previas al 0-2, anotado por Anna Bulló a 16 minutos para la conclusión.

Con poco más de nueve por delante, la pareja arbitral mostró una más que dudosa tarjeta azul a la primera goleadora de la noche, Alba Garrote, pero Caretta abortó la falta directa lanzada por Marta Marujo, y en los minutos con una menos no sólo no sufrió, sino que estuvo a punto de hacer el tercero en una contra de Bulló. 

Así pues, salvo cataclismo mayúsculo, el HC Coruña debería convertirse en el primer equipo gallego de hockey patines femenino en colarse entre los cuatro mejores del continente. Las jugadoras de Stanis esperan hacerlo ante la mayor afluencia de aficionados de la temporada. La ocasión no merece menos.