El Pazo Provincial de Lugo cerró el pasado domingo un círculo negro del Básquet Coruña, que con la derrota (83-80) ante el vecino del este cayó al farolillo rojo, una posición que no ocupaba desde hacía 14 años menos tres días.
Una situación que mantiene la alarma naranja, sin llegar a roja, en otras cosas porque cuatro victorias en 16 jornadas no implican acabar abandonado la ACB a final de temporada. Lo dice la historia.
El círculo cerrado en la ciudad amurallada empezó a trazarse el 18 de septiembre de 1998, fecha del debut de la entidad herculina en la segunda categoría nacional, entonces llamada Liga LEB. El peor inicio posible: derrota por 47-96 contra el mismo verdugo del domingo pasado.
Fue la primera vez en la historia del Básquet Coruña, nacido en diciembre de 1996, que ocupó la última plaza de una competición liguera. La plantilla que entrenaba Javier Castroverde fue colista en dos jornadas más (2 y 4), acabó la fase regular con un balance de 7-11 y logró la salvación en un playout contra el Ciutat d’Inca.
En total, el Básquet Coruña ha estado 25 veces –contando la actual– cerrando una clasificación. De ellas, más de la mitad datan de las cuatro primeras campañas en la Liga LEB, donde el club presidido por Quique Caruncho se mantuvo a pesar de una tremenda precariedad económica.
En la 1990-00, el entonces Sondeos fue colista en una sola jornada, la segunda. Finalizó la primera fase con 12 triunfos en 30 encuentros y cuarto por la cola. Este curso fue el único de esos cuatro primeros que no contó con playout entre los dos últimos o bien entre los cuatro que cierran la tabla.
La serie por la salvación regresó en la 2000-01, donde el BC ocupó la últimas posición en las jornadas 3 y 4. El balance final de 10-20 lo colocó en la antepenúltima posición y lo emplazó a medirse con el CB Ferrol al mejor de cinco partidos, eliminatoria que ganaría por la vía rápida.
El devenir de la temporada 2001-02 resultó un aviso de lo que acontecería al final de la misma. El Sondeos estuvo siete jornadas como farolillo rojo. Remató la regular con 9 vitorias en 30 partidos, penúltimo y jugándose la permanencia contra el Córdoba, al que superó en cuatro choques. Hasta ahí estiró la goma. La insostenible situación económica llevó a la directiva a vender la plaza al Zaragoza. Y pasó de cola de león a cabeza de ratón.
En la cinco temporadas siguientes, cuatro en EBA y una en Primera Autonómica –descenso por error administrativo–, el Básquet Coruña fue un equipo dominante, por lo cual en ningún momento se acercó siquiera a la última plaza. Tampocó llegó a cerrar la tabla en su único curso en la muy breve LEB Bronce, el 2007-08, en el que acabó quinto.
Seis años y medio después, ya en la LEB Plata, el Básquet Coruña volvió a ser colista. Solo en la jornada 9. Acabó penúltimo, pero no descendió. Tampoco lo hizo en la 2009-10, donde, al igual que en la 2001-02, estuvo último durante siete jornadas. Consecutivas, entre la 10 y la 16. No tuvo problema alguno para salvarse tras finalizar noveno la segunda fase.
En la 2010-11 fue colista durante tres jornadas. La última de ellas, el 9 de de enero de 2011, antes del inicio de la 15. Era la última vez antes del pasado domingo, que el equipo herculino cerraba una tabla. En esta ocasión lo hace con un balance de 4-12. Que no es, obviamente, el mejor del mundo aunque se trate de un equipo debutante, pero tampoco el fin del mundo.
Muchos equipos que han presentado la misma marca –o ligeramente mejor– a estas alturas de curso acabaron por mantenerse en la Asociación de Clubes de Baloncesto.
Uno de ellos, con Diego Epifanio al timón. El San Pablo Burgos de la campaña 2017-18 –también novato en la liga– cerró la penúltima fecha de la primera vuelta con solo cinco triunfos en su casillero. En las 10 jornadas finales ganó ocho encuentros y acabó con cinco éxitos más que el segundo puesto de descenso, que ocupó el Bilbao Basket.
En la temporada 2021-22, el Real Betis se salvó, con 13-21, después de estar 3-13. Tres victorias tenía también el Manresa de la 2022-23, que acabó a salvo con 12-22.
Sevilla (2015-16 y 2014-15), Estudiantes (2013-14), UCAM y Obradoiro (2011-12), Menorca y Valladolid (2006-07), Breogán (2004-05) y Alicante (2005-06) también permanecieron tras ganar en la segunda vuelta nueve partidos más que en la primera.
La palma se la llevan el Bilbao Basket (2009-10) y el Alicante (2003-04), con una mejora de 12 triunfos, mientras que el Joventut progresó 11 en la 2011-12, uno más que el Girona (2000-10 y 2003-04) y el Sevilla (2007-08). Todos ellos se salvaron, así como los ocho que en lo que va de siglo XXI lograron ocho victorias en la segunda vuelta tras afrontarla con menos de seis.
El equipo coruñés salió ileso de sus peores sequías ganadoras |
El Básquet Coruña ha perdido los últimos cinco partidos que ha disputado. Cualitativamente, la tercera peor racha de sus 28 años de historia. Cuantitativamente, la séptima. Y en ninguna de esas campañas descendió (en dos se salvó vía playout).
La peor data del curso 2018-19: nueve entre la 2 y la 10. El Leyma de Gustavo Aranzana acabaría décimo segundo, con cinco victorias de margen sobre el descenso. Seis fechas seguidas sin ganar estuvo el equipo tres veces (2001-02, 2008-09 y 2010-11) y tres –además de la actual– cinco encadenadas sin catar un éxito (1998-99, 2007-08 y 2012-13).
En la inolvidable 2015-16, el Básquet Coruña de Tito Díaz empezó con un balance de 1-7 y acabó teniendo match ball en casa, contra el Melilla, para meterse en la final de los playoffs. |