La continuidad es una receta excelente para sobrevivir en la ACB
lll
17º-23º

La continuidad es una receta excelente para sobrevivir en la ACB

La continuidad es una receta excelente para sobrevivir en la ACB
Beqa Burjanadze cuenta en su hoja de servicios con seis temporadas en la ACB, las mismas que Goran Huskic y Alex Hernández | Quintana

Usuario

El salto de la LEB Oro a la Liga ACB implica muchísimos cambios, uno de ellos atañe a la confección de la plantilla, marcada no sólo por la diferencia en el juego, también por un mercado diferente.


Decía Diego Epifanio, en la larga charla con el arriba firmante al final de la temporada, que la mayor diferencia estriba en el físico, que los jugadores de ACB “son gente que corre más rápido, salta más, reacciona más rápido...”


También aseguraba que la principal clave para hacer un grupo de garantías “está en cómo seamos capaces de mostrarle al mundo la capacidad de nuestro proyecto”.


El técnico del Leyma Basquet Coruña sabe muy bien de lo que habla. Aunque su filosofía es la de la continuidad –uno de los puntos más importantes, sino el que más, del histórico ascenso–, también es consciente de que a este nuevo viaje no pueden ir todos. Por diferentes motivos.


El primero de los tres ascensos conseguidos por Epi como entrenador jefe fue en la temporada 2016/2017, con uno de los equipos de su ciudad, el Miraflores Burgos. De los diez miembros ‘fijos’ de la plantilla –Percy Gibson se fue en Navidades a Estados Unidos y no regresaría; fue sustituido por Filip Toncinic–, el actual preparador del Leyma pudo llevarse a la mitad a la ACB: Alex Barrera, Alex López, Edu Martínez, Goran Huskic y Javi Vega. Estos dos últimos formarían parte de su primer proyecto naranja. El serbio se mantuvo en el segundo, mientras que el madrileño se fue al Força Lleida, el equipo que acabaría logrando la otra plaza de ascenso.


Ambos equipos vivirán su primera temporada en la máxima categoría, al igual que aquel Burgos de la 17/18, que salvó la categoría con solvencia: cinco victorias más que el penúltimo clasificado, el Bilbao Basket. Epi implementó dos cambios en su plantel durante el curso, John Jenkins y Tadas Sedekerskis, este cedido por el Baskonia. Huskic (9.1 puntos, 4.3 rebotes, 2.4 asistencias y 1.1 robos) fue el más destacado de los cinco ‘ascendidos’.


El ‘Jokic de los pobres’ elevaría bastante su nivel la siguiente temporada: 10.6 tantos, 5.7 rechaces, 3.3 pases de canasta y 14.6 créditos de valoración, la novena cifra más alta de la ACB 18/19.


El segundo ascenso de Epi fue en la 21/22, al timón del Breogán. De aquel plantel de 12 jugadores, la mitad jugaron el curso 22/23 en la ACB, aunque con otro técnico, Paco Olmos, ya que el burgalés no fue renovado. Mindaugas Kacinas, Iván Cruz, Sergio Quintela y Erik Quintela llegaron al final, en tanto que Kevin Larsen se marchó en diciembre (al Estudiantes) y Adam Sollazzo salió en enero rumbo a la segunda división italiana (A2). 


El equipo lucense, que a finales de enero fichó a Veljko Mrsic para cubrir la polémica fuga de Olmos al Miraflores Burgos, también se salvaría con mucha holgura: cuatro victorias lo separaron del penúltimo, el Real Betis.

 

Uno en común

El único jugador en común en los dos ascensos de Epi previos al del Leyma, Mo Soluade –que vistió la naranja en la 21/22– no llegó a jugar en ACB ni con el Burgos (donde estaba cedido por el Unicaja) ni con el conjunto celeste. 


De los dos ascendidos de la temporada 22/23, el Andorra –campeón de la fase regular de Oro– conservó al técnico, Natxo Lezcano, y siete jugadores (Mihajlo Andric, Tobias Borg, Felipe Dos Anjos, Nacho llovet, Rafa Luz, Marin Maric y Juan Rubio). Y también salvó la categoría, con tres victorias de margen sobre la última plaza de descenso (Obradoiro).


El otro que cayó a Oro, el Palencia, empezó su campaña de debut en la ACB con cuatro jugadores (Manu Rodríguez, Chumi Ortega, Mathieu Kamba y Chema González) del plantel que ganó la Final Four de Burgos. Y con otro entrenador, Luis Guil, sustituto de Pedro Rivero. Hasta cinco incorporaciones sobre la marcha hizo el cuadro castellano, pero no pudo pasar de media docena de triunfos, la segunda cifra más baja de las seis últimas temporadas (sin incluir la pandémica 19/20, cuya fase regular tuvo sólo 23 encuentros).


Los dos ascendidos tras la campaña 21/22, el Fundación CB Granada y el Bàsquet Girona siguen en la máxima categoría. El equipo andaluz debutó con siete jugadores procedentes del plantel de Oro, de los que cuatro, Lluis Costa, Cristian Díaz, Pere Tomás y David Iriarte, también disputaron la ACB 23/24. El técnico, Pablo Pin, dirige el equipo desde 2013, cuando lo cogió en la Liga EBA. 


Por su parte, el club que fundó y preside Marc Gasol conservó a cuatro de los jugadores del ‘roster’ del ascenso, uno de ellos, el propio dueño de la entidad, que antes de la 23/24 anunció su retirada. Los otros tres, Maxi Fjellerup, Eric Vila y Jaume Sorolla, siguieron en nómina.

 

Excepciones

El Betis mantuvo a dos mimbres del ascenso en la temporada 18/19 y acabó con tres victorias más que el penúltimo (Fuenlabrada) en el curso 19/20, que el Bilbao Basket finalizó en la quinta plaza con un plantel con un único superviviente de Oro, Tomeu Rigo. Dos casos aislados, los últimos antes de que la filosofía cambiase en los últimos años.


En la campaña precedente, el Manresa había dado el salto con cinco jugadores, dos menos que el Breogán. El equipo barcelonés acabó octavo, mientras que el lucense lo hizo en la última posición después de registrar hasta siete cambios de personal, sin contar el del entrenador, Tito Díaz por Natxo Lezcano, en una campaña plagada de problemas. Los datos de más atrás no sirven de referencia, ya que entre 2011 y 2017, de los 12 equipos ascendidos en la pista sólo tres jugarían en la ACB.


Así pues, la dinámica de continuidad –en la medida de lo posible teniendo en cuenta todos los factores– parece una muy buena receta para sobrevivir en la ACB, tanto si eres novato como si la habías probado antes. Del Basquet Coruña 23/24 ya han estado en esa cima el renovado entrenador y cinco jugadores: Beqa Burjanadze (6 temporadas), Huskic (6), Alex Hernández (6), Aleix Font (3) y Alex Galán (1). 

La continuidad es una receta excelente para sobrevivir en la ACB

Te puede interesar