España disputará la final del Europeo de Croacia tras derrotar este domingo a Italia (7-4) en una semifinal en la que llevó en todo momento la iniciativa gracias a su mayor efectividad ofensiva y, sobre todo, a la defensa, con un extraordinario Unai Aguirre a la cabeza.

Las paradas del guardameta insuflaron seguridad al combinado dirigido por David Martín, que se llevó la victoria merced a los goles de Álvaro Granados (2, 1p), Felipe Perrone (2), Alberto Munárriz, Blai Mallarach y Alejandro Bustos.

El pase a la final podría comportar también la clasificación para los Juegos Olímpicos si Hungría derrota esta tarde a Croacia en la segunda semifinal. En caso contrario, España y la anfitriona se jugarán el billete a París en el partido por el título.

Aunque se esperaba una semifinal igualada, a la altura de uno de los duelos con más historia del waterpolo europeo, España puso pronto la directa y no abandonó el mando. Perrone estrenó el marcador en el primer ataque con un disparo esquinado y Munárriz amplió la ventaja en la segunda superioridad española.

La hiperactividad defensiva desactivó el ataque de una Italia dubitativa que, sin acceso a la boya ni fluidez en la circulación, se estrelló una y otra vez contra Aguirre. En la tercera ventaja transalpina, Velotto recortó distancias con un disparo lejano (2-1).

La mejor gestión de la superioridades numéricas, unida a las paradas de un Aguirre cada vez más crecido, permitieron a España ampliar la ventaja con dos tantos de Granados y Mallarach (4-1) en el segundo cuarto, que terminó con un penalti parado por Del Lungo a Munárriz.

La falta de claridad en ataque pospuso el quinto gol de España, protegida atrás por los reflejos de Aguirre. Fueron necesarias cuatro superioridades y un tiempo muerto para que Bustos anotara el único gol del tercer cuarto en un remate a bocajarro que se escurrió entre los brazos de Del Lungo (5-1).

La reacción italiana llegó en el último cuarto. Aunque Granados trató de abortarla con un tanto de penalti, el cuadro transalpino subió el 6-4 al marcador con un doblete de Condemi y otro tanto de Di Somma de penalti.

En el momento más delicado reapareció el veterano Perrone para marcar el gol de la tranquilidad. Las paradas de Aguirre, sumadas a las buena defensa y la inteligencia de España para jugar con el crono, certificaron el pase del combinado nacional a la final del Europeo.