Veronica Caretta (21 de diciembre del 2000, Bassano del Grappa) es Viki, la portera del Hockey Clube Coruña Feminino. En su bio de Instagram se define como una chica italiana a la que le encanta sonreír, reír y divertirse. Con sólo 18 años hizo las maletas y dejó su país para jugar en la mejor liga del mundo.
Después de dos temporadas difíciles en el Voltregà, fichó por el Liceo y el pasado verano confió en el proyecto del HC Coruña. El sábado volverá a Sant Hipòlit para medirse a su exequipo en la jornada 6 de la OK Liga Iberdrola.
La internacional italiana no guarda buenos recuerdos de su paso por el Voltregà: “Tenía muy claro que me quería ir de casa para jugar a hockey en otro país. Estaba preparada psicológica y emocionalmente para esa separación, pero mi ambición era jugar en la OK Liga y jugaba con el equipo de Nacional. Seguramente fue una experiencia muy formativa, pero fue difícil para mí”, se sincera Caretta.
La portera maduró de golpe, personal y deportivamente, a la sombra de la internacional española Teresa Bernadas. “Con el tiempo me di cuenta de que por mucho que me esforzase no iba a tener sitio hasta que ella se marchase”.
Viki recibió entonces la llamada del Liceo, recién ascendido a la máxima categoría, un proyecto nuevo con mucha historia detrás. Eso le sedujo, pero al llegar se encontró una realidad diferente: a las primeras de cambio dimitió el entrenador, Carlos Loureiro, y empezaron los problemas económicos.
“Fue muy complicado. No nos trataron bien, sentimos que no les importábamos. El hecho de vivir una situación tan difícil nos unió como personas y como grupo. En ningún momento pensé que fuera una decisión incorrecta”, recuerda la transalpina.
Después de todas las dificultades, Caretta priorizó seguir aquí cuando surgió la propuesta del HC Coruña, el club que asumió la plaza del Liceo, con una plantilla y un cuerpo técnico casi idénticos y una directiva cercana y conocida.
“Cuando me llamaron otros equipos agradecí su interés, pero les dije que mi primera opción era seguir en A Coruña. Me siento muy bien con este grupo, me encanta la ciudad y pude empezar una vida nueva lejos de lo que había vivido en Voltregà. Una ciudad, es otro rollo. No tiene nada que ver con un pueblo. Sin menospreciarlo, estar en un sitio tan pequeño, familiar y cerrado es difícil para una extranjera”, rememora.
El HC Coruña ha despejado todas las dudas con un inicio de temporada casi perfecto, cuatro victorias en cinco partidos, pero la italiana pide cautela: “Está bien empezar así, pero tenemos que tener los pies en el suelo. La temporada es muy larga, sólo jugamos 5 partidos y todavía no nos han tocado los equipos de arriba. Nosotras seguimos centradas en hacer bien las cosas, día a día”.
El pasado lunes se celebró el sorteo de la Liga de Campeones y el bombo no sonrió a Viki, que deseaba encontrarse con un rival italiano en la fase de grupos.
“Estábamos en el gimnasio mientras se hacía el sorteo y le dije a Stanis: me da igual quién nos toque, pero yo quiero ir a Italia”, lamenta la portera del HC Coruña, que volverá a su país para concentrarse con la selección unas semanas antes del Europeo, que se disputará del 4 al 9 de diciembre en Olot.
“Me encanta jugar esos partidos contra España, Argentina, Portugal, Chile... Requieren un nivel altísimo y muchísima concentración. Siento que tengo que superarme a mí misma en cada momento”, celebra Caretta, que pese a su juventud ya ha disputado cuatro Mundiales y dos Europeos con su país y cuenta con estar en la próxima cita continental y el Mundial 2024, que será precisamente en Italia.
No quería que fuese en Italia, me gusta viajar y quiero ver sitios nuevos. Gracias a la selección pude conocer China, Chile, Argentina, Barcelona... Y me hubiese gustado añadir otro país a la lista”, se sincera Viki, que también le saca el lado bueno a la oportunidad de jugar como anfitriona: “Espero que mi familia pueda venir a verme. Nunca me han visto jugar un partido oficial con la selección y me haría ilusión”.
La portera del HC Coruña se ha perdido numerosas comidas familiares y no llegó a tiempo para celebrar con su gente las dos últimas Navidades, pero ya ha echado raíces en A Coruña: “Cuando voy a Italia echo de menos mi vida de aquí. Y no es porque no esté bien en mi casa, al revés, pero prefiero el estilo de vida de aquí. Me encanta esta ciudad”, reconoce Caretta, una coruñesa más.
“Este año he decidido empezar Ciencias Empresariales en la UDC. Me viene bien para no estar todo el día pensando en hockey”, desvela Viki, que es una estudiosa de su deporte y llega a cada partido con una libreta llena de apuntes sobre jugadoras rivales y partidos que ojea en el vestuario poco antes de salir a la pista.
Las que le conocen dicen que es muy exigente consigo misma hasta el punto de alargar los entrenamientos una hora para practicar penaltis y faltas directas o para trabajar movimientos, incluso con una venda en los ojos. “No creo que tenga muchas manías, o al menos no me doy cuenta, pero sí tengo la tendencia a ser precisa con mis cosas: necesito que estén limpias y ordenadas”, añade la portera italiana del HC Coruña.