El AC Ordes no olvidará fácilmente el fin de semana del 13 y 14 de enero de 2024. La torpeza de Vueling convirtió la doble jornada de OK Plata Norte, con dos partidos en Tordera y El Vendrell, en una pesadilla.

La aerolínea extravió los sticks y el equipamiento de los porteros –la parte del equipaje que no iba en la cabina– y el club tuvo que comprar material por valor de 1.500 euros, pedir unos cuantos favores y hacer un puñado de kilómetros extra. Resultado: el viaje más caro en la historia del equipo coruñés.

La expedición se cansó de esperar en la cinta de equipajes del aeropuerto de Barcelona. Las maletas nunca llegaron. Se quedaron en Madrid, a medio camino. “Lo que nos hicieron no tiene nombre: en la ventanilla no me dejaron poner una reclamación, la gente de la compañía ni me miraba a la cara, sabía que la situación era injusta, pero no podía hacer nada. Nos dijeron que el material se había quedado enganchado en una cinta, un sinsentido”, lamenta la presidenta Ana Del Río.

Para colmo, el Ordes jugó dos partidos el mismo fin de semana porque la misma aerolínea ya había cancelado un vuelo en el que debía viajar el 9 de diciembre –fecha original del partido en El Vendrell– por la indisposición de un tripulante. “Es surrealista”, insiste Ana, que después de tres horas de colas para reclamar se plantea poner una denuncia a través de la OCU.

Cadena de favores

La presidenta y el entrenador, José Ramón López Regos, tiraron de agenda para conseguir el material en tiempo récord. El partido en Tordera empezaba a las 18.30 horas y la expedición dejó el aeropuerto a eso de las 13h.

“Tuvimos que salir de allí pitando porque los chicos llegaban tarde a comer y nosotros teníamos que recoger el material. Las horas estaban muy marcadas y nos pasamos el día haciendo kilómetros de un lado a otro”, rememora Del Río.

El Deportivo Liceo –que se encontraba en Casteldefells para jugar el domingo contra el Igualada–, el Cerdanyola y los dos rivales del fin de semana le cedieron al Ordes los equipamientos de los porteros, pero el club tuvo que comprar unos 15 sticks nuevos y más material por valor de 1.500 euros en una tienda amiga de Barcelona. “Nos atendieron fuera de horario, nos dejaron ir sin pagar y todavía no nos han pasado la factura”, agradece Ana.

José Ramón repasa cronológicamente los hechos. “Tuve que llamar a Juan (Copa) y Tiago (Rodrigues, portero liceísta) nos dejó el casco y las guardas. Tenemos que darles las gracias por todo. Después de dejar a los jugadores comiendo en la residencia tuvimos que ir al centro de Barcelona a comprar los sticks nuevos, por la tarde le pedimos al Tordera material para el portero suplente –el reglamento obliga a tener dos jugadores equipados como porteros para poder jugar– y por la noche, después de llevar a los chicos a cenar, tuvimos que devolverle las cosas al Liceo porque jugaban al día siguiente. El domingo madrugamos para ir hasta otro punto de Barcelona y recoger el material que consiguió la presi por un contacto y el Vendrell nos dejó equipo para el suplente... Fue todo un cristo, un ajetreo constante y una presión de ir contrarreloj de un sitio a otro... Nos trastocó un montón, no pudimos hacer vídeo ni charla en el hotel”.

El principal afectado

Hay un jugador que sufrió especialmente la pérdida de su material, el portero, Ramón Martín ‘Tozy’. “Con un stick nuevo se puede jugar y además conseguimos la marca y el modelo que usa cada jugador. Al principio se nota, pero te acostumbras pronto. Lo de los porteros es más complicado”, resalta el técnico.

“En hockey, el mínimo cambio en el material es una diferencia gigantesca, sobre todo para los porteros. Cuando compramos algo nuevo, tardamos un tiempo en acostumbrarnos”, añade Tozy, que agradece la colaboración del portero del Cerdanyola y el liceísta Rodrigues: “Sin ellos no podría haber jugado”.

“El sábado no me costó tanto porque el equipo de Tiago era más nuevo y es parecido al mío, pero el domingo me costó mucho más. Era un material viejo, un casco era muy pequeño y no me cabía en la cabeza, y el otro era de hockey hielo, muy incómodo y casi no podía ver. No quiero que suene a excusa, repercutió bastante”, matiza Ramón.

El 7-4 en Tordera y el 9-2 en El Vendrell llevarán toda la temporada un asterisco. Al menos el miércoles recuperó el material extraviado, aunque la pantalla de un casco esta rota, otra línea más en la rocambolesca historia del AC Ordes.