Corrían 15 segundos de la segunda parte del Cerdanyola-Dominicos, partido de la jornada 3 en la OK Plata Norte, cuando Miguel López García (14 de julio de 1998, Ordes) recibió un bolazo en la cara. Seis puntos de sutura en el labio, dos intervenciones en la dentadura y nueve días después, el jugador del Dominicos volvió a los entrenamientos y se dice listo para la acción.
Miguel, que compagina el hockey con su trabajo como vendedor de seguros y sus estudios de Historia, ha probado con dos elementos de protección, la máscara de un compañero y el casco homologado por la Federación Española. El sábado 18 de noviembre elegirá uno de los dos para medirse en el Pabellón Castelao de Ordes a su equipo de toda la vida, en el que aprendió a patinar y cogió su primer stick.
¿Cómo recuerdas el bolazo en Cerdanyola?
El equipo rival tenía una falta, despejé el primer tiro, pero en el segundo la bola saltó y me golpeó en la cara. Ni la vi venir. Al momento saltó la enfermera a la pista y 20 minutos después llegó la ambulancia. Luego me llevaron a un hospital en Sabadell, que está a 30 minutos de Cerdanyola.
¿Mantuviste la consciencia en todo momento?
Sí, al principio me mareé un poco, pero sólo unos segundos. De primeras no lo noté mucho porque estaba con la tensión del partido, pero una vez que me fui enfriando empezó a doler bastante por toda la zona.
Ya no siento dolor y el odontólogo me autorizó para jugar con protección
En menos de diez días ya tenías el alta para jugar.
Al día siguiente del partido volamos a Coruña y el lunes fui al maxilofacial para que me colocasen las dos paletas porque se habían hundido bien... Me volvieron a citar para recolocarlas mejor y ahora mismo estoy con seis puntos en el labio, una cédula para fijarlas y ya no siento dolor. La semana pasada no me dejaron jugar por la inflamación y porque los ligamentos estaban un poco tocados, pero el odontólogo me autorizó para jugar con protección esta semana y ya estoy entrenando con mis compañeros.
¿Máscara o casco?
El casco es más cómodo, pero se empaña en cuanto hablo o empiezo a sudar. Intentaré comprar un líquido para que no se empañe y el día del partido elegiré la mejor opción.
¿Es tu primer bolazo en la cara?
No, durante mi época en el Ordes ya me abrieron la ceja, curiosamente en un partido contra el Dominicos.
Y ahora vuelves a Ordes, pero con el Dominicos.
Será la primera vez que juego en mi pueblo como visitante. Tengo muchas emociones y una sensación rara, pero será muy bonito. Estarán allí mis amigos, mi familia…
Mis amigos son un poco cabrones y supongo que irán con el Ordes
¿A qué equipo crees que animarán?
Espero que mi familia vaya con el Dominicos, pero mis amigos son un poco cabrones y supongo que irán con el Ordes (ríe).
¿Qué recuerdos guardas de tu etapa en Ordes?
Soy de Ordes y empecé en el hockey porque mi hermano mayor (Juan, seis años más) jugaba en el equipo y cuando mis padres le llevaban a los entrenamientos yo estaba con los patines por fuera de la pista. Con tres años empecé a patinar y hasta hoy. Mis mejores recuerdos son de los inicios, con dos de mis mejores amigos, Manuel y Fran, con los que compartí vestuario hasta el último año; mi primer campeonato, en alevines, y, sobre todo, el más bonito, cuando era juvenil y nos clasificamos para el Campeonato de España, aunque perdimos la final contra el Barça (3-2).
¿Te encontrarás con algún excompañero en la pista?
Sí, en el primer equipo actual del Ordes hay dos chavales que jugaron conmigo, Fernando y Daniel Juncal. A Fernando también le dieron un bolazo la semana pasada y se fisuró un dedo. Bromeamos con la posibilidad de borrarnos, pero es un partido que no nos queremos perder ni de coña. Jugaremos tocados, pero jugaremos.
Después del Ordes pasaste por Lleida y Alcobendas.
En mi segundo año de júnior me surgió la oportunidad de ir a Lleida para jugar con el filial, en Nacional catalana, pero llegué a debutar con el primer equipo en la OK Liga. Después me mudé a Madrid y jugué cuatro años en el Alcobendas, dos en OK Liga y dos en OK Plata.
Desde el primer momento me he sentido uno más y muy cómodo en el Dominicos
Y en 2022 te llamó el Dominicos, un proyecto ambicioso que se caracteriza por reclutar coruñeses para mezclar con los canteranos del cole.
Cualquier equipo que tenga aspiraciones grandes, ya sean a corto o largo plazo y además contando con jugadores de la comunidad, es un proyecto que llama a todo el mundo, y más siendo gallego y coruñés. Cuando me llamaron Manuel y Pablo (los hermanos Togores, entrenador y coordinador deportivo), decidí venir con la máxima ilusión y ambición.
¿Cómo fue tu adaptación al equipo?
Desde el primer momento me he sentido uno más, muy cómodo. Se nota que los jugadores de la casa respiran hockey y acogen muy bien a los que llegamos de fuera.
El club se ha marcado el objetivo del ascenso a la OK Liga, pero habéis empezado con una victoria y tres derrotas.
Al principio de temporada nos pusimos un objetivo ambicioso, pero sabemos que el deporte es así y pueden pasar todo tipo de cosas. Ahora tenemos que pensar semana a semana. Lo primero es ganar mañana.
Las lesiones no ayudan: Adrián Candamio no ha debutado, Javi Añón se perdió el primer partido, Jacobo Copa estará fuera un tiempo...
Está claro que el equipo no está pasando por su mejor momento y las lesiones no ayudan en los partidos ni en el día a día de los entrenamientos. Parece que nos han echado un meigallo, pero son cosas que pasan. Es mejor tomárselo con humor y optimismo. Si nos lamentamos y le damos demasiadas vueltas, sólo puede ser negativo para nosotros.
¿Qué tipo de partido esperas en Ordes?
En pretemporada ya jugamos un amistoso y ganamos (8-0), pero este partido será en temporada y no tendrá nada que ver. Vamos a su casa y el Ordes es un equipo que desde el año pasado conectó mucho con el pueblo y la afición. La gente le apoya y este fin de semana va a haber muy bien ambiente.