El Liceo coge velocidad de crucero. A una semana del Clásico en el Palau y con el inicio de la Liga de Campeones a la vuelta de la esquina, el equipo coruñés firmó su quinta victoria de la temporada en la OK Liga, cuarta en Riazor y tercera consecutiva.

Fue un triunfo con acento ‘koruño’: un doblete de Dava Torres y otro de César Carballeira, dos de las tres patas que sostienen la enésima reconstrucción del Liceo. La tercera es Juan Copa, líder del proyecto y un experto en la pizarra: su mano se notó en el 3-2, gol psicológico nada más empezar la segunda mitad con una jugada de autor.

El primer gran protagonista fue, sin embargo, fue Jaume Llaverola, 48 años y 33 temporadas a sus espaldas (del 2005 al 2010 jugó en el Liceo). Tras un tirazo de Sito Ricart al palo, el portero del Girona frustró hasta cinco buenas ocasiones locales: un intento lejano de Dava, dos más del capitán a bocajarro y otro par de Sito.

El gol del pillo

No pudo el abuelo de la OK Liga con la maniobra del ‘8’ verdiblanco detrás de la portería: Torres rodeó el arco y coló la bola entre la guarda y el palo. El 1-0 a los seis minutos presagiaba un cómodo triunfo, pero este año no hay victoria cómoda, toca sufrir.

Reaccionó el Girona, que en diez minutos le dio la vuelta al marcador: Borja Ramón empató al aprovechar un rechace de Martí Serra tras un tiro de Alex Grau y Aleix Domènech firmó el 1-2 tras deshacerse de Fabri Ciocale y con un pelotazo al palo largo de Martí.

Carballeira devolvió las tablas con un golazo 100% coruñés después de un tuya-mía con Dava para cerrar una primera mitad muy divertida para el espectador, no tanto para un Liceo que merecía más.

Ocho segundos

La segunda parte arrancó con una rápida y maravillosa jugada de libro: César, Sito y Dava movieron la bola en ocho segundos desde el saque de centro hasta la portería rival. El gol fue de Carballeira, que suma 12 en ocho partidos, y el mérito, del ideólogo y sus ejecutores.

Minutos después, el equipo coruñés tomó aire con el 4-2, obra de Torres de falta directa tras la azul para Marc Vázquez. El Liceo cerró filas sin sustos, salvo un postrero intento de Marc Puigvert al palo, y firmó un necesario triunfo para encarar con confianza una dura etapa de montaña.

Y el primer puerto lo tendrá que subir dos veces, pero por dos vertientes distintas: el sábado 25 de noviembre disputará un Clásico de la OK Liga y el jueves 30, otro nuevo Barça-Liceo en la Champions, los dos en el Palau Blaugrana. ¿Quién dijo miedo?