Adiós a Europa. El Oliveirense acabó con el sueño verdiblanco de la Final a ocho. Solo valía la victoria y el Liceo estuvo por delante en el marcador escasos 27 segundos, los que pasaron entre el 2-1 de Tombita y el 2-2 de Tomás Pereira. El periplo coruñés en la Champions se terminó con dos empates y una derrota en Riazor (además de una victoria, un empate y una derrota lejos de casa). La magia del Palacio, que registró la mejor entrada de la temporada, no fue suficiente.
 

Salió a morder el Liceo desde el pitido inicial. Àlex Rodríguez probó los reflejos de Diogo Alves en la primera jugada y tuvo el 1-0 en su stick tras una buena asistencia de Sito Ricart. El ‘2’, intenso en defensa y vertical en ataque, y el ‘27’, que no dejó de buscar el gol, fueron los dos verdiblancos más activos en los primeros compases del encuentro.
 

Dominó el equipo coruñés, necesitado de una victoria, ante un rival al que le valía el empate, no asumió riesgos y solo inquietó en dos ocasiones hasta el descanso. En el  minuto 12, los árbitros se inventaron una tarjeta azul para César Carballeira por sacar el brazo ante un rival. La acción se produjo con la bola parada y eso salvó al Liceo de la falta directa, no de la inferioridad.

Reacción inmediata
 

Aguantaron los verdes dos minutos con tres jugadores de pista y, nada más recuperar al cuarto jugador, Arnau Canal remató al poste un centro de Pol Manrubia. Del posible 1-0 se pasó al 0-1, obra de Xavier Cardoso en un rápido 3 contra 2, un gol que silenció al Palacio. La reacción no se hizo esperar, César rozó el empate tras un pase de la muerte de Dava Torres y Bruno Di Benedetto (la próxima campaña jugará en el Oliveirense, dicen en Portugal) lo confirmó con un palazo a la escuadra.
 

Ya en la segunda mitad, Martí Serra salvó con el casco la mejor de los visitantes hasta el momento, un remate a bocajarro de Adroher. Los locales acariciaron el 1-0 en una doble ocasión: César robó a media pista y lanzó el contraataque, pero Dava no acertó en el remate, y en el rechace apareció Àlex, que amagó dos veces y la picó contra la cruceta.
 

Con el paso de los minutos al Liceo le entraron las prisas, pero Juan Copa tenía un as en la manga. A falta de siete minutos para el final dio entrada a Fran 'Tombita' Torres, el inesperado héroe verdiblanco en Da Luz. El chaval tiene garra y mucho gol. A la primera, empaló un envío de Álex a la red. El 2-1 desató la euforia en la pista y en la grada.

27 segundos
 

La alegría no duró ni medio minuto. Nada más sacar de centro, el Oliveirense empató por mediación de Tomás Pereira con un disparo que sorprendió a Martí. El 2-2 no acalló a una afición que la tomó con el dúo arbitral y también con el banquillo visitante. En el desconcierto, Dava tuvó el 3-2 en un mano a mano con Alves, pero el portero acertó sus intenciones.
 

Con los ánimos caldeados y el Liceo volcado en campo rival y colgando bolas al área para sus dos interiores, Fran y Tombita, el equipo portugués sentenció con un tanto de Xanoca Marques. El 2-3, a solo tres minutos para la bocina, fue definitivo. Acabó el Liceo a la desesperada, con cinco jugadores de pista, pero más pendiente del reloj y de los árbitros que de la portería rival, a la desesperada.

El dominio del juego, el característico ADN verdiblanco y el aliento de una afición que se dejó la garganta por su equipo no fueron suficientes. El campeón de la OK Liga no estará en la Final a ocho la Liga de Campeones. La última fase final fue hace ya once años, en Lodi, cuando ganó su último tíulo en la Champions. Europa se le resiste al Liceo.