El Maristas salvó un partido complicado, sin Marta Vulovic y ante la segunda mejor defensa de la LF2, a la que pagó con la misma moneda para afinazarse en la tercera plaza, con un triunfo más que el Arxil, que ayer se convirtió en el primer verdugo del curso del Segle XXI (61-70).

Fer Buendía tiró de trampas defensivas en el primer cuarto, donde Basáez y Filgueira se encargaron de subir puntos al marcador. Un pequeño arreón final dio al equipo colegial una renta de dos canasta (17-12).

El segundo periodo arrancó embarullado, con muchos contactos dentro del arco y  fallos desde fuera de él. Dos minutos, y con un afortunado triple a tabla del Mataró, tardó en moverse el electrónico.

El equipo catalán siguió sumando de tres en tres, en tanto que el coruñés lo hacía desde el 4.60, lo que volteó el tablero (21-23). Del tiempo muerto pedido por Buendía salieron las suyas con las ideas más claras en ataque. Un parcial de 8-1, que pasó a 12-4 al final del cuarto, mandó el duelo al descanso con un tranquilizador 35-27.

El paró no enfrió a las locales, que con un 10-2 de salida encarrilaron el encuentro. El técnico visitante recurrió entonces a una zona 2-3. Y el Maristas se enmarañó, de principio, en un bosque de brazos. Aun así, el Mataró sólo sumaba de uno en uno, con lo que la mejoría final de las locales les dio una ventaja muy jugosa (49-36) al término del tercer asalto.

El último empezó mal. El Mataró acertó desde el arco y el Maristas anotó un solo punto en 4 minutos (50-44). Un  triple de Basáez avisó, y otro de Razo, ya con solo 87 segundo en el reloj, sentenció (61-50).

Duodécima victoria del Maristas –tres más que en el todo el curso pasado–, que lo acerca un poco más al sueño de meterse en la fase de ascenso a Challenge, un objetivo que se escapa a su rival de ayer, un equipo confeccionado para colarse entre los cuatro primeros.