Desde hace mucho tiempo el Leyma Coruña se ha identificado como un club y un proyecto estable, que confía en el trabajo diario de la gente de la casa. También ha demostrado su seriedad a la hora de encargarse de los jugadores o los técnicos que han pasado por el equipo naranja. Todo ello es lo que ha llevado a que el cuerpo técnico del equipo haya renovado un año más.
Y es que en la receta encontramos todos los ingredientes citados previamente: gente que representa el club como nadie, Gus Gago, Román Gómez o Carlos Penedo; grandísimos trabajadores como Bruno Camblor o Franscisco Fernández e ingentes cantidades de humildad e ilusión por parte de Edu Seoane, Carlos Lariño y Francisco Fernández.
Y como no, a todos ellos tenemos que añadirle al capitán del barco: Diego Epifanio, que ya es un entrenador de referencia en el club por todo lo conseguido hasta el momento no sólamente en la pista sino también fuera de ella.
Es un hombre que también reúne las caracterísiticas anteriormente citadas añadiéndole grandes dosis de exigencia y buen trato con los jugadores. Pero si algo debe destacarse de este equipo técnico es su capacidad para moverse fuera de los grandes focos, con pleno compromiso y ganas de cumplir un gran objetivo: trabajar diariamente con independencia de que el resultado del fin de semana fuera positivo o negativo.
La cuestión era no bajar nunca la cabeza o no alzarla demasiado. Como diría Ricky Rubio: “Never too high never too low”.
Existe otra clave fundamental si queremos hablar de este cuerpo técnico y qué les ha llevado a alcanzar la prestigiosa ACB, y es su gran capacidad para encajar con los aficionados.
La pasada temporada lo demostró, con jornadas de puertas abiertas, mucha interacción con los aficionados durante los viajes, ya fuera despidiéndolos en la explanada de Riazor antes de subir al autobús o mandando audio cuando estos se encontraban viajando de vuelta a tierras coruñesas. Puede parecer un detalle menor pero todas estas acciones son vitalespara la vigencia del proyecto, para apostar por un futuro de humildad, trabajo y estabilidad en clave baloncesto coruñés.
Un futuro que en primer lugar pasa por la gente de la casa, la que lleva tantos años luchando por y para el club y tratando de llevarlo a las cotas más altas posibles, lo cual tiene todavía más mérito si tenemos en cuenta que han trabajado con equipos prácticamente nuevos, siendo capaces de acercar cada temporada al Leyma Básquet Coruña al gran sueño que ya es una realidad, debutar en la ACB.
Confirmado el cuerpo técnico, el siguiente paso será anunciar jugadores.