El español Fernando Alonso, gran protagonista a los 41 años del arranque del Mundial de Fórmula Uno, con dos podios en sus dos primeras carreras con Aston Martin, intentará frenar a los dominantes Red Bull en el Gran Premio de Australia, que se disputa este fin de semana en Melbourne.
‘Checo’, de 33 años, logró hace dos semanas, saliendo desde la ‘pole’, su quinta victoria desde que corre en la F1, al brillar en la noche de Yeda. En una pista urbana en la que su compañero, el neerlandés Max Verstappen conservó el liderato del Mundial después de remontar desde la decimoquinta plaza en parrilla; y sólo después de marcar la vuelta rápida en la última vuelta de la carrera. Lo que le da una ventaja de un punto sobre el mexicano en la clasificación del certamen.
Alonso, tercero en el Mundial, con 30 puntos, firmó en Arabia -donde su compatriota Carlos Sainz fue sexto- su podio número cien en la categoría reina.
El doble campeón mundial asturiano, la gran sensación del comienzo de temporada, firmó a orillas del Mar Rojo un podio `de ida y vuelta´, que se había ganado en pista y que recuperó después de que -una vez festejado el tercer puesto en la ceremonia de entrega de premios, junto a Verstappen y a ‘Checo’- lo sancionasen con diez segundos. Por lo que durante un par de horas el tercer puesto fue del inglés George Russell, finalmente cuarto en Yeda.
Alonso había sido sancionado con cinco segundos por no encuadrar perfectamente el AMR23 en su cajetín de la parrilla de salida. Mientras cumplía esa penalización, durante su ‘pit stop’, uno de sus mecánicos rozó ligeramente su coche con el gato; motivo por el que, después de no haberlo hecho durante 35 vueltas, le anunciaron, tras la ceremonia del podio, la imposición de una segunda sanción de otros diez segundos.
Fernando, que en la salida había adelantado a ‘Checo’ ni se inmutó por la sanción, exultante al comprobar que su coche, después de haberlo sido en Sakhir, también había ido bien en Yeda. En un circuito, el más rápido de los urbanos, con unas características muy diferentes al anterior, con mucho menos desgaste para los neumáticos.
Aston Martin reaccionó rápidamente tras la carrera de Yeda. Presentó hasta siete pruebas audiovisuales de otros tantos coches que, en idéntica situación a la vivida por Alonso, no habían recibido sanción alguna; y a la FIA no le quedó más remedio que rectificar y devolverle la tercera plaza al piloto asturiano, que se enteró de la noticia cuando estaba prácticamente subido ya al avión de salida de Arabia Saudí.
Alonso vuelve al circuito en el que debutó en la F1 hace ya 22 años; y en el que logró en 2006 una de sus 32 victorias en la categoría reina, en la que obtuvo la primera hace casi veinte años; y la hasta ahora última hace casi diez.
La de Melbourne es una pista de 5.278 metros y catorce curvas de tracción y curvas de celeridad media, en la que la velocidad punta no es tan determinante. Y en la que, en seco se rodará con neumáticos de gama intermedia. Los mismos que se usaron en Yeda; es decir: los duros (blancos), medios (amarillos) y blandos (rojos).
Por las características de la pista, después de este Gran Premio se podrá tener una proyección más aproximada de lo que se puede esperar de una temporada, la más larga de la historia, que se cerrará en Abu Dabi el próximo 26 de noviembre después de un total de 23 carreras.
En Albert Park, el año pasado ‘Checo’ acabó segundo, por detrás del monegasco Charles Leclerc, de Ferrari, que no pasa del cuarto puesto en el Mundial de constructores, liderado por Red Bull; y en el que Aston Martin y Mercedes comparten la segunda plaza.
Los entrenamientos libres para el GP de Australia arrancarán el viernes y se completarán el sábado, horas antes de la calificación; que ordenará la formación de salida de la carrera. Prevista a 58 vueltas, para completar un recorrido de 308,1 kilómetros; y cuya salida se dará a las 05:00 horas GMT: las siete de la mañana en horario peninsular español.