El Celta cerró este sábado su pretemporada con un empate a dos goles ante el West Ham de Julen Lopetegui, un duelo en el que puso en evidencia su fragilidad defensiva.

La falta de agresividad en las acciones a balón parado y los graves desajustes entre los tres centrales se han convertido en los principales lunares del equipo dirigido por Claudio Giráldez a seis días del debut liguero ante el Alavés. En ataque, Iago Aspas y Óscar Mingueza siguen asumiendo la creación del Celta, con el que debutó el mediocentro Ilaix Moriba.

A los seis minutos de juego, el West Ham mostró las carencias defensivas de los celestes. Los centrocampistas dejaron pensar demasiado a Lucas Paquetá, que se inventó un pase por encima de Jailson para que Jarrod Bowen batiese a Iván Villar. Dos minutos antes, Borja Iglesias había disfrutado de una buena oportunidad pero remató demasiado forzado después de una buena presión de la línea de ataque.

El Celta sufrió en defensa cada vez que su rival pisó el área. En el minuto 18, Mohammed Kudus rozó el 2-0 después de otro enorme desajuste de la zaga celeste. Y del posible 2-0 al 1-1: Aspas abre para Mingueza, éste saca un buen centro que no logró rematar Borja Iglesias pero el balón le cayó a Ristic, que fusiló a Areola.

A balón parado volvió a sufrir el Celta antes de que el brasileño Lucas Paquetá volviera a poner por delante a los de Lopetegui. El técnico español refrescó su once en el descanso, y su equipo bajó su nivel. Todo lo contrario que su rival, que mejoró con la entrada de los jóvenes Hugo Álvarez y Pablo Durán, que firmó el tanto del empate tras recoger el rechace tras un disparo de Fran Beltrán.