Arropado por algo más de medio millar de aficionados, el delantero Borja Iglesias fue presentado este lunes como nuevo futbolista del Celta en la ciudad deportiva de A Madroa, donde entrenó a diario con el filial celeste hasta que en 2017 se marchó cedido al Zaragoza.

“Me siento muy feliz y orgulloso de estar aquí. Hace unos cuantos años tuve que salir, pero durante todo este tiempo he pensado muchas veces en esta posibilidad porque aquel paso fue muy efímero”, declaró el jugador, que entró en la ciudad deportiva en un coche Seat Panda de color celeste.

Agradeció el “esfuerzo” de la presidenta Marian Mouriño y del técnico Claudio Giráldez para hacer realidad su vuelta a Balaídos, y confesó que tanto Iago Aspas como Kevin Vázquez también le han empujado a tomar la decisión definitiva de aceptar la oferta celeste.

“Espero devolver todo ese cariño con mucho trabajo, ojalá podamos vivir una temporada ilusionante porque creo que nos lo merecemos todos”, indicó el ya exfutbolista del Betis, quien confesó que desde el pasado viernes, cuando se cerró la operación, ya vive “mucho más tranquilo”.

“No me daba llegado este momento. Hoy cuando llegué a la ciudad deportiva tuve la sensación de que nunca había marchado. Para mí es un sitio muy especial porque fue donde debuté”, destacó Borja Iglesias, a quien sus padres, Marcelino y Maite, le han querido dar una sorpresa con la presencia en el acto de su abuela Teresa, de 84 años.

“Estoy encantada de verlo aquí de nuevo porque sufrí muchísimo cuanto marchó. Borja es especial, he rezado mucho para que volviera”, comentó la abuela del máximo goleador histórico del filial del Celta y sustituto del noruego Jorgen Strand Larsen en la plantilla dirigida por Claudio Giráldez.