Un doblete de Iago Aspas y otro tanto de Óscar Rodríguez, todos ellos en la segunda parte, dieron al Celta de Vigo su primer triunfo en Balaídos (3-0), donde el Cádiz alargó su profunda crisis de resultados y juego, sobre todo en un segundo tiempo en el que mostró una pésima imagen.

Al Celta le faltó profundidad en el primer tiempo, incapaz de superar la telaraña amarilla en el centro del campo. El Cádiz juntó mucho sus líneas y supo presionar a los centrales celestes cuando le tocó construir desde atrás. Óscar Rodríguez apenas entraba en juego, al igual que Aspas y Carles Pérez, muy lejos del área gaditana.

El Cádiz estuvo muy cómodo en el primer tiempo. El plan de Sergio González salió de maravilla. Entre Alejo y Zaldua neutralizaron a Javi Galán, el habitual puñal del Celta en su banda izquierda. Cierto es que los gaditanos no generaron peligro, pero tampoco sufrieron.

La única ocasión gallega en los primeros 45 minutos llegó con un lanzamiento muy lejanos de Óscar Rodríguez que casi se come el portero argentino Jeremías Ledesma. Coudet se dio cuenta, y en el descanso movió ficha con un doble cambio. Gabri Veiga y el delantero noruego Larsen sustituyeron a Tapia y un desdibujado Carles Pérez.

Salió más enchufado el Celta y en apenas cinco minutos generó más ocasiones que en toda la primera parte. En el minuto 49 Unai Núñez cerca estuvo de abrir la lata con un remate tras un saque saque de esquina; un minuto después Ledesma sacó el tiro cruzado de su compatriota Cervi.

Y un error del lateral Alfonso Espino penalizó al Cádiz. Gabri recuperó en el centro del campo, conectó con Aspas y éste se lanzó a por la portería con una rápida carrera. Le pegó desde fuera del área y el balón tocó lo justo en el centro Luis Hernández para desviar la trayectoria del balón.

El internacional español agrandó su leyenda al igualar a Pahino, el único céltico que había marcado en las cuatro primeras jornadas de Liga. 75 años después, Aspas repitió ese hito. El próximo fin de semana lo podrá superar en el Metropolitano, donde tratará, además, de convencer a Luis Enrique Martínez para que lo incluya en la lista para el Mundial, su gran objetivo.

Ese tanto reactivó al Celta, al que el joven Gabri Veiga dio otro aire en la medular. El canterano participó en todas las jugadas de ataque. Si Coudet tenía dudas sobre si estaba preparado para ser titular, esta noche terminaría de convencerse.

El debutante Larsen también dejó destellos de su calidad. Suyo pudo ser el segundo gol celeste, pero su remate de cabeza se estrelló en el poste. Poco importó. Cuando Sergio González preparaba un triple cambio, el Celta golpeó a su rival con un espectacular gol, culminado por Óscar Rodríguez tras una asistencia con el tacón de Larsen, en una jugada que inició Mallo en la banda derecha y en la que también participaron Aspas y Veiga, decisivo para desatascar a los suyos.

El Cádiz estaba hundido. Su arranque es muy preocupante. Ha encajado diez goles -el último de Aspas en el minuto 75 desde la frontal-, no ha marcado ninguno y sigue sin puntuar tras cuatro partidos. Y la próxima semana recibe al Barcelona.