El Deportivo visitará el próximo domingo a las 19.00 horas al Arenteiro en Espiñedo, un club y un terreno de juego algo desconocido para el club y la afición coruñesa, ya que el equipo blanquiazul no se enfrenta al conjunto de O Carballiño desde la década de los 80. Ha pasado mucho tiempo desde entonces y el Arenteiro se ha convertido en un equipo capaz de coleccionar víctimas de todo tipo sobre todo en su campo y con el apoyo de su afición. Jugar en Espiñedo ha sido un dolor de muelas para muchos rivales en los últimos años y prueba de ello son las vivencias y recuerdos de los centrocampistas coruñeses Diego Uzal (Racing Villalbés) y Marcos Remeseiro (Bergantiños), que en los últimos años sufrieron la mejoría y la competitividad del Arenteiro en su feudo.
Remeseiro empató con el Boiro (1-1) en la 2017-18, no pudo jugar con el Compostela en Espiñedo en la 2018-19 y después cosechó dos empates y dos derrotas a domicilio ante el Arenteiro con la camiseta del Bergantiños: 0-0 en Tercera en la 2019-20, 3-2 en Tercera en la 2020-21 en un partido en el que los dos ya estaban ascendidos y servía para dilucidar el campeón, 1-0 en Segunda Federación en la 2021-22 y, por último, 1-1 el pasado curso aunque en un partido disputado en O Couto.
Por su parte, Uzal, que el pasado verano cambió el Bergantiños por el Racing Villalbés, puede decir al menos que venció al Arenteiro en su feudo. Eso sí, lo hizo cuando el conjunto ourensano no había comenzado la ascensión de los últimos años. Se impuso con el Somozas (0-4) en la 2017-18, pero a partir de ahí ni una victoria. “Después ya sólo recuerdo sufrir en Espiñedo todas las veces que fui”, apunta el mediocentro, que empató en dos ocasiones con el Somozas (1-1 y 2-2) y posteriormente, cuando fichó por el Bergantiños en el verano de 2020, unió su suerte a la de Remeseiro.
Tanto Remeseiro como Uzal destacan el ambiente que se vive en Espiñedo y la competitividad del equipo ourensano como factores imprescindibles para explicar la dificultad que supone jugar allí como visitante. “No sé si va todo el pueblo pero se llena y además la afición es de las que hace ruido, anima y aprieta. Ellos se adaptan muy bien al campo y compiten muy bien. La virtud principal del Arenteiro es que compiten muy bien, pero tanto en casa como fuera”, afirma Remeseiro.
El Arenteiro es muy competitivo y en su casa, el doble
En esa misma línea, Uzal recalca que “la base de jugadores que estaban en Tercera y Segunda Federación son muy competitivos y en su casa, el doble”. “Ese otro fútbol y los pequeños detalles que te llevan a ganar un partido los dominan como nadie, además de tener jugadores y cuerpo técnico de mucho nivel”, comenta el pivote del Racing Villalbés, que señala que en estos últimos dos años han visitado Espiñedo en Copa del Rey equipos de la talla de Atlético de Madrid o Valencia y “sufrieron mucho”.
Muchos otros equipos sucumbieron en Espiñedo a lo largo de las últimas temporadas en medio de un ambiente de comunión entre la grada y el césped que explica así Remeseiro: “Recuerdo que cada acción es muy protestada. En ese sentido equipo y afición van de la mano porque a la propia plantilla le gusta apretar en el juego y apretar al árbitro, sin malentendernos, y la afición no calla en todo el partido. A la mínima están encima y eso influye, tienes que estar muy concentrado”.
La previsión meteorológica en O Carballiño para los próximos días parece dar una tregua al Depor, ya que Espiñedo se caracteriza por ser un terreno de juego que se embarra fácilmente con la lluvia. Así lo atestiguan tanto Uzal como Remeseiro. “Las últimas veces que fui ya estaba mejor pero es un campo que lo tienen que cuidar mucho porque se pone mal bastante rápido”, comenta Uzal.
Por su parte, Remeseiro destaca que el estado del césped es otro factor más a tener en cuenta en un contexto en el que la capacidad de adaptación tiene que ser la mayor virtud de los equipos visitantes en Espiñedo. “Todos los jugadores queremos jugar en un campo en buenas condiciones pero ese campo la mayoría de las veces está muy mal y cuesta adaptarse. Y si ya le cuesta adaptarse a equipos que juegan en campos parecidos o también en campos de hierba artificial, imagínate a equipos y jugadores acostumbrados a jugar en Riazor, Valdebebas y campos así”, enfatiza el jugador del Bergan.
Con todos estos factores en mente, Uzal y Remeseiro tienen claro que el Deportivo debe afrontar el partido en Espiñedo con la clara certeza de que va “a sufrir”. “Es básico que tengan en la cabeza la idea de que van a sufrir, que van a tener que controlar mucho las segundas jugadas, centros laterales, la movilidad de Luis Chacón y duelos individuales porque para los jugadores del Arenteiro es un día histórico y van a ir a muerte”, apunta Uzal, que añade que “el nivel de activación tiene que ser el máximo, o el Depor se pone el mono de trabajo o le va a costar”.
Prefiero jugar contra cualquiera de Primera Federación que contra el Arenteiro en Espiñedo
Por último, Remeseiro incide en la misma idea que su excompañero de equipo y reitera de nuevo que el Arenteiro no es solo ese ‘otro fútbol’. “El Depor es obviamente el favorito pero si va con la idea de que va a ganar por el nombre… Eso no pasa nunca y menos en ese campo. Va a tener que sudar mucho y ser conscientes de que van a tener que jugar un partido diferente al de otras semanas, más físico, de más brega. Y no sólo eso porque el Arenteiro juega muy bien y tiene buenos jugadores”, asegura Remeseiro, que deja una última reflexión a modo de resumen de lo que para él significa jugar en Espiñedo: “Soy un apasionado del fútbol, veo todo lo que puedo, y prefiero jugar contra cualquier equipo de Primera Federación que jugar contra el Arenteiro en Espiñedo”.