Ya han arrancado las ligas de Primera y Segunda en España, la Primera Federación subirá el telón el próximo fin de semana y el técnico coruñés Rubén de la Barrera, que ascendió al Albacete a la categoría de plata el pasado curso, sigue sin encontrar un banquillo.
¿Cómo es posible?
Salieron cosas en España y fuera, pero hemos decido esperar. En septiembre, que se retoma la normalidad, seguiremos abiertos a cualquier tipo de posibilidad, valoraremos y estoy con la confianza de que salga algo adecuado.
¿Cuando ves al Albacete jugando en Segunda, no te da un pequeño pinchazo al pensar que podías estar dirigiendo en el fútbol profesional?
Para nada porque la decisión ha sido mía. Afortunadamente a mi edad he podido sentir lo que es la Primera y la Segunda en primera persona tanto en España como en el extranjero, la Primera RFEF y la Segunda RFEF. Conozco perfectamente cómo funciona esto, estoy muy orgulloso de cómo está yendo mi carrera y estoy convencido de que pronto daré otro pasito al frente.
Así que estás a la espera de que surja alguna oportunidad interesante durante el curso.
Sí, pero no estamos parados, estamos viendo fútbol. Próximamente tengo pensado ir a Inglaterra e Italia a ver entrenadores, distintas maneras de trabajar y aprovechar que no estoy al frente de un equipo para seguir aprendiendo.
Se aprecia hambre, compromiso e ilusión; la gente tiene claro para qué llega
¿Te ves volviendo al banquillo de Riazor en el futuro?
A ver, el fútbol es imprevisible, son momentos, tienen que darse circunstancias de que el club piense en mí, que yo me encuentre en una situación que me permita tomar una decisión de la manera más libre posible, pero lógicamente el Depor, más que cuestiones de banquillo o de ser entrenador, va más allá, es un sentimiento, pero ahora estoy centrado en lo que viene.
Han pasado más de dos meses desde la final del playoff, pero cuando piensas en cómo enmudeció Riazor, ¿cómo se te queda el cuerpo?
Lo que comentaba en su momento, es una sensación ambigua, extraña porque por un lado siento mucho lo que he hecho con el Albacete, porque yo me debía a ese club y preparé el partido de la mejor manera para que el Albacete ganara, pero también como coruñés y deportivista, dolido por el hecho de que el rival al que ganara fuera el Depor y, además, en Riazor.
Has estado este verano por A Coruña. ¿Te habla mucho la gente sobre esa final?
Sí, porque conozco mucha gente, tengo muchísimos amigos y al final ese partido fue hace poquito. Siempre desde el cariño, muchísima gente se ha alegrado por lo que conseguí, porque no era fácil hacerlo.
¿Cuál fue la clave de aquel duelo y vuestra remontada?
Conocíamos el potencial del Depor y conocía las fortalezas de los míos. Tratándose de una final a un partido, donde solo nos valía la victoria, de entrada era hacer un partido largo porque suponía que, sobre todo a nivel emocional, constituiría una ventaja para nosotros, y el desarrollo del partido se tradujo en todo lo que pensaba que iba a ocurrir. La primera parte del partido y de la prórroga fueron del Depor, mientras que la segunda del partido y de la prórroga fueron del Albacete. Estuvimos maduros, tuvimos tranquilidad, paciencia porque sabíamos que muchísimas más cosas de las que se pueden controlar iban a intervenir. Además, muchos de los escenarios que se nos presentaron durante los partidos de la temporada, que fue complicada, nos valieron para demostrar una madurez y que no nos volviésemos locos.
¿Qué te parece que Borja Jiménez continúe?
De entrada, dos cosas. La primera, que tiene contrato. Y la segunda, que es síntoma de continuidad, de tranquilidad y me parece bien.
Estoy orgulloso de mi carrera y convencido de que pronto daré otro pasito al frente
El mazazo de junio, uno más en los últimos años, ¿en qué puede ayudar al Depor de cara al curso 2022-23?
Lo que fue el partido, el pospartido y todo este periodo, con el reto que está delante, que supone otra posibilidad de volver a lograr el ascenso, no es que haya resucitado, porque nunca ha estado muerto, pero sí ha hecho que ese sentimiento deportivista se despertase y nos recordase otros momentos de gloria que vivió el club. Creo que, desde ahí, poco a poco el Depor se irá acercando adonde tiene que estar. Por otro lado, se asume la categoría, lo que supone la Primera RFEF, y eso creo que es otro elemento más que ayuda a hacer las cosas bien, con tranquilidad y ojalá este año sea el del ascenso.
Se vivió un ambiente espectacular durante la final.
Fue una barbaridad y esto ya no obedece a categorías. Cuando yo estaba allí, decía que aunque el Depor descendiera diez categorías más, el sentimiento deportivista es inmenso, imponente y una suerte que no muchos equipos tienen. Ojalá ese sentimiento vaya acorde a la categoría en la que tiene que estar el equipo y ese impacto que tiene ahora mismo lo devuelva al fútbol profesional.
¿Cómo crees que se ha reforzado el conjunto coruñés?
Me parece un poco la línea del año pasado. Creo que está confeccionando una plantilla de garantías, acorde al objetivo que existe, y que los recursos de los que dispone son muy importantes para acometer lo que quiere acometer. Se ha reforzado mucho y bien y creo que el equipo que está construyendo es de total garantía.
¿Hay algún fichaje que te haga especial ilusión?
Todos me parecen grandísimos refuerzos, que van a aportar en función de su rol, de su participación. Desde Edu Sousa hasta Gorka Santamaría, desde detrás hacia delante, la calidad de todos esos jugadores que han llegado está más que contrastada para esta categoría.
El Depor va más allá, es un sentimiento, pero ahora estoy centrado en lo que viene
¿Te gusta más este plantel que el del pasado curso?
No sé porque la mejor manera que tiene uno de conocer una plantilla es estando con ella porque los rendimientos no dependen de lo que fuiste ayer, sino de lo que eres hoy. Desde fuera, la gran mayoría vamos a coincidir en que la plantilla es de garantías, hay buenos jugadores, se aprecia hambre, compromiso e ilusión y esas son cualidades fundamentales para afrontar esta competición. La gente tiene claro adónde y para qué llega y eso es fundamental para que el equipo esté en condiciones de poder ascender.
La anterior campaña tuvimos la mala experiencia de la exclusión del Extremadura de la competición, y esta temporada aún no ha empezado pero parece que el DUX, primer rival del Depor, no va a llegar a tiempo para ese partido y ni siquiera acabará compitiendo. ¿Estos casos le restan seriedad y credibilidad a una competición que quiere parecerse al fútbol profesional?
Más que perder credibilidad es decepción porque yo sí que me esperaba la Primera Federación muchísimo mejor con respecto al año pasado y que fuera evolucionando año tras año hasta equipararse a la League One inglesa, que es profesional, con recursos. Este es el segundo año y ya hay cosas que huelen regular y eso no es bueno, pero es una pena porque es una categoría preciosa y que deportivamente se acerca mucho al fútbol profesional, muy visible, pero como mínimo te esperas que no se repitan los errores anteriores, sino incurrir en otros nuevos. Entonces, de ahí que sienta un poquito de decepción por estar hablando un poco más de lo mismo otra vez.