El Racing de Ferrol confirmó su gran inicio de temporada tras deshacerse con mucha solvencia, en A Malata y ante su parroquia, de un Real Madrid Castilla que jugó a remolque de los coruñeses de principio a final. 

Ni gallegos ni madrileños quisieron arriesgar demasiado en el inicio del partido en A Malata y durante el primer cuarto de hora, pese a que la tensión y el ritmo competitivo siempre fue muy bueno, la igualdad se impuso en un duelo que se jugaba pausado y con mucho control.

Sin embargo, poco a poco, un Racing muy serio en planteamiento y ejecución comenzó a dar claras muestras de tener mayor ambición que su oponente y los acercamientos con más o menos peligro comenzaron a sucederse con Manu Justo muy activo. 

El once de Cristóbal Parralo merecía premio y el gol llegaría a la media hora de partido por mediación de un Jon García que no perdonó de cabeza en un córner.

En la segunda parte Raúl González refrescó a su equipo en busca de la reacción, pero el filial blanco se encontró con un Racing que quería más y que en seguida tuvo dos muy claras. 

Finalmente, en el 62 Manu Justo se internó en el área algo escorado y cuando llegó a línea de fondo la pone perfecta atrás para que Álex López apuntillara de primeras a la red. 

Un tanto que supuso una losa para un Castilla ahora nervioso, incapaz de inquietar la portería oponente y que incluso bien pudo encajar el tercero. Sin embargo, en el descuento el visitante Óscar Aranda dejó una muestra de enorme calidad y desde más allá de una de las esquinas del área se sacó una parábola perfecta para batir a Gazzaniga.