La situación del Deportivo, instalado en la mitad de la clasificación del Grupo 1 con 19 puntos y una desventaja de nueve respecto al liderato, invita al desaliento sobre las posibilidades de la escuadra coruñesa de alcanzar el objetivo marcado al inicio del curso, el ascenso directo. Sin embargo, existen ejemplos muy recientes de equipos que se encontraban en la misma situación que los blanquiazules a estas alturas de temporada —o incluso más tarde— y terminaron subiendo a Segunda División.

El ejemplo más reciente y, a la vez, cercano en el espacio es el del Racing de Ferrol, que la pasada campaña se proclamó campeón del Grupo 1 con 75 puntos y uno de ventaja sobre el Alcorcón, pese a cerrar la primera vuelta de la competición situado en la quinta plaza y con una desventaja de nueve puntos respecto al cuadro alfarero, que era quien mandaba en la tabla en aquel momento.

Tras arrancar como un tiro, con siete triunfos y un empate en las ocho primeras semanas de la temporada, el cuadro ferrolano atravesó un profundo bache que le llevó a encadenar una serie de once jornadas en las que encajó siete derrotas y sólo obtuvo dos victorias y dos empates. De esta forma, el conjunto verde se veía alejado a nueve puntos del primer puesto tras los primeros 18 partidos del curso.

Pese a la incertidumbre generada por los malos resultados, la directiva mantuvo la confianza en el técnico Cristóbal Parralo y el equipo departamental reaccionó. Aunque no de forma inmediata.

El Racing cerró la primera vuelta con una goleada sobre el San Sebastián de los Reyes (3-0), pero seguía a nueve de distancia del Alcorcón.

Tras esa victoria, llegaron tres empates consecutivos de los ferrolanos, que se mantuvieron durante esas semanas a ocho del primer clasificado.

Caza en ocho partidos

A partir de ahí, el cuadro racinguista cogió velocidad de crucero al repetir la misma racha con la que inició el curso. Siete triunfos y un empate entre las jornadas 23 y 30. Una serie espectacular que permitió que el equipo de Cristóbal Parralo diera caza al Alcorcón en lo más alto de la tabla, ambos con 58 puntos, cuando aún restaban ocho encuentros por disputarse.

Victorias, la mayoría de ellas, con una autoridad incontestable (3-0 al Fuenlabrada, 2-0 al Pontevedra, 2-1 al Algeciras, 0-1 en Alcorcón, 4-1 al Rayo Majadahonda, 1-2 en Córdoba y 3-1 al San Fernando). El único rival que se escapó vivo en aquellas siete semanas fue el Linares (1-1), que llegó a poner contra las cuerdas a los verdes, puesto que el cuadro andaluz tomó ventaja en el marcador a los 25 minutos con un gol de Hugo Díaz y la escuadra ferrolana no consiguió marcar el empate hasta el 83, por medio de Héber Pena.

Tras esas ocho jornadas en las que el Racing sumó 22 de 24 puntos posibles, los ferrolanos perdieron en Mérida (2-1) y empataron en A Malata frente al Depor (1-1). Dos resultados que permitían que el Alcorcón se escapara de nuevo y tomara una ventaja de tres puntos, al igual que el Real Madrid Castilla, que en ese momento se situaba segundo empatado con los alfareros.

Fue un paso atrás para coger impulso y lanzarse directo hacia el ascenso, ya que, a partir de ese instante, el cuadro ferrolano registró cinco triunfos y un empate en las seis jornadas que restaban de la liga regular. De hecho, al finalizar la trigesimosexta ya era líder en solitario con 69 puntos y uno de ventaja sobre el Alcorcón.

Para llegar ahí, goleó en casa del Sanse (0-3), le endosó un 1-0 a la Balompédica Linense, empató en el campo del Unionistas (1-1) y tumbó al Badajoz (2-1).

Quedaban dos encuentros para rematar la competición y el ascenso directo estaba entre el Racing y el Alcorcón, ya que el Castilla, tercer clasificado, se encontraba a cuatro de distancia de la escuadra ferrolana, y el Deportivo, cuarto en la tabla, tenía una desventaja de seis puntos.

Ni la escuadra de Cristóbal Parralo ni el Alcorcón del técnico Fran Fernández fallaron en ese pulso a todo o nada que protagonizaron en las dos últimas citas de la liga.

Los madrileños ganaron 0-2 en San Fernando, en un partido que se les atragantó hasta el minuto 69, cuando lograron desatascarlo con un gol de Babin, y cerraron la competición con un 2-0 sobre el San Sebastián de los Reyes.

Pero el Racing mantuvo ese punto de ventaja sobre el Alcorcón gracias al 0-1 en Talavera de la Reina, donde Manu Justo marcó a los 4 minutos del duelo, y el sufrido 2-0 en A Malata frente al Celta B, con un doblete de Jaume Jardí en los minutos 79 y 90.

Doce victorias, seis empates y una sola derrota fue el balance del Racing en una segunda vuelta que le catapultó al fútbol profesional.

El Andorra hace dos cursos también estaba a nueve del primero tras la jornada 15

El Andorra es otro de los equipos que pueden servir al Deportivo de modelo a seguir en su intento de reaccionar esta temporada para conseguir el ascenso directo a Segunda División.

El cuadro andorrano, entrenado por Eder Sarabia, se mostró bastante irregular en el comienzo de la liga 2021-22 y pronto se alejó de los puestos de cabeza. De hecho, en las jornadas 13, 14 y 15 se vio distanciado a nueve puntos del líder del Grupo 2 de la Primera RFEF, el Villarreal B, quien parecía caminar con paso firme hacia la Segunda División.

La derrota frente al Alcoyano (1-2) en la decimotercera jornada hizo caer al Andorra hasta la décima posición, a tres del playoff y a nueve del liderato. Pese a ganar en Sabadell (0-1) y meterle un 7-1 a la Balompédica Linense, los andorranos siguieron a la misma distancia del filial del Villarreal.

Los de Eder Sarabia cuajaron una gran segunda vuelta, con doce triunfos, tres empates y cuatro derrotas, y finalizaron primeros de su grupo con un colchón de cuatro puntos sobre el segundo y el tercero, el Villarreal B y el Albacete.