Después de dos victorias seguidas y mostrando un muy buen juego, el Fabril no pudo seguir con su racha contra un Pontevedra que remontó con uno menos en el minuto 98.
Frente el conjunto de la ciudad del Lérez, Óscar Gilsanz varió su once. Dio entrada, por primera vez en la temporada, a Kevin y al todavía juvenil Noé Carrillo que sustituyó a Luisao Macías, baja a última hora.
En el caso de la titularidad de Kevin, el más afectado podría ser Darío Germil ya que se desenvuelven en la misma posición, pero contra el Pontevedra quedó claro que ambos conviven perfectamente y esta podría ser la tónica habitual de la temporada.
Noé, por su parte, vio cómo su buen hacer como revulsivo en las jornadas previas tuvo su recompensa con su entrada en el once inicial. El medio demostró sus cualidades y estuvo muy participativo, por lo que no es de extrañar que aparezca más veces en el once inicial del Fabril.
En cuanto al partido, Kevin marcó su segundo tanto en dos partidos, demostrando que es uno de los jugadores más diferenciales de la plantilla. A su vez, ese gol supuso el primero que marca de cabeza el Fabril esta temporada.
Pero si en ataque estuvieron bien de cabeza, en defensa fue todo lo contrario. Dos malos despejes provocaron los dos goles pontevedreses. En el primero hubo dos malas acciones defensivas que propiciaron el gol de Samu Mayo. En el segundo tanto, el error puede que fuera más grosero.
A pesar de no ganar la disputa aérea en tres cuartos de campo, el problema viene porque había ocho fabrilistas por detrás del balón y ninguno tapó el tiro de Álex González, que supuso la derrota.
Aun así, los blanquiazules completaron un buen partido, pero no supieron aprovechar la expulsión de Yelko Pino. Aguantaron bien las acometidas locales y aprovecharon su velocidad arriba para generar peligro. Ahora, tienen que corregir esos fallos en defensa para seguir creciendo.