Jon Bakero, atacante del Pontevedra, estaba predestinado a ser futbolista. Su padre, José Mari Bakero, es uno de los históricos del fútbol español. Entre 1980 y 1996, jugó casi 500 partidos en Primera División entre la Real Sociedad —con quien conquistó las dos últimas ligas del club txuri-urdin— y el Barcelona, donde formó parte del famoso ‘Dream Team’ que dirigió Johan Cruyff y que logró cuatro ligas consecutivas y la primera Copa de Europa de la historia azulgrana. Además, lleva el nombre de su tío, exfutbolista del Barcelona B, Almería y Málaga, entre otros, y con 153 partidos en Segunda.
Naciste en 1996, pero habrás visto el milagroso gol de tu padre contra el Kaiserslautern que clasificó al Barça para la liguilla de cuartos de final de la Copa Europa que acabó llevándose el equipo culé en la final de Wembley en 1992.
Sí, es un gol histórico y que he visto muchas veces. De hecho, casi podría narrarlo yo mismo. Nací justo en el año que se fue del Barça y no pude verle tanto como me hubiera gustado, pero aquel gol fue único porque dio ilusión al barcelonismo y le ayudó a conseguir su primera Champions.
Tu padre, pese a medir 1.72, era un especialista rematando de cabeza. Tú rozas el 1.90. ¿Qué tal se te da?
Él era un gran rematador de cabeza, pero también es una de mis cualidades, aunque no tengo tanto salto como él, pero la altura me ayuda un poco en ese sentido.
¿Supone mucha presión pertenecer a una estirpe de futbolistas y, además, con un padre que fue tan importante en un club como el Barcelona?
Sí, pero más en España que en otros lados. Como me fui con 17 años y mi carrera casi se ha desarrolado en Estados Unidos, no era un problema porque no me conocían. Ahora, al volver, sí me dicen: es el hijo de Bakero, y hay altas expectativas, pero estoy agradecido de llevar su nombre en mi espalda y del cariño de la gente.
¿Cuál es el mejor consejo que te ha dado?
Que hay que disfrutar cada día, algo que parece muy simple, pero al final la vida del futbolista es corta y él siempre dice que cada día es una oportunidad que no se puede desperdiciar, así que trato de aprovecharlas y vivir cada día.
¿Cómo se vive el fútbol en Estados Unidos?
Está creciendo un montón, hay mucha pasión en los estadios y me siento orgulloso de haber vivido esa experiencia. Luego, di el salto a Bulgaria, que también ha sido una bonita experiencia, pero tenía ganas de volver a España a jugar y seguir creciendo. Estoy intentando adaptarme lo más rápido posible a Pontevedra para dar mi mejor versión.
¿Cómo te has sentido en estos tres partidos que has jugado?
Muy bien. La categoría es complicada y aún tengo que adaptarme al estilo de juego del míster, pero estoy agradecido por el recibimiento que me han dado en Pontevedra, contento con los minutos, con sumar y poder ir demostrando mis cualidades y ayudar al equipo.
¿Qué diferencias has encontrado con el fútbol de USA?
Aquí, aparte de la cantidad de buenos de jugadores que hay, los equipos están muy trabajados tácticamente, mientras que allí es un fútbol más de campo a campo, más parecido a la Premier League, donde se corre mucho y el físico es más importante. Pero aquí las capacidades técnicas y de entender el juego cobran más importancia.
Lleváis un triunfo, un empate y una derrota. ¿Cómo valoras el arranque de curso?
Los dos primeros partidos nos quedamos con un sabor un poco amargo porque merecimos un poco más, pero es una liga muy competitiva, donde no hay ningún partido fácil. Hay que ir partido a partido, aunque suene a tópico, porque cuesta mucho ganar cualquier punto en esta liga.
El domingo visitáis Riazor, un estadio que tu padre visitó en cinco ocasiones con el Barça en Primera y donde sólo logró ganar una vez.
Ojalá el domingo ya pueda igualarle en el número de victorias en Riazor (se ríe), pero el Depor es uno de los grandes equipos de la categoría. A ver si logramos un buen resultado allí para sumar puntos y conseguir los objetivos.
¿Te ha hablado alguna vez de aquellos duelos con el Superdepor y la liga 1993-94 que se decantó del lado azulgrana por el penalti de Djukic?
Con mi padre hablo mucho de fútbol, me da consejos, pero no de equipos concretos. Pero esta semana estará en Riazor y será un momento bonito que me vea jugando en un estadio donde él también ha jugado.
¿Te da algunas instrucciones futbolísticas?
Él siempre me ha seguido, ve mis partidos, pero consejos como tal, no me da, aunque sí me dice qué cosas puedo mejorar y soy afortunado de tener una persona que me apoya y poder aprender de él.
¿Es el Depor el gran favorito de la categoría?
Es un club con pasado en Primera y uno de los grandes, como el Córdoba, pero no hay equipos malos en la categoría y todo puede pasar. Pero los favoritos se irán marcando durante el año.
¿Qué te parece el equipo que han formado para este curso?
Vengo de bulgaria, llegué hace dos semanas y no me he puesto a mirar las plantillas de cada equipo porque estoy centrado en mi trabajo en Pontevedra y lo que tengo que conseguir como grupo. Es en lo que me enfoco, no en otros equipos.
¿Estáis preparados para dar el susto en Riazor?
Creo que estamos para competir contra cualquiera. El Alcorcón, que es un recién ascendido, vino a Pasarón y merecimos ganar, entonces por qué no ganar este fin de semana en Riazor. El proyecto del Pontevedra es muy ilusionante, tenemos una gran plantilla, una magnífica afición y un gran estadio. Creo que tenemos un equipo para soñar.