El Real Club Deportivo ha tenido en sus ciento diecisiete años de existencia numerosos técnicos. La labor de todos ellos permite que la entidad blanquiazul se convierta con el paso del tiempo en una de las históricas del fútbol nacional. Uno de estos preparadores es Javier Iruretagoyena, del que hoy se cumplen veinticinco años de su presentación como entrenador del primer equipo coruñés.
 

Javier Irureta, que es como se le conoce en el mundillo del fútbol, llega en la temporada 1998-1999 a Riazor. Por aquel entonces, al equipo se le denomina como el ‘Depor de la ONU’ al contar en su plantilla con futbolistas de numerosas nacionalidades, lo que le hace perder el cariñoso apelativo de ‘Superdepor’ con el que se le llama en las primeras campañas de la década de los noventa del pasado siglo.

Años complicados

Son unos años complicados, ya que tras la marcha de Arsenio Iglesias a la conclusión del curso 1994-1995 –en el que se logra en el Santiago Bernabéu la Copa ante el Valencia–, el equipo no acaba de encontrar una regularidad en su juego que le permita volver a luchar por la Liga, un título que en mayo de 1994 se había escapado en el último suspiro en otro partido ante el club che.
 

El presidente del RCD, Augusto César Lendoiro, sitúa en este tiempo al frente del banquillo al galés John Benjamin Toshack, a José Manuel Corral (dos etapas) y al brasileño Carlos Alberto Silva para tratar de enderezar la nave. Estos intentos, salvo en la campaña 1996-1997 –en gran medida por el excelente rendimiento del delantero brasileño Rivaldo–, son todos infructuosos.
 

El regidor, consciente de ello, decide dar un cambio de rumbo y se pone en contacto con Luis Aragonés, que acaba de terminar su vinculación con el Betis tras clasificarlo para la Copa de la UEFA. Ambos se reúnen y al final Lendoiro plantea al madrileño que coja las riendas de la plantilla. ‘El Sabio de Hortaleza’ está de acuerdo, pero en el momento de tratar el sueldo del contrato el representante exige una cantidad de dinero que “era insuperable e inadmisible para la economía del Deportivo” (el mandatario lo desvela años más tarde) y lo hablado se queda en nada.
 

Descartada la primera opción, surge la de Javier Irureta. El vasco ha realizado una buena campaña con el Celta tras clasificarlo para competición europea al terminar sexto. ‘Jabo’, que queda libre al finalizar la temporada, pide dos años al presidente olívico Horacio Gómez para continuar en Balaídos. Sin embargo el mandamás le ofrece uno.

Oferta del Deportivo

Lendoiro aprovecha este desencuentro para presentar al preparador una oferta por dos temporadas. El irundarra, tras varios días en los que medita su decisión, acepta la propuesta del Deportivo y el once de junio de 1998 es presentado en la sede que la entidad tiene en la plaza de Pontevedra. A estas dos campañas iniciales se unen cinco más al estar Javier Irureta hasta la temporada 2004-2005 como entrenador del equipo blanquiazul.
 

La vinculación es exitosa para ambas partes; el Deportivo conquista cuatro títulos estatales –una Liga, una Copa y dos Supercopas– y ésta es la etapa más brillante y fecunda del vasco al frente de un club en su carrera profesional.