El periódico del 23 de diciembre de 1997 llevaba a portada el sorteo de la Lotería, que dejaba en Galicia 600 millones de pesetas, el gasto medio de los gallegos en la noche de Fin de Año, de 10.000 pesetas por persona, y la llegada de un nuevo jugador para el Deportivo, Scaloni, que promete la "garra" de la que carece el equipo.
La presentación de Lionel Scaloni como jugador del Deportivo se produjo hace ahora justo 25 años, tal y como publicaba El Ideal Gallego en sus páginas en aquel entonces.
En la rueda de prensa, el argentino demostró que conoce algunas de las carencias del club blanquiazul. "Aportaré al Deportivo temperamento y garra, que le hacen mucha falta", prometió el pequeño de los Scaloni en su presentación oficial a la prensa herculina, que era también la de su hermano mayor, Mauro, que jugará en el Fabril Deportivo. No fue un acto convencional. Lejos de abusar de los tópicos, Lionel sorprendió a la concurrencia con un lúcido análisis del juego con su nuevo club. El interior derecho argentino, subcampeón del mundo con la selección sub 20 de su país, habla con conocimiento de causa.
Llegó a la ciudad de A Coruña con la lección aprendida, gracias a la televisión argentina, que emitió los partidos que efrentaron al equipo coruñés con la Real Sociedad y al Valencia, saldados con empate y derrota, respectivamente. "Le faltó explosión y llegada por las bandas, como dicen acá; yo lo que mejor sé hacer es precisamente entrar por las bandas", explicó.
Además de en las ruedas de prensa, Lionel demuestra su carácter sobre el césped: "Lucho siempre y estoy siempre de buen ánimo, por lo que espero animar e impulsar a mis compañeros".
Según las cifras facilitadas por el presidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro, el club coruñés ha pagado 2.700.000 dólares (aproximadamente 405 millones de pesetas) al Estudiantes de la Plata por la contratación de Lionel, que jugaba hasta ahora en elprimer equipo de este club argentino y Mauro, que lo hacía en la liga de fililiales, lo que en aquellos lares se denomina la Tercera.
Ambos hermanos se presentaron al reconocimiento médico en ayunas, como es habitual pero, cumplido este trámite, se cambiaron en el estadio de Riazor -lo que les permitió conocer el coliseo blanquiazul, que agradó a ambos hermanos- y se fueron a comer a un conocido restaurante coruñés, acompañados, entre otros, por el jefe de prensa del club, que ejerció de cicerone.
