Lleva 12 años de carrera profesional y solo tiene una espinita clavada: su etapa en el Deportivo. Porque en el plano futbolístico a Gerard Valentín Sancho (Avinyonet de Puigventós, Girona, 1993) le quedó la pena de no haber podido tener más minutos e importancia en el equipo coruñés. Algo de lo que goza en el Huesca. Con el cuadro oscense, en el que cumple su cuarta campaña, es titular indiscutible y vive un gran momento, con el equipo tercero y a un punto del líder de Segunda.
A diferencia de etapas pasadas, como en el caso de Tarragona (Nàstic), las lesiones le están respetando…
Sí, en Tarragona al final tuve una operación de menisco, varias lesiones de ‘isquio’ y sobre todo en la primera y segunda temporada estuve bastante mermado con las lesiones.
Ahora en el Huesca tiene regularidad, incluso ha marcado, a nivel personal poco más se puede pedir, ¿no?
Sí, a nivel personal estoy tranquilo. Es un sitio plácido, una ciudad fácil, un club fácil y más ahora que las cosas están están saliendo bien.
Nada que ver con la temporada anterior…
El año pasado sí que estuvo más difícil, peo al final no deja de ser un club fácil en el que, aunque el momento sea complicado, tampoco hay esas alarmas como en otros sitios.
Hablando de esos sitios no sé si piensa en equipos como el Dépor o en el Nàstic, en los que sí podía haber esas alarmas o urgencias ante un mal resultado, por ejemplo.
Sí, sobre todo depende de las expectativas y de lo que se espere del año. Cuando el equipo está concienciado de que va a luchar para mantener la categoría entra dentro del guion. Al final cuando tú presupones otras cosas y no te salen es cuando vienen las presiones añadidas.
Hablando del Dépor, llegó siendo muy joven, casi no tuvo protagonismo y su fichaje coincidió con un año complicado, con aquel descenso a Segunda División, ¿cómo recuerda esa etapa?
Un poco de todo. Al final futbolísticamente no me salió muy allá, tuve pocas opciones de jugar, pero también tengo un poco de nostalgia. Siempre he dicho que a nivel personal es una de las ciudades, sino en la que más amigos he hecho y donde he vivido bien a nivel personal. Me quedó esa espina porque al final de todos los clubes en los que he estado es el único en el que prácticamente no he jugado.
¿Y por qué cree que pudo ser? ¿Puede ser por la posición? Ahora mismo en el Huesca ejerce mucho más en la ubicación de extremo, pero en el Dépor lo colocaban más de lateral diestro…
También tenía 24 años, era mi primera incursión en Primera División y el Dépor tenía una plantilla con gente muy asentada en la categoría, que llevaba muchos años en el fútbol en Primera división. No es fácil cuando un chaval viene de fuera el aclimatarse. Si me cogiese con la edad de ahora sería diferente, ya he vivido mucho más y tengo más experiencia. Te pilla joven y en un equipo con gente muy contrastada. Al segundo año te diría que al contrario. Como siempre digo, cuando yo me marcho el Dépor está colíder, prácticamente no se rota el once, pero es que se estaban cumpliendo las buenas expectativas. A partir de mi marcha, que no tuvo nada que ver, en febrero-marzo empezaron los malos resultados y es entonces cuando echan a Natxo (González). Con respecto al segundo año es lo que quiero pensar. El primero lo achaco a que era joven y a lo mejor a no haber sabido llevar las situaciones.
Definía antes Huesca, ciudad y club, como fáciles, ¿es A Coruña más difícil, en el sentido de la intensidad con la que se vive aquí el Dépor?
La ciudad vive por y para el fútbol muchas veces. Siempre decía que en A Coruña hay tres motores: Estrella Galicia, Inditex y Deportivo y al final la gente siempre tiene unas expectativas, esté como esté el club, haya los jugadores que haya y cualesquiera que sean los objetivos reales. Al final la gente siempre recuerda la época dorada y siempre quieren más. Eso siempre es complicado de gestionar.
Pero siendo un jugador joven como era usted el llegar a un club como el Deportivo, con esas expectativas, ¿no fue difícil de digerir?
También el club vivía unos momentos convulsos, con cambios de entrenadores, de presidentes, de directiva… Recuerdo que cuando yo llego al mes y medio el presidente cambió al director deportivo (en alusión a Carmelo del Pozo), a los dos meses cambia el entrenador (Pepe Mel) cuando aún no estábamos ni en descenso (fue en la jornada 9 y el Dépor era decimosexto). Se respiraba nerviosismo y eso al final tampoco ayuda.
¿Y cómo ve ahora desde la distancia al Dépor, que ha vuelto a Segunda tras cuatro años en el ‘barro’?
Después del mazazo que han sido estos años en Segunda B la gente ha tenido un golpe de realidad, aunque tampoco era la realidad lo que estaba pasando. Al sufrir ese golpe tan duro han podido construir desde cero y volver a hacer un proyecto a largo plazo y no tener nerviosismo a corto plazo. Desde fuera, ya digo que dentro no sé, se ve una entidad mucho más asentada y más sólida.
Sí que se ha caído en antiguos vicios, como el despedir al entrenador de ascenso y había quizá esas expectativas de ascenso pero los puestos de playoff no están ni cerca, ¿no?
Es complicado. El Zaragoza fue campeón de la Recopa, tiene otros títulos pero lleva 12 años en los que ni se acerca al playoff ¿Cuántos equipos hacen proyecto para subir a Primera? El Granada, el Cádiz, el Almería…
Pero al final suben los que suben a Primera, no pueden lograrlo todos...
Claro, es una categoría complicada, ya lo vivió el Dépor. El último año que estoy yo (2018-19) se mete en playoff con un buen equipo y el siguiente desciende a Segunda B.
¿Cree que el Dépor puede seguir pensando en algo más que no sea sumar 50 y la permanencia?
Soy partidario de enfocar a corto plazo. En esta categoría te da tiempo a ganar cinco seguidos, a perder cinco seguidos, a verte arriba y a verte abajo. Mejor pensar a corto plazo y no en conseguir ‘x’ puntos. Los 50 sí, por supuesto, que son los necesarios para tener la salvación, que es el mínimo y a partir de ahí ya se verá. l verá.
“Sí que soñamos y hay tiempo para soñar” |
El Huesca es tercero, a un punto del ascenso directo y vive un gran momento de forma. Tras eludir ‘in extremis’ el descenso la campaña pasada Gerard Valentín admite que disfrutan el momento, pero con los pies en la tierra y conscientes de la dificultad de la categoría.
LaLiga hizo públicos esta semana los topes salariales y el Huesca cierra la clasificación, pero ahí están en la tabla, a un punto del líder ¿Cómo se explica?
Es cierto. El Almería estaba líder, se ha caído; el Racing de Santander parecía imparable, pegó un bajón y se está recuperando; su equipo va hacia arriba…
En su caso al estar ya cerca de esos 50 puntos, que dan seguro la permanencia, ¿es posible soñar con cotas más altas?
¿Le hace ilusión volver a pisar Riazor? ¿Volvió al estadio desde que salió del Dépor?
¿Qué partido espera? El Dépor estuvo mal en la primera parte en El Alcoraz, pero mejoró en la segunda... |