"Venir al Tenerife es de las mejores decisiones que he tomado". Así de rotundo y convencido se mostraba en su presentación con el cuadro insular Marlos Moreno, exdelantero colombiano deportivista de 28 años que no ha conseguido hasta el momento triunfar en el fútbol español.

En la presente campaña, fichado como refuerzo para el proyecto encabezado por Óscar Cano, no ha gozado de la presencia necesaria para brillar.

No en vano, tan solo ha participado en nueve de los 18 encuentros transcurridos de Liga, con apenas tres titularidades y ninguna diana en los 347 minutos de juego de los que ha gozado.

La pasada jornada, en un choque frente a un rival directo por la permanencia como el Córdoba, dispuso de 30 minutos saliendo desde el banquillo pero no consiguió evitar una derrota contundente por 3-0 que complica la presencia de los tinerfeños el próximo año en el fútbol profesional español.

Y es que ahora mismo el Tenerife es colista de Segunda, con una desventaja de ocho puntos respecto a los puestos de la salvación.

Al igual que en su etapa en Riazor en Primera División en el ejercicio 16-17, Marlos Moreno está mostrando una falta de adaptación preocupante al conjunto isleño.

Atenazado por la presión, no consigue ofrecer el nivel que se le presuponía cuando el Manchester City se hizo con sus derechos profesionales procedente de Atlético Nacional hace casi una década.

Con la cabeza de su entrenador Pepe Mel en juego en caso de un nuevo tropiezo ante el Deportivo de La Coruña, Moreno tratará conseguir su primera diana en España, habida cuenta de que no llegó a estrenar su casillero goleador en la 2016-17 con el Deportivo ni tampoco en los dos encuentros que disputó con el Girona en la 2017-18.

Después de pasar con más pena que gloria por el Flamengo brasileño, Portimonense luso, Kortrijk belga, Troyes francés o Konyaspor turco, Marlos Moreno ha emprendido una nueva aventura en el Heliodoro Rodríguez López. 

El enésimo intento de relanzar su carrera profesional que hasta el momento tampoco está fructificando.

Durante su andadura por el Deportivo en la 2016-17, con Gaizka Garitano y posteriormente Pepe Mel en el banco, tomó parte en 19 encuentros de Liga, con un balance de ningún tanto en sus 794 minutos (nueve titularidades).