La evolución física que llevó a Ortuño al éxito
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La evolución física que llevó a Ortuño al éxito

La evolución física que llevó a Ortuño al éxito
A la izquierda, Ortuño durante su etapa juvenil en el Dépor; a la derecha, en el Eldense esta temporada | AEC/LaLiga

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“Tuve la suerte de ficharlo. Es un chaval que venía rechazado de varios equipos porque era muy pequeñín porque a nivel condicional, siendo sub-16, parecía un sub-14 o incluso un sub-13, pero era un chico con una inteligencia táctica de otro nivel. Así que cuando Albert Gil me habló de la posibilidad de entrenarlo, vino a probar y en cuanto le vi 20 minutos, dije, este chico a mí no me sobraba para nada”, relata Jaime Paz, el primer entrenador que tuvo Sergio Ortuño (Elda, Alicante, 1999) en el Dépor, sobre cómo se desarrolló el fichaje del futbolista eldense por el club coruñés en el verano de 2014.


La metamorfosis física experimentada por el capitán del próximo rival del Deportivo es uno de los aspectos que más llaman la atención en la evolución de Ortu desde que recaló en la cantera blanquiazul, como cadete de segundo año, cuando destacaba por ser un chico “menudito”, hasta su confirmación en el Eldense, ahora con un físico mucho más musculado.


“El desarrollo de Sergio creo que comienza a producirse en su segundo año de juvenil, cuando empezó a ganar más fuerza, más cuerpo. Es verdad que el padre es parecido a él, no es alto, pero se veía que tenía masa muscular, pero lo más importante es que tiene fútbol en la cabeza, es lo que diferencia a los buenos jugadores”, subraya el técnico, quien no duda a la hora de buscar un futbolista de un perfil similar.


“Me recordaba mucho a Xavi el del Barça, clarísimamente. Era una pieza muy importante para nuestro juego y lo jugó prácticamente todo. Era un chico que hizo goles, que jugando contra el Celta, que parecían sus padres, o contra el Madrid, que les llegaba casi por la cintura, dio un rendimiento espectacular”.

 

Era muy pequeñín, pero era un chico con una inteligencia táctica de otro nivel


“Fue una apuesta tanto de Albert como mía, porque Albert lo conocía de la época en el Valencia, y el primer día que le vi me di cuenta de que tenía un talento diferente a los demás”, subraya.


Ortuño dio el salto al Fabril cuando aún era juvenil de tercer año y su debut con el filial blanquiazul se produjo en la temporada 2017-18, en Segunda B. Ese curso disputó nueve partidos con el segundo equipo, pero a la campaña siguiente solo jugó dos encuentros y, aunque entrenaba con la escuadra coruñesa, jugaba con el Laracha, lo que le llevó a solicitar la cesión al Eldense. Al final de aquella temporada, se desvinculó del club herculino.


Jaime Paz explica que recientemente celebraron una reunión con jugadores profesionales, en la que coincidió con el exblanquiazul.


“El salto más grande que ha pegado es la capacidad acelerativa, el nivel de fuerza, porque el fútbol ya lo tenía y sigue jugando como cuando era niño. Era llegador, daba el último pase y a nivel de conservación te manejaba el equipo. Lo más destacado en su evolución ha sido a niveles de fuerza”, argumenta su exentrenador.

 

Jorge Valín


Uno de sus compañeros en la cantera del Deportivo fue Jorge Valín, con quien mantiene una estrecha amistad. “Destacaba por ser muy menudito, pero ahora mismo se le ve y tiene un cuerpo que, aparte de que tiene una calidad que no voy a descubrir, el salto a nivel físico que ha dado desde que estuvo en el Valladolid Promesas le ha ayudado a estar donde está”, indica el futbolista coruñés.


“Lo mejor que tiene es su regularidad porque es un jugador que siempre te da un 8. Es algo que me sorprende y que los entrenadores valoran mucho”, ensalza.


“Además, el año pasado Gandoy y yo estuvimos cenando con él en Alicante y es un chico muy humilde y muy buena gente, que es algo a valorar en alguien que llega arriba”, continúa Valín.

 

Lo mejor que tiene es su regularidad, porque siempre te  da un 8; aún va a llegar más alto


El zaguero confiesa que “en cierto modo me ha sorprendido el nivel que ha alcanzado y su regularidad porque sí veías que era un jugador muy ordenado, que entendía muy bien el juego, pero es muy difícil llegar a Segunda División, mantenerte y jugar tan bien durante tanto tiempo. Estoy seguro de que aún va a llegar más alto”.


Ortuño fue fundamental en el ascenso del Eldense al fútbol profesional en la temporada 2022-23. Jugó 41 partidos en Primera RFEF entre la liga regular y el playoff, 38 como titular, marcó tres goles y repartió cuatro asistencias.


La pasada campaña también fue clave en el engranaje azulgrana, que logró la permanencia en Segunda —anotó cuatro tantos y dio cinco pases de gol—. Y en el presente curso mantiene su condición de titular. Lleva ocho duelos en los que ha marcado dos dianas y ha repartido una asistencia.


“Su calidad no es tanto a nivel de filigranas, sino que es un tío que siempre se caracterizó por el orden y por entender el juego. Siendo tan menudo y jugando en el centro del campo, no era muy físico, pero su fuerte era el entendimiento con balón, a nivel de colocación, de táctica, de pase, que es lo que tiene que tener un mediocentro, saber mirar antes de pasar, controlar y dar el pase”, razona Valín, actualmente en las filas del equipo andorrano Unió Esportiva Santa Coloma.

 

Yago Gandoy


“Considero a Sergio muy amigo porque además de jugar con él, durante tres años estudiamos juntos, así que pasé casi todo el día con él”, dice Yago Gandoy.


“Cuando éramos juveniles, tardó más en desarrollar, entonces le faltaba físico. El fútbol sí lo tenía, pero luego tuvo que salir al Laracha porque aquí no le daban las oportunidades que él quería. A partir de ahí, trabajó muchísimo este aspecto porque era un déficit que tenía y en las temporadas en el Eldense lo ha hecho increíble, porque se lo curró, tuvo esos dos ascensos, ahora está ahí y se lo merece, porque el futbol profesional implica estas cosas”, comenta el centrocampista coruñés.

 

No pierde balón, da continuidad, en defensa rasca, hace kilómetros y ahora ha cogido buen disparo


“La temporada pasada hizo un temporadón, este año también ha empezado fuerte y espero que más pronto que tarde lo veamos en Primera”, expresa el jugador del San Sebastián de los Reyes.


Gandoy apunta que su excompañero “antes era más mediapunta, pero ahora se ha ido convirtiendo en un mediocentro, con el cuerpo y todo.  No pierde balón, te da continuidad, en defensa también rasca, hace kilómetros y ahora ha cogido buen disparo y tiene gol, que marca tres o cuatro por temporada. Es regular y eso en el fútbol es muy difícil”, sentencia el coruñés.

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