Ser del Deportivo supone haber vivido dos realidades muy diferentes en función de la fecha de nacimiento que marque tu DNI. Por un lado, están los que recuerdan a un equipo campeón que conquistó una liga en Riazor, que le ganó la Copa del Rey al Real Madrid en su centenario o que compitió en los campos de Europa consiguiendo incluso disputar una semifinal de la Champions League.
Por otro lado están los que saben que todo eso pasó gracias a los siete títulos que luce el club coruñés en sus vitrinas, pero que lo ven tan lejano y dispar a la situación actual y a lo que ellos han vivido que les parece un sueño que dudan mucho si algún día tendrán la suerte de vivir tal y como lo hicieron sus padres o abuelos. Son diferentes memorias blanquiazules y distintas respuestas que dependen de la generación a la que pertenecen.
Además de ser reconocido por su gran trayectoria como actor y humorista, Xosé Antonio Touriñán (Culleredo, 1980) luce con orgullo allá donde va los colores del Deportivo. En 2021 llevó a cabo la iniciativa 'Un dos meus' a través de la cual patrocinó a varios canteranos del club coruñés, comenzando por Noel y Trilli y consiguiendo recaudar 43.680 euros en apenas 24 horas. A pesar de tener la suerte de poder decir que ha vivido multitud de títulos con el Dépor, Touri elige otros dos momentos como sus preferidos ya que como él mismo afirma: "Son cousas que xa non pasan no fútbol".
"Eu vivín ligas, copas, supercopas, ascensos… moitos mellores momentos. Pero a nivel personal, sendo egoísta, hai dous momentos que quedarán para sempre: o día que chega Lucas e estou con él no vestiario antes da súa presentación, o que pasa ese día é espectacular, e o día que decidimos facer a campaña de 'Un dos meus'… que locura, e bendito deportivismo, marabilla de sentimento de pertenza. Nun día 42.000 euros para patrocinar á os xogadores que subían da canteira ao primeiro equipo. Comezou por Noel, despois Trilli e era tanta a loucura que acabou sendo para todos… Estas cousas fanme sentir orgulloso de ser do Dépor", afirma el actor.
"Yo tampoco soy un gran futbolero, ni sé de fútbol la verdad. No sigo de cerca el Dépor, soy un poco profano en los temas futbolísticos", comienza reconociendo el músico y actor David Perdomo (A Coruña, 1979). "Pero como buen coruñés tengo recuerdos del SuperDépor, y quizás el primero que me viene a la mente más allá del penalti de Djukic, de la liga o de la Copa del Rey es cuando nació, el nacimiento del SuperDépor", continúa.
"Yo acostumbraba a ver el fútbol con mi padre por las tardes, que lo echaban en la Televisión de Galicia. La liga de 1992-93, cuando llegaron Bebeto y Mauro Silva, nunca la olvidaré, porque yo creo que fue la primera vez que nació Bebeto y el SuperDépor. Ese partido contra el Real Madrid que ganamos 3-2 y que creo que fue Bebeto el que metió los tres goles. Goles que recuerdo perfectamente, sobre todo dos de ellos, por las sensaciones que despertaron en mí y que creo que en todos los coruñeses. De repente darse cuenta de que teníamos algo realmente grande en aquel equipo y que había nacido algo muy bonito", recuerda David.
"El resto de España giraba la cabeza hacia nosotros, con admiración, éramos como una especie de metáfora de Astérix contra los romanos, los galos contra los romanos. Creo que me limitaría a ese recuerdo donde quizá yo en mi cabeza sitúo ese nacimiento y ese SuperDépor que después nos marcaría a todos durante años de una manera más grande o más pequeña, pero si eres coruñés, ya no es solo que seas del Dépor, si no que has sentido, y si eres de los 90, esa fuerza que tuvo ese momento histórico en nuestro equipo", finaliza.
Uno de los protagonistas de la época del SuperDépor y autor del gol que le dio la liga al equipo blanquiazul el 19 de mayo del 2000 fue Donato. Cuando apenas habían transcurrido tres minutos de juego, el hispano brasileño cabeceó un córner servido por Víctor sellando el que desde ese instante se convirtió en su mejor recuerdo como deportivista: "Cuando ganamos la liga... una pasada. Ganar la liga con el Dépor, no hay cosa mejor en la vida y en el fútbol. Yo creo que de todo lo que hemos vivido aquí los diez años, ganar la liga fue lo mejor que ha pasado", afirma.
Si algo se ha demostrado a lo largo de los años, es que la unión, el compromiso y la lealtad son los valores que los aficionados del Deportivo llevan por bandera. Es por eso que a pesar de que Anita Guerra, presidenta de la peña deportivista Chamberí, ha vivido multitud de conquistas con el conjunto coruñés, elige un detalle que tuvieron sus peñistas con ella recientemente.
"Hace poco he tenido problemas de salud y yo soy la que se encarga de las entradas en la peña. A principios de enero alguien coloca un link por el grupo para conseguir las entradas para Burgos. Yo me quedo un poco estupefacta. Como sabían que estaba jodida, para no darme trabajo decidieron buscarse la vida y en lugar de tramitar las entradas por la Federación de peñas vieron que se podían coger a través de la página web del Burgos y las cogieron por ahí todos juntos. No fueron todos los que lo hicieron pero el grueso de ellos, como una veintena, tuvieron el detalle para descargarme de la tarea. Creo que eso, a pesar de las mil historias que yo he vivido, hace merecer la pena de cada trabajo, cada disgusto y sobre todo haber elegido ser del Dépor a pesar de ser de un pueblo del medio de la meseta castellana", desvela Anita muy emocionada.
A pesar de que el equipo coruñés es uno de esos tan solo nueve equipos que han conseguido conquistar una liga, al igual que Touri, Perdomo y Anita, algunos deportivistas ponen por delante otros momentos como la remontada al Milan en Riazor o el famoso 'Centenariazo'. "Yo la verdad es que en el 'Centenariazo' viví un momento bastante difícil porque tenía el corazón dividido. No sabía si tenía más ganas de que ganara el Deportivo o de que perdiera el Real Madrid, lo pasé bastante mal", bromea uno de los aficionados que sondeamos ante el estadio de Riazor. Uno de sus acompañantes interrumpió el discurso para recordar aquel 19 de mayo del 2000, en el que el conjunto herculino se resarció de lo que había pasado seis años atrás con el penalti de Djukic y conquistaba la liga española: "Y la Liga, la Liga por supuesto".
"El mío fue en la época del SuperDépor, cuando remontamos el 4-0 a los italianos que ya lo daban todo por hecho, y después lo máximo fue el 'Centenariazo' de la Copa del Rey", comenta un aficionado junto a su hija, la cual abre el siguiente apartado que es el de los deportivistas que debido a su edad, tienen como mejores recuerdos algunos más sencillos: "El ascenso del año pasado o el ascenso a Primera (2014) cuando Fernando (Vázquez) corría toda la banda, pero lo máximo que viví fue eso", afirma comparándolos con los que acababa de mencionar su padre.
Pero los recuerdos son también una cuestión generacional. Y antes de los grandes triunfos del club hubo episodios brillantes que se recuerdan con mucho cariño. A Enrique Calvete, tesorero de la Diputación de A Coruña y exconsejero del club entre 2014 y 2019 se le viene a la cabeza un recuerdo de infancia, el del gol de Beci en la portería de Marathón que supuso el ascenso a Primera División en junio de 1971. Veinte años y tres dìas después los dos goles de Stojadinovic en la meta de Pabellón están grabados a fuego (como el que quemó aquel día el meigallo) en la memoria de muchos de aquellos que fueron conocidos -entre decepciones y fracasos- como los niños del ascenso.
"El gol de Beci en la portería de Marathón y la salvación en el Camp Nou
Calvete ya era un treintañero. Más tarde, en el tránsito de aficionado a directivo del club vivió también pasajes inolvidables. "La salvación en el Camp Nou, con aquellos goles de Lucas y Salomão ...". Las cámaras de televisión retrataron su sufrimiento y el del presidente Tino Fernández en el palco blaugrana. Con ellos también en primera fila se puso en marcha poco después el proyecto de equipo femenino del Deportivo. Cuando subió a la máxima categoría, Calvete estaba representando al club en Canarias. "Aquel fue otro instante inolvidable", recuerda.
Imperecedero fueron también algunos desastres, por ejemplo el de la derrota ante el Rayo Vallecano en Riazor y el ascenso frustrado en 1983. Ramón Piña, que luego también fue consejero del club, estaba entonces sobre el césped. Pero hila aquella decepción para recordar su mejor momento como deportivista, que no es puntual sino que se extiende a lo largo de varios meses. "Sin duda lo que más disfruté fue ser parte del equipo toda aquella temporada 1982-83. Acabó mal, pero el juego que desplegó el equipo, el compañerismo... Fue inolvidable. Merecimos de largo el ascenso", apunta.
Liga, Copas del Rey, Supercopas de España... seguramente muchos desearían poder elegir con cuál se quedan, pero los más jóvenes apenas se acuerdan de ver al Dépor en Primera División y la gran mayoría de las veces han vivido descensos, derrotas y crueles playoffs que nunca acababan bien.
"Aquel Dépor-Celta con gol de Lassad poco después del de Orellana
Dava Torres, capitán del Liceo, nació en A Coruña el año que Djukic falló el penalti y trae a escena un derbi como su mejor recuerdo con el Deportivo. "Lo primero que me viene a la cabeza es el Dépor-Celta de 2011 que mete gol Lassad para ganar al final en el ochenta y pico. Me acuerdo no solamente del gol, sino toda la previa, que había mogollón de polémica. Fui con mis primos a verlo a Marathon Inferior con los Blues y el gol fue una locura porque el partido lo teníamos dominado pero metió Orellana ahí al final un golazo. Había sido como un bajonazo y justo después metió Lassad ese golazo que hubo como una estampida, que nos caímos, fue una locura. Ahí debía tener 17 años. Es un recuerdo muy chulo, del que me acuerdo con más potencia de memoria y como más importante por como fue el 2-1 y por toda la que había montada en la ciudad por el partido. Si me tuviera que ir rápido a un recuerdo, sería ese", confiesa.
Es el benjamín de todas las personas consultadas y le ha tocado vivir al Dépor en el peor momento de su historia, pero Jacobo Copa Chas (A Coruña, 2006) guarda con cariño muchos recuerdos que vivió con el equipo blanquiazul. Tras proclamarse campeón con la selección española en el Mundial de hockey sub-19 el pasado mes de septiembre, el Deportivo le hizo un homenaje en la previa del partido ante el Burgos. El jugador del Liceo saltó al campo vistiendo la blanquiazul con su nombre y Riazor rompió en aplausos. A pesar de esto, y de que lo incluye entre sus momentos favoritos, Jacobo se queda con otros dos partidos que fueron muy especiales para él.
"El 2-1 al Barça con goles de Joselu y Álex Bergantiños. Recuerdo mucho ese día porque fui con mi tío y aunque era pequeño me acuerdo bastante. También el ascenso del año pasado con el gol de Lucas ya que viví toda la previa con mis amigos de toda la vida, el recibimiento al equipo, el corteo... Lógicamente incluyo el homenaje que me hicieron en Riazor y el abrazo con Lucas, se me puso la piel de gallina", confiesa. Además, como uno de los aficionados pertenecientes a la 'generación de barro' no quiere terminar sin recordar: "Si quieres también te digo el peor momento, fue el partido de playoff ante el Castellón que no ascendimos, lo vi en las pantallas que instalaron en la explanada de Riazor".
Al tener que elegir un solo momento, casi todos se quedan con el ascenso ante el Barça Atlètic en el que los blanquiazules lograron abandonar la tercera categoría del fútbol español tras cuatro años de continuas decepciones. Aún así, a medida que avanza un poco la edad de los entrevistados, nos mencionan otras fechas que también se quedaron grabadas en sus retinas: "Cuando le ganamos 2-0 al Mallorca en casa en el 2019", menciona un aficionado refiriéndose al partido de ida del playoff de ascenso a Segunda División, aunque al final el equipo coruñés no tuviera premio tras remontarles en Son Moix en el duelo de vuelta.
"El mío es de hace más tiempo, los primeros años que estuvimos ascendiendo y descendiendo entre Primera y Segunda (2010-2015). Por ejemplo cuando descendimos contra el Valencia, yo era un niño pequeño pero verlo aquí fuera cómo era y todo eso, eso fuera la hostia", recuerda un seguidor nacido en 1996 y consultado en una rápida encuesta hecha entre seguidores en la previa del último partido en el estadio de Riazor.
Sea como sea, si algo han demostrado los aficionados del Dépor es que su amor y apoyo es incondiconal y no entiende de categorías ni de malos resultados. Y ahí siguen, capaces de mantenerse al pie del cañón junto a un equipo al que no terminaban de salirle nunca las cosas al derecho y que incluso deambuló durante años por los campos del tercer escalón del fútbol nacional.