El Elche, próximo rival del Deportivo este domingo, es uno de los once conjuntos que integran la Segunda División que se encuentra en manos extranjeras.
Concretamente en las del empresario argentino Christian Bragarnik, exjugador y representante de futbolistas y entrenadores (abanderóm incluso a Diego Armando Maradona) que lidera el grupo Score Club 19.
En diciembre de 2019 esta entente empresarial abonaba a José Sepulcre una cantidad cifrada entre los 16 y los 18 millones de euros para hacerse con la propiedad del 70 por ciento del capital social de la entidad del Martínez Valero.
Con el paso de los años, el control de Score Club 19 se ha visto incrementado hasta el actual 97,02 por ciento que Bragarnik (jugador que pasó con más pena que gloria por el fútbol argentino) posee en la actualidad.
El nuevo propietario del Elche abogaba a su llegada por "tratar de continuidad al buen trabajo que ha realizado Sepulcre todos estos años, seguir dándole estabilidad al club y llevarlo donde merece", a la Primera División.
El desembarco de Bragarnik en la entidad ilicitana coincidió con un ascenso a Primera División en el que el Deportivo de La Coruña tuvo su dosis de protagonismo, puesto que al doblegar al Fuenlabrada en un choque sobre el papel intrascendente los herculinos facilitaban el acceso al playoff de ascenso de un Elche que no desaprovecharía este rebote para colarse en la máxima categoría.
Tres temporadas le duraría la alegría a los franjiverdes, que en junio de 2023 regresaban a Segunda División, donde actualmente militan.
Y es que la Liga Hypermotion representa para las empresas con capital extranjero una apuesta más que atractiva; la inversión inicial no tiene por qué ser demasiado elevada (los derechos de televisión no sobrepasan en práctiamente ningún caso los diez millones de euros) mientras que la rentabilidad en caso de ascenso a Primera se eleva como la espuma (los ingresos audivisuales al menos se quintuplican en la máxima categoría).
De hecho, 11 de las 22 escuadras que integran la Segunda División se encuentran en manos foráneas, con nutrida presencia de empresarios latinoamericanos en los últimos años.
Siempre según datos de eleconomista.es, Albacete, Burgos, Elche, Almería, Zaragoza, Oviedo, Racing de Santander, Sporting de Gijón, Castellón, Málaga y Granada sobreviven a costa del capital extranjero.
El Albacete se halla bajo el control del empresario venezolano-libanés Georges Kabchi, del grupo Sky Line, con el 99 por ciento de su capital social.
El Burgos, por su parte, está dominado por el empresario argentino Marcelo Figoli, del grupo 360, con el 47 por ciento de los títulos del club.
La dirección del Almería, el equipo más poderoso económicamente de Segunda, ha sido comprada por 18 millones de euros por el empresario de Arabia Saudí Turki Al Sheikh, con el objetivo de regresar cuanto antes a la élite.
Los máximos accinistas del Zaragoza son Juan Forcen Márquez: 13,46% Amber Cápital: 5% Fernando Saniz De Varanda Alierta: 2,9%, si bien han admitido también inversores ingleses y norteamericanos.
El Oviedo, desde 2022, está dominado por el grupo mexicano Pachuca (51% de las acciones) y el pasado curso se quedó a las puertas del ascenso a Primera en la final del playoff. Jesús Martínez, el hombre que está al frente del conglomerado, fundó el proyecto en 1993 y llevó a lo más alto de México a Pachuca y León.
El Racing de Santander posee como máximo accionista al empresario y científico argentino Sebastián Ceria desde 2023, un genio de las matemáticas que se marcó como meta ascender a Primera en dos o tres años desde su irrupción en el fútbol español.
En el Sporting de Gijón sobresale la figura del mexicano Alejandro Irarragorri, dueño del grupo Orlegi; además, es propietario del Consejo Directivo de la Universidad del Valle de México.
El recién ascendido Castellón se encuentra en manos del greco-canadiense Heralobos Voulgaris desde 2022; este mandatario ha llegado con el anhelo de seguir escalando hasta la élite en poco tiempo.
El Málaga fue el primero en encomendarse a las inversiones foráneas, ya que desde 2010 fue controlado por el jeque catarí Al Thani, que lideró al equipo a la Liga de Campeones para posteriormente asistir a su caída en picado y las consiguientes críticas feroces.
El Granada, por último, en 2016 asistió al cambio de gestión, toda vez que el propietario de la sociedad china Link Internation Sports Limited, Jiang Lizhang, alcanzó un acuerdo con Gino Pozzo para adquirir su paquete de acciones y convertirse así en el máximo accionista del club.
