La eficacia es la clave
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La eficacia es la clave

La eficacia es la clave
Los jugadores del Dépor celebran uno de los goles en el Carlos Belmonte | Fernando Fernández

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“Estamos teniendo juego, el otro día (contra el Burgos) hacemos un buen partido en términos de producir juego, dominamos no sólo la posesión, sino jugar hacia delante... Creo que en realidad el equipo está haciendo cosas bien, pero en las áreas no estamos siendo eficaces y estamos trabajando en ello”, analizó Imanol Idiakez en la previa del desplazamiento del Dépor a Albacete.


El cuadro coruñés había rematado en más ocasiones que el rival en cuatro de las seis primeras jornadas de la Liga 2024-25, pero sólo había sumado una victoria. También había ganado la posesión en cinco enfrentamientos. Curiosamente, en el Carlos Belmonte fue cuando menos tuvo la pelota, con un fútbol más vertical, disparó menos que su oponente, pero goleó a la escuadra manchega (2-5).

 

Dépor-Oviedo, posesión sin premio


La escuadra blanquiazul estrenó la temporada con un ejercicio de posesión. El equipo coruñés quería ser protagonista, pese a tener en frente a un rival que el curso anterior se quedó a un paso del ascenso, ya que cayó en la final del playoff.


En el Dépor-Oviedo de la primera jornada, la pelota fue de los blanquiazules, quienes exhibieron un 63,7% de posesión (su registro más elevado en lo que va de curso). 519 pases efectuó el equipo de Idiakez, mientras que el rival apenas combinó en 298 ocasiones.


Fue un duelo sin grandes ocasiones, pero con mayor presencia del cuadro herculino en el área rival. 16 disparos —siete de ellos entre los tres palos—, pero sin acierto. Mientras que el cuadro asturiano, que remató siete veces (cuatro a puerta), aprovechó un despiste del Dépor en una falta para llevarse el triunfo por 0-1.

 

Huesca-Dépor, los defectos pesan más que las virtudes


El segundo compromiso, en Huesca, fue un nuevo ejemplo de cómo los defectos pesan más que las virtudes. El Dépor volvió a ser el dominador de la pelota y generó más juego, pero un penalti innecesario de Petxarroman sobre Vilarrasa al filo del descanso y un córner mal defendido en el minuto 93 anularon la diana de Ximo Navarro en una gran acción combinativa de los herculinos y la mayor capacidad de creación visitante (2-1).


Sin exhibir un dominio del esférico tan apabullante como el de la primera jornada, pero aun así, el equipo de Imanol Idiakez tuvo el 58% de posesión y apostó por un fútbol combinativo. 463 pases, por los 336 de los oscenses. 


El equipo local probó su puntería en once ocasiones y atinó entre los tres palos en cinco, mientras que el Dépor efectuó trece remates —cuatro a puerta—. Ambos porteros detuvieron tres tiros, pero los locales acabaron con dos goles y los visitantes, con uno. Un 20% de efectividad para el Huesca y un 10% para los herculinos.

 

Dépor-Racing, decidió una genialidad de Yeremay


Coruñeses y ferrolanos disputaron un derbi de necesitados en la tercera cita de la competición. El equipo coruñés exhibió sus mismas armas que en los primeros encuentros, el dominio del balón y la presión en campo contrario. Eso sí, con un cambio de dibujo, con Mella como lateral zurdo.


La pelota volvió a ser blanquiazul, con un 56,7% de la posesión (413 pases de los locales y 309 de los visitantes). El dominio ofensivo también se quedó en casa. Sin grandes ocasiones, pero aun así, los de Idiakez realizaron trece remates (dos a puerta), por ocho de los de Cristóbal Parralo (uno entre los tres palos).


Pero fue un mal despeje de la zaga racinguista en el minuto 55 la que permitió que Mella recuperara el balón, se lo diera a Yeremay y el canario, en una gran acción personal, marcara el 1-0 para que los herculinos exhibieran un 12,5% de efectividad en ataque.

 

Granada-Dépor, pierde la pelota por primera vez


Por primera vez en lo que va de temporada, el cuadro herculino veía cómo el rival le arrebataba el balón. Fue en la cuarta jornada, en Granada. El equipo nazarí tuvo más el balón y probó más su puntería, aunque acertó menos entre los tres palos. Al final, hubo reparto de puntos en Los Cármenes (1-1).


Por poco, pero la posesión en esta ocasión fue para el adversario, con un 50,3% para el Granada y un 49,7% para el cuadro deportivista. 442 pases locales por 437 de los blanquiazules.


Una docena de disparos a puerta del equipo andaluz por los once que efectuó el conjunto coruñés. Eso sí, dos de los locales fueron entre los tres palos —y uno de ellos acabó en un autogol de Pablo Martínez—, mientras que el Dépor atinó a portería en cuatro ocasiones y transformó una diana. Un 16,7% de efectividad blanquiazul, por un 12,5% de los granadinos.

 

Córdoba-Dépor, falló en las áreas de nuevo


Otra vez, como dijo Idiakez, la diferencia estuvo en las áreas. El cuadro coruñés cuajó una mala primera parte en Córdoba, pero aun así, dispuso de las dos ocasiones más claras. Sin embargo, no atinó y se marchó al descanso por detrás en el marcador, debido a un nuevo fallo a balón parado.


En el tramo final del duelo, los herculinos asediaron la portería rival, pero tampoco hubo acierto, mientras que los locales sentenciaron en el 97’ con un gol de Yoldi tras un penalti de Pablo Martínez (2-1).


El equipo coruñés tuvo la pelota, con un 56% de posesión, pero su juego fue plano y le costó pasar de su campo. 438 pases, por los 330 que completó el equipo local. Quince disparos de los herculinos (cinco a puerta), mientras que el Córdoba remató dieciséis veces (seis a portería).

 

Dépor-Burgos, una derrota difícil de creer


La escuadra coruñesa fue la clara dominadora del encuentro en Riazor. Tuvo el 58,5% de la posesión, completó 512 pases, mientras que su rival combinó en 364 ocasiones. Los herculinos, además, generaron más ocasiones que su oponente y se mostraron más profundos, pero inexplicablemente terminaron perdiendo porque, de nuevo, la diferencia estuvo en las áreas y pesaron más los fallos que los aciertos.
Quince remates efectuaron los pupilos de Idiakez —tres de ellos dirigidos entre los tres palos—, mientras que el cuadro burgalés probó su puntería sobre el arco rival en siete ocasiones —eso sí, cuatro fueron entre los tres palos—. El Dépor terminó el duelo con un 0% de efectividad en ataque, mientras que los castellanos lo hicieron con un 28,6% gracias a aprovechar dos errores locales graves en los instantes finales.

 

Albacete-Dépor, casi la mitad de acierto


Los canteranos Yeremay Hernández y David Mella lideraron la ofensiva blanquiazul, que registró una eficacia espectacular. Justo al día siguiente de que Imanol Idiakez hubiera avisado de que la diferencia estaba en las áreas, el Dépor transformó el 45,5% de los disparos que efectuó. Catorce remates —siete entre los tres palos— y cinco acabaron en gol. Su rival, sin embargo, disparó hasta en 20 ocasiones (era la tercera vez que el adversario probaba más su puntería que los herculinos), siete fueron a portería, pero solo dos acabaron dentro. 2-5 para el Dépor.


Curiosamente, la mayor goleada llegó cuando el cuadro coruñés tuvo menos la pelota que nunca, con un 40,6% de posesión. 335 pases de los blanquiazules, por 495 del Albacete. Pero el fútbol vertical fue una pesadilla para el conjunto manchego.

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