El Ayuntamiento y el Deportivo protagonizaron el segundo capítulo del serial sobre el convenio de Riazor. Esta vez, la alcaldesa, Inés Rey, se mostró colaborativa y el club, horas después, recogió el guante en un comunicado que aprovechó para precisar las declaraciones que había hecho la regidora y negar que hubiera recibido el borrador del nuevo texto sobre la cesión del campo municipal.
Las dos entidades se enfrentaron a finales de la semana pasada después de que el dirigente del Deportivo asegurara que el Ayuntamiento quiere cobrarle por el uso del estadio, si bien después precisó que se refería al ‘naming’, el nombre comercial, y la alcaldesa, Inés Rey, le acusara de mentir en sus declaraciones, aunque también en este caso puntualizara después que la cesión del nombre no podía ser gratuita.
El Deportivo agradeció “la colaboración ofrecida públicamente por la alcaldesa, Inés Rey”, de llegar a un acuerdo sobre Riazor, pero advirtió de que “antes de retomar las conversaciones” y “especialmente” tras “la grave acusación de mentir vertida contra el presidente, Antonio Couceiro, el club se ve en la obligación de defender la honorabilidad de su máximo representante”.
Couceiro informó el jueves en la reunión del Consejo de Administración que “después de muchos meses solicitando la formalización al Ayuntamiento de un nuevo convenio de uso del Estadio de Riazor, la alcaldesa le había confirmado por comunicación escrita no oficial” que el Gobierno local “solicitaba una contraprestación económica por la utilización del ‘naming’”.
El Deportivo recordó que “el 18 de junio de 2018” se incorporó “una addenda al convenio” del año 2000 “para recoger que, desde el 14 de julio de 2017 existe una autorización municipal para la utilización del nombre y la marca Abanca-Riazor única y exclusivamente en los partidos que dispute” el club en el campo coruñés.
Esta addenda, explicó el conjunto coruñés, “incluye nuevas contraprestaciones no económicas” como publicidad en los videomarcadores.
Convenio en riesgo
Una vez que la entidad financiera Abanca se convirtió en accionista mayoritario del club en julio de 2020, el 12 de junio de ese año, el club “envió por correo electrónico un borrador de nueva addenda” al convenio de 2000, ya que este recogía que podía romperse si la entidad futbolística cambiaba su accionariado y pasaba a tener un dueño.
Según la versión del Deportivo, “el 4 de noviembre de 2021 el Ayuntamiento remitió un correo electrónico con modificaciones sobre el borrador de addenda” del 12 de junio de 2020. El club contradijo al Ayuntamiento en que “el Deportivo sí le dio respuesta” por correo electrónico con “los motivos por los que no podía firmarla”, entre ellos, que la ampliación del convenio expiraba en 2031 y la supresión de dos párrafos sobre la cesión del estadio para eventos organizados por el dueño de la instalación.
El equipo aseguró que “no ha llegado a recibir nunca una contrapropuesta a dicho borrador de addenda” y que meses después el Ayuntamiento le trasladó que “jurídicamente no era posible una modificación del convenio” sino que era “necesaria la firma de uno nuevo”. El Deportivo afirmó que no ha “llegado a recibir nunca el borrador del nuevo convenio a pesar de las constantes y reiteradas solicitudes realizadas en los últimos dos años”.
El club también manifestó que “en la actualidad no percibe ningún tipo de apoyo económico directo por parte del Ayuntamiento” y que incluso mantuvo seis meses de manera gratuita la publicidad institucional en el autobús del equipo tras haberse quedado el Ayuntamiento sin fondos para renovar el contrato de patrocinio.
“El Deportivo ha decidido sustituirlo por una rotulación de agradecimiento a la afición deportivista, A Nosa Forza, que nunca falla al RC Deportivo”, comentó el club.
En todo caso, el Deportivo afirmó que “mantiene su total predisposición para colaborar con el Ayuntamiento como, fiel, honesta y desinteresadamente ha venido haciendo” y reiteró su “voluntad de diálogo y de plasmar en un convenio un acuerdo satisfactorio”.