El Deportivo explora la posibilidad de incorporar a su plantilla al defensa central luso Domingos Duarte. El club blanquiazul se ha puesto en contacto con la agencia de representación del jugador para sondear las opciones de que regrese al equipo que le dio la alternativa en el fútbol español, pero se ha topado con el elevado salario del jugador, que este verano ya estuvo a punto de bajar un peldaño, dejar el Getafe e incorporarse al Sporting de Gijón. Al final no hubo acuerdo para que regresase a Segunda División, competición en la que es un futbolista anhelado no solo por el Deportivo sino también por Granada, Almería, Oviedo y, sobre todo, Zaragoza. 

Domingos no es ni mucho menos un indiscutible para el técnico Pepe Bordalás en el conjunto madrileño. En lo que va de temporada se pasó los doce primeros partidos de Liga en el banquillo, aunque en la jornada de este fin de semana gozó de su cuarta titularidad esta campaña, en el duelo que el Getafe ganó en Las Palmas. Tiene minutos, por el contrario, en la Copa del Rey, competición en la que el Getafe está en octavos de final, donde le espera este próximo miércoles el Pontevedra en Pasarón.

Duarte jugó en la temporada 2018-19 en el Deportivo, reclutado por Carmelo del Pozo a través de una cesión negociada con el Sporting de Portugal. La campaña anterior había militado también a préstamo en el Chaves, donde conformaba un llamativa pareja de centrales con el serbio Nikola Maras, que esta campaña juega en Gijón. El modesto equipo de la localidad portuguesa próxima a Verín quedó sexto en aquella temporada que puso a Duarte en el radar deportivista. En Riazor conformó una consistente pareja en el eje de la zaga con Pablo Marí. Los dos, que hubiesen jugado en Primera División de blanquiazul, hicieron las maletas después de aquel malhadado partido de Mallorca.
 

El central portugués ya no se fue del fútbol español. Pasó por el Granada, donde firmó un contrato de cuatro años e hizo historia en competición europea antes de caer a Segunda y quedarse expuesto con una cláusula liberatoria de 750.000 euros, un caramelito que aprovechó el Getafe, donde perdió la titularidad cuando Bordalás reemplazó a Quique Sánchez Flores. El regusto que dejó Duarte en A Coruña es excelente, central dominador del juego aéreo en ambas áreas, con jerarquía y buen manejo de balón. En marzo cumplirá 30 años.
 

El interés del Deportivo parte de la dirección deportiva y ya ha llegado a instancias superiores, desde las que se intentó en las últimas fechas acercar posturas para que el zaguero regresase al club. El Deportivo está abierto a cualquier oportunidad de mercado, pero sobre todo busca refuerzos para el centro de la zaga, el centro del campo para asumir un rol creativo para el que no cuentan Hugo Rama o Charlie Patiño y la delantera. Quizás también para jugar en banda si finalmente se concreta la salida inmediata de Yeremay. 
 

El perfil sobre el que se apunta es el de jugadores procedentes de la máxima categoría, sin excesivos minutos de juego y que acepten dar un paso atrás para jugar en Segunda. Los argumentos para convencerles son los de un plan de futuro y un contrato largo. 
 

Una eventual rescisión de Yeremay a cambio del pago de la claúsula de 20 millones de euros dejaría al equipo coruñés sin uno de sus pilares, pero aportaría un músculo económico que pondría al Deportivo en una situación de ventaja en el mercado respecto a la mayoría de sus rivales en la categoría.