Al Dépor no le llega
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17º-23º

Al Dépor no le llega

Al Dépor no le llega
Soriano, en un lance del juego / Javier Alborés

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La Liga empieza con un gatillazo para el Deportivo, que en un Riazor enfebrecido no pudo imponerse al Oviedo en un partido que pareció de empate y que se llevó el rival, espabilado para sacar fruto de una de esas desatenciones que en la víspera el entrenador Imanol Idiakez había avisado que no se podían cometer. Marcó el Oviedo a los cinco minutos de partido, que en realidad fueron siete porque el videoarbitraje se tomó su tiempo para validar la jugada, y a partir de ahí nadó y guardó la ropa. Quiso y no pudo el Deportivo, que como sucedió en el Teresa Herrera dio la impresión de que le falta algo para llegar al nivel que se le supone a la categoría. Y aún peor: cuando debió de virar el partido se encontró con que el entrenador no confió en lo que tenía a su vera. Apenas dos cambios realizó Idiakez en una liza que necesitaba un meneo. Pero, por lo que sea, no acabó de confiar en que sus reservas pudiesen mejorar las prestaciones de los futbolistas que tenía sobre el campo. Y ese es un pésimo mensaje a estas alturas del verano. También reparable, eso sí.

 

El Oviedo ganó con lo justo, con la solvencia que se le supone a un equipo que estuvo a punto de ascender a Primera el pasado mes de junio, con alguna pieza de categoría, como el sorprendente lateral zurdo Rahim, que la temporada pasada jugó en Primera Federación con el Recreativo y del que nadie se fue en todo el partido. Ni siquiera Mella, que se exprimió sin éxito, y al que Idiakez, cuando Yeremay se agotó, no le dio carrete en la banda izquierda, donde moraba un lateral amonestado y de un nivel inferior al futbolista de Niger.

 

Ganaron los asturianos y rompieron con un único gol una pila de plusmarcas que contemplaban a unos y a otros. Los estadísticos pueden romper las cuentas porque Del Moral cazó con un testarazo una falta lateral ante la que no compareció el entramado defensivo deportivista. Pareció pronto para pensar que aquello había quedado sustanciado, pero en hora y media de juego nadie más fue capaz de llegar a la red. En ese amanecer semejaba que el partido era del Oviedo porque no sólo marcó sino que pareció codicioso, armado para defender alto y tratar de que se jugase en el terreno del Deportivo. Y ahí se expusieron los problemas de los chicos de Idiakez para mover la pelota con claridad. Sufrieron en la medida que lo hacían desde atrás; se aclaraba el panorama si la redonda le llegaba a Soriano y encontraba a Lucas o Yeremay como socios. Por ahí encontró una veta el Deportivo, en el flanco que trataba de defender Lemos, superado y reemplazado al descanso. Pero los blanquiazules nunca estuvieron a gusto, negados también por un partido que se convirtió en una batalla, excesivo en faltas e interrupciones, tamizado por un festival de amonestaciones a través de las que el árbitro creyó controlarlo todo.

 

Le faltó pegada al Deportivo para que sus buenas intenciones florecieran en el área del Oviedo. Idiakez despreció durante más de una hora el valor de situar una referencia entre los excelentes centrales del rival. Y todos los caminos se convirtieron en tortuosos por más que Lucas Pérez mejorase cada ataque, siempre a un nivel muy superior al de la media de su equipo. Poco antes del descanso pudo marcar el emblema deportivista. Lo evitó Dani Calvo, valladar oviedista.

 

El receso rearmó al Deportivo, que miró hacia la grada de Marathón y creyó revitalizarse. Soriano pudo marcar en el segundo minuto de la reanudación con una excelente conducción que finiquitó con un remate flojo. El Oviedo perdió el control y el técnico Javi Calleja quiso retomarlo con Santi Cazorla, balón a sus pies y magisterio. Se avivó el Deportivo para que el partido transitase hacia el frenesí. Pudo marcar Ximo Navarro, que hizo un partido excelente en el lateral izquierdo, en dos opciones casi consecutivas que frustró el meta Aarón Escandell. Para entonces aún esperaba el equipo a Mella, que apenas apareció. Y Yeremay se apagaba, corto de adiestramiento tras unos días entre algodones.

 

Se agotó el Deportivo, que llegó al final del partido con más fe que fuerzas, nada sobrado de ambas. Fue entonces cuando Cazorla tomó la batuta para evitar un epílogo desatado. Barbero y Hugo Rama fueron las únicas alternativas que encontró Idiakez en su banquillo. Algunos de sus hombres calentaron en la banda tres cuartos de hora, pero el entrenador no encontró un resquicio para contar con ellos. Falta algo por construir y bueno es saberlo a estas alturas. Ganó el Oviedo, que no fue excesivamente mejor, pero en ningún caso inferior y el Deportivo debe espabilar no ya para llegar a esas cotas a las que ahora no puede aspirar y con las que todos soñamos, sino para no perder aquello que costó ganar cuatro largos años.   

 

-- Ficha técnica:
0 - RC Deportivo: Germán Parreño; Petxarroman, Pablo Vázquez, Pablo Martínez, Ximo Navarro; José Ángel (Hugo Rama, min.84), Villares; Yeremay (Barbero, min.70), Lucas Pérez, Mella; Mario Soriano.
1 - Real Oviedo: Aarón Escandell; Lemos (Lucas, min.46), David Costas, Dani Calvo, Rahim; Alberto del Moral; Paulino (Hassan, min.60), Sibo, Dotor (Cazorla, min.60), Sebas Moyano (Álex Cardero, min.70); Alemao (Paraschiv, min.81).
Goles: 0-1 Alberto del Moral, min.6
Árbitro: Lax Franco (comité murciano). Amonestó a Pablo Martínez (min.22) y Mario Soriano (min.31) por parte del RC Deportivo, y a Dotor (min.24), Sebas Moyano (min.28) y Lucas (min.50) por parte del Real Oviedo.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la primera jornada de LaLiga Hypermotion disputado en el estadio municipal de Riazor ante 25.824 espectadores.

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