Aunque se vio obligado a remontar después del tanto que abrió el marcador del visitante Douglas, el RC Deportivo acabó por tumbar al Castellón 2-1 en la final de campeones de Primera RFEF, encadenando de este modo su vigésimo encuentro invicto en el presente ejercicio.
La escuadra entrenada por Imanol Idiakez no cae desde hace cuatro meses y medio; concretamente desde el pasado 14 de enero en el estadio Reino de León.
Corría la jornada decimonovena del campeonato regular de liga —la última de la primera vuelta— y los coruñeses caían por un resultado de 1-0.
A partir de este momento, el conjunto de Riazor se enfundó el disfraz de invencible, con 16 victorias y solo cuatro empates hasta la fecha.
Una racha espectacular con la que pulverizaron su registro de la temporada 80-81 (18 jornadas consecutivas sin derrota) y se aproximan a las 22 seguidas de 1994 (conseguidas en dos temporadas bajo la batuta de Arsenio).
Contra el Castellón, el Deportivo fue capaz de sobreponerse a un marcador adverso y a las nueve bajas que arrastraba.
El jugador franquicia del Depor 23-24, Lucas Pérez, fue creciendo en el encuentro hasta ser, como casi siempre, determinante.
Y es que el atacante de Monelos se rehízo al fallo en un lanzamiento de penalti en el minuto 28 —el segundo del año que no materializa, tras el del Sabadell en Liga—.
El ‘7’ aprovechó un balón en el área para regatear a su par y trazar un zurdazo inapelable que supuso el empate (1-1) en el minuto 69.
El delantero suma y sigue en cuanto a aciertos en la presente temporada, con su decimotercer tanto del curso.
La afición del Depor lo despidió por todo lo alto, con una ovación cerrada.