Charlie Patiño (Watford, 2003), centrocampista inglés con raíces coruñesas, ya es jugador del Deportivo para las próximas cuatro temporadas. La incorporación del joven futbolista de 20 años no se podría entender sin el componente emocional que une a Charlie Patiño con el Dépor y la ciudad de A Coruña a través de sus orígenes familiares.
El propio Dépor calificó “la predisposición y las ganas de Patiño de fichar por el Deportivo” como “claves” en las negociaciones con el Arsenal, que deja ir a un jugador que llegó a ser una de sus grandes promesas. Por su parte, el padre de Charlie, Julio Patiño, reconoció que con la llegada de su hijo al conjunto herculino se cumple el "sueño" de su familia.
La abuela de Charlie, natural de Cambre, y el abuelo, de A Coruña, también cimentaron una pasión que, en un extraño giro de los acontecimientos, ha sido crucial para empujar al Dépor a acometer un fichaje que no habría sido posible sin ese factor emocional.
Charlie Patiño estará donde quiere estar. A pesar de las peculiaridades de este movimiento, no es el primer futbolista que en los últimos años ha forzado para firmar por el club blanquiazul debido a su cariño por el Dépor y por la ciudad de A Coruña.
En este sentido, Lucas Pérez es el mayor exponente de esta lista. El capitán coruñés regresó a casa en enero de 2023 cuando tenía contrato en vigor con el Cádiz y antepuso su deseo personal de actuar en el Deportivo al prestigio económico de seguir en Primera División.
“No vengo a jugar en Primera Federación, vengo a jugar en el Deportivo”, dijo Lucas
Lucas tuvo que negociar con la directiva cadista la rescisión unilateral de su vinculación contractual, abonando de su bolsillo una cantidad cifrada en medio millón de euros, y de esta forma pudo volver a su ciudad natal para tratar de rescatar al Deportivo de la categoría de bronce. “No vengo a jugar en Primera Federación, vengo a jugar en el Deportivo”, dijo Lucas en su presentación. Año y medio después pudo cumplir su sueño de devolver al equipo blanquiazul al fútbol profesional.
“Estoy muy ilusionado de volver a casa. Soy un tío muy feliz ahora mismo”, aseguró Hugo Rama en septiembre de 2023 cuando fue presentado por el Deportivo. El centrocampista de Oroso, que había militado en el pasado en el Fabril, regresó a un Dépor en Primera Federación a pesar de que anteriormente se había consolidado en Segunda División en el Lugo y en el Oviedo.
Por otro lado, Luis Quintero también celebró junto a Lucas y Hugo Rama el reciente ascenso a Segunda División, aunque contó con un rol residual desde su incorporación al Deportivo en el mercado de invierno de la 2023-24. El atacante hispanocolombiano, que recaló en A Coruña cedido por el Villarreal, explicó en su presentación su vinculación con A Coruña a pesar de no haber vivido toda su vida en la Comunidad Valenciana. “Por tema familiar prácticamente todos los veranos los pasaba aquí. Tenía una vinculación muy grande con A Coruña y eso derivó en cariño hacia el Dépor. Además de realizar campus con exjugadores reconocidos como Fran. Eso provocó un gran cariño hacia el Deportivo”, apuntó.
Luis Quintero, Hugo Rama, Lucas Pérez y Charlie Patiño, cada uno con su historia particular, comparten una curiosidad. Existen imágenes, que salen a la luz con frecuencia en redes sociales, que prueban su pasión por el Dépor desde bien pequeños y se les puede ver ataviados con camisetas, bufandas y banderas blanquiazules. Quintero incluso explicó en su presentación cómo se fraguó una foto suya de niño con Lassad: “Un día vine con mi tía, pude conocer a Lassad, que era uno de mis jugadores favoritos de ese Dépor; y de ahí tengo la foto con él”.
"Veía cada vez más complicado volver", aseguró Mackay en su presentación
Ian Mackay fue otro futbolista que cumplió su deseo de volver a jugar en el Deportivo, aunque su historia tiene por el momento un final amargo. El coruñés hizo carrera fuera de A Coruña a pesar de militar en su juventud en el Fabril, pero en el verano de 2021 se abrió la oportunidad de regresar al Dépor. Mackay venía de ser elegido mejor portero de Segunda División con el Sabadell, pero decidió aceptar el reto del club blanquiazul en Primera Federación: “Veía cada vez más complicado volver. Hay que devolver al Dépor lo antes posible donde se merece. En lo personal lo veía muy complicado poder defender este escudo. Estoy muy contento de poder hacerlo”, afirmó Mackay en su presentación. No obstante, los errores cometidos en Castellón en el playof de ascenso de la 2022-23 crearon una brecha entre el portero y parte de la afición que terminó con la desvinculación de Mackay del Dépor en el mercado de invierno de la 2023-24.
Ian Mackay coincidió en el vestuario con otro futbolista coruñés que apostó por el Deportivo en un momento difícil. El lateral Raúl García Carnero, con más de 80 partidos en Primera, regresó al Dépor en el verano de 2022 tras lograr el ascenso a Primera División con el Valladolid. Formado en el Victoria y con pasado en el Fabril, Raúl no dio su mejor versión en el carril izquierdo del Dépor y un año después de su llegada se retiró del fútbol.
Esta lista también cuenta con la presencia de otro futbolista coruñés como es Pedro Mosquera. El centrocampista, asentado en Primera División tras su paso por la cantera del Real Madrid, recaló en el Deportivo en la 2015-16 procedente del Elche. Su deseo de volver a casa fue clave en un movimiento que permitió juntar en el centro del campo a dos futbolistas nacidos en la ciudad herculina: Pedro Mosquera y Álex Bergantiños.
Además de los futbolistas citados, otros como Xisco Jiménez, Celso Borges, Fabricio Agosto, Fede Cartabia, Bruno Gama, Salomao y Arizmendi, entre muchos otros, pusieron de su parte para regresar al Deportivo en una segunda (o tercera) etapa, aunque no tenían vinculación con la ciudad de A Coruña en primera instancia. Muestras de sentimiento de pertenencia que no abundan en el mundo del fútbol.
Charlie Patiño tampoco es el primer hijo de la emigración que regresa a Galicia para incorporarse al Deportivo. Gerardo Seoane, Richard Moar, Alberto Castro y José Manuel Rey son algunos ejemplos de retornos tras la emigración familiar a sus respectivos países de destino.
Gerardo Seoane, actual entrenador de éxito en el Borussia Mönchengladbach, nació en Lucerna (Suiza), pero su ascendencia gallega influyó para que Lendoiro apostase por su fichaje a finales de los 90 como un proyecto de futuro. El mediocentro, internacional sub-21 por Suiza, militó en el Fabril de 1998 hasta 2002, aunque fue cedido en la 1999-00 al Bellinzona. Gerardo Seoane llegó disputar dos partidos de Copa del Rey con el primer equipo y en uno de ellos, ante el Jerez, fue titular.
Richard Moar sí hizo carrera en el primer equipo blanquiazul. El lateral de Ordes emigró a Alemania, pero regresó en 1971 procedente del Teutonia Lippstadt para competir en el Fabril hasta 1973. A partir de ese año pasó a formar parte del Deportivo hasta 1980. Posteriormente, fichó por el Valladolid, pero de nuevo retornó al Dépor para jugar dos temporadas más en Segunda (1985-86 y 1986-87). Richard Moar, que también fue secretario técnico con Lendoiro como presidente, llegó a disputar más de 200 partidos con el Deportivo.
Alberto Castro, también lateral, protagonizó en los 80 otro fichaje del Deportivo con la emigración como denominados común. Hijo de emigrantes coruñeses en Países Bajos, Alberto Castro llegó al Fabril procedente de la cantera del PSV Eindhoven y militó en el filial desde 1986 hasta 1988.
El Fabril también contó con la participación de José Manuel Rey Cortegoso durante 14 partidos en la temporada 1994-95. El internacional venezolano con raíces coruñesas consiguió disputar 116 partidos con la Vinotinto, aunque su paso por A Coruña fue fugaz.
Seoane, Moar, Castro y Rey fueron algunos de los últimos, pero desde la década de los 30 el Dépor acogió el regreso de hijos de emigrantes, que en este caso partieron hacia América. Es el caso de Reboredo, primer deportivista en superar los 200 partidos. El argentino militó en el club en dos etapas (1933-1937 y 1939-1947), mientras que su compatriota Vigo hizo el mismo viaje (1958-1960). Por último, los uruguayos Souto (1958-59) y Gustavo Loureiro (1989-1992) también retornaron a la tierra de sus padres para jugar en el Dépor.