El respaldo mayoritario de la ciudadanía de A Coruña a la candidatura de la ciudad como sede del Mundial de fútbol de 2030 ha provocado la reacción de los principales portavoces políticos del ayuntamiento. Los resultados de la encuesta de Demosgal para DXT Campeón, en la que un 70% de los vecinos apoya la iniciativa municipal, han servido para que los representantes del PSOE, PP y BNG pongan en valor distintos aspectos del proyecto, pero también para reconocer que existen carencias que es necesario abordar, especialmente en materia de información y de concreción de los beneficios que el evento puede reportar a la ciudad.
Desde el gobierno local, Gonzalo Castro, concejal de Cultura y Turismo y responsable del proyecto del Mundial 2030, ha valorado de manera muy positiva el amplio respaldo social. “Lo que pone de manifiesto la encuesta es que los coruñeses y coruñesas apoyan decididamente que A Coruña sea sede del Mundial 2030. Es incuestionable. Y cuando se conozcan más detalles del propio proyecto de sede mundialista, estoy convencido de que ese apoyo se incrementará exponencialmente”, asegura.
El político socialista entiende que el apoyo reflejado en la encuesta refuerza la apuesta municipal por seguir avanzando en el objetivo de convertir A Coruña en sede del Mundial que organizarán de manera conjunta España, Portugal y Marruecos, aunque admite que todavía hay aspectos que mejorar, especialmente en relación con la comunicación a la ciudadanía.
El propio sondeo refleja que un 82% de los encuestados considera que los vecinos no han recibido suficiente información sobre el proyecto.
Gonzalo Castro reconoce que “siempre se dijo que este proyecto había que llevarlo con mucho sigilo y discreción para garantizar su éxito. Pero en su momento será objeto de exposición a toda la ciudadanía y se compartirá con todo el mundo. De hecho, se ha trasladado información, aunque a lo mejor lo que hay que hacer es profundizar en algo decisivo como que esto no es un proyecto exclusivamente para un evento deportivo como el Mundial, sino que es un evento de transformación de la ciudad y se pretende aprovechar la palanca y las oportunidades que genera el Mundial para transformar nuestra ciudad de la mano de la transformación del estadio de Riazor”.
Por su parte, el portavoz municipal del Partido Popular, Miguel Lorenzo, expresó su satisfacción por el apoyo ciudadano a la candidatura, pero recordó que queda un largo camino por recorrer.
“Que A Coruña haya sido elegida como una de las sedes del Mundial 2030 es bueno para la ciudad, como recoge la encuesta, que cuenta con los mimbres adecuados para que sea un éxito y, sobre todo, con una de las mejores aficiones del mundo del fútbol. Pero que haya sido elegida no significa que el Gobierno municipal se pueda dormir en los laureles porque hay mucho trabajo por hacer”, afirmó.
Entre esas inquietudes figura de manera destacada el retorno económico que el Mundial puede suponer para la ciudad. Los datos de la encuesta muestran que un 40,5% de los coruñeses tiene dudas sobre la rentabilidad de la inversión prevista. Miguel Lorenzo remarcó la necesidad de profundizar en las fuentes de financiación.
“Hasta ahora, como también refleja la encuesta, no ha habido transparencia en la información de todo lo relacionado con la candidatura, en especial acerca de las fuentes de financiación que reúnan los más de 100 millones de euros necesarios para adecuar el estadio y su entorno a los requisitos de la FIFA que aún tendrá que dar su visto bueno definitivo a las sedes propuestas”, indicó el líder popular, quien añádió: “De momento solo la Xunta se ha comprometido económicamente, pero no hay noticias del resto de administraciones ni del inversor privado que tendría que hacerse cargo del 30% del presupuesto”.
Desde el BNG, el portavoz municipal Francisco Jorquera también hizo mención a las dudas de la ciudadanía sobre la ausencia de información en torno a lo relacionado con el proyecto mundialista.
“Compartimos a preocupación das coruñesas e os coruñeses sobre a falta de información arredor do mundial 2030. Continuamos sen ter certeza do custo económico da reforma do estadio e de como se vai financiar”, lamentó.
“Continuamos sen saber que compromisos adquiren cada administración pública e a identidade do operador privado. Continuamos sen saber a cambio de que vai entrar capital privado na operación. Máis alá das declaracións hiperbólicas do Goberno Local, tampouco existe ningún estudo económico sobre o hipotético retorno económico para a cidade dun investimento que sen dúbida será moi cuantioso”, valoró Jorquera, que reiteró su preocupación a modo de resumen: “En definitiva, demandamos transparencia e clareza e que se poña a disposición da veciñanza, e da propia Corporación municipal que a representa, toda a información sobre este proxecto”.
La encuesta muestra que los ciudadanos le dan un aprobado (una media de 5,8) a la posibilidad de que Riazor acoja grandes eventos musicales y otro tipo de espectáculos y también ven con buenos ojos a la posible atracción de inversores extranjeros (media de 5,4).
En ese sentido, Gonzalo Castro subrayó que “la encuesta también pone de manifiesto que no solo se apoya el proyecto, sino que se apoya aprovechar esta palanca para convertir a nuestra ciudad en un auténtico referente internacional en la realización de grandes eventos y en la realización de un espacio singular como es el estadio de Riazor, situado en un emplazamiento que no existe en otros lugares. Un emplazamiento envidiable que propiciará que Riazor lidere una transformación importantísima de nuestra ciudad”.
“El proyecto del Mundial y la reforma del estadio de Riazor contribuirá de una forma decidida a que nuestra ciudad suba peldaños en su posicionamiento internacional y propiciará que tengamos sinergias de carácter económico y social vinculadas a la explotación de un recinto absolutamente único y envidiable, no solo en España, sino a nivel internacional, por su propio emplazamiento”, concluyó el concejal.
Con todavía mucho camino por recorrer para la candidatura coruñesa, el debate político en torno al Mundial 2030 en A Coruña se mueve ahora entre el respaldo ciudadano, las exigencias de mayor información y transparencia, y la necesidad de garantizar que las inversiones previstas se traduzcan en beneficios reales para la ciudad herculina.