Así pagó el Deportivo su deuda
lll
17º-23º

Así pagó el Deportivo su deuda

Así pagó el Deportivo su deuda
Escotet y Vidal durante la presentación del crédito participativo de Abanca en 2020

Usuario

“Por primera vez en la historia, el Deportivo no tiene deuda”, declaran con pompa desde el club blanquiazul. La afirmación puede  rebatirse, pero no la importancia del momento, su valor y la magnitud del camino recorrido. En poco más de diez años el Deportivo ha transitado desde la incertidumbre financiera a una certeza que le abre una vía promisoria de cara a los próximos años.


Por el camino se han caído varias plumas de los ropajes que vistieron al club durante décadas: el tan celebrado capitalismo popular se ha convertido en un recuerdo del pasado, y equipo y afición han sufrido durante cuatro duras temporadas en una categoría que no corresponde con el potencial del club. El contador se ha puesto a cero. Como cuando en 1962 el club vendió a Amancio al Real Madrid por 10 millones de pesetas, una cantidad sideral para la época que sirvió para pagar pufos de todo tipo.


La deuda es historia, pero el proceso que sirvió para despejarla es muy ilustrativo sobre el manejo del club en esa última década.

 

 

El origen de una deuda sin parangón


La deuda tiene su génesis en el concurso de acreedores en el que entra el club el 14 de enero de 2013 y que en números redondos era de 160 millones de euros que se podían desglosar en 30 millones de deuda ordinaria, 31 de deuda subordinada y 99 millones de privilegiada (ejecutiva y sin posibilidad de quita con la Agencia Tributaria y dos entidades financieras, Caixa Galicia, que entonces era NovaCaixa Galicia y a partir de junio de 2014 Abanca, y Banco Gallego, luego Sabadell).


La deuda ordinaria y subordinada se sometió, aún con Augusto César Lendoiro en la presidencia, a la aprobación de un convenio de acreedores que se pactó el 10 de enero de 2014, con una quita del 33%, que una vez deducida rebajó ambas deudas en el entorno de 10 millones de euros cada una de ellas. La deuda ordinaria pasaba a ser de 20,79 millones y la subordinada de 20,03 y para su abono se estableció un calendario de pagos que parecía asumible.


El Deportivo sale del proceso concursal por resolución judicial de 5 de febrero de 2014 y sin disponer de un convenio singular con la Agencia Tributaria ni con las entidades financieras, por lo que el principal objetivo en ese momento es intentar ordenar un calendario de pagos de esa importante cantidad, sobre los 100 millones de euros, necesitada de dichos convenios sobre todo en lo que se refiere a la Agencia Tributaria, cuyas posibilidades ejecutivas podían significar fácilmente, de no llegarse a un acuerdo, la liquidación del club.


De hecho, a partir de esa fecha en la que el juzgado declara resuelto el proceso concursal, la Agencia Tributaria reactivó los embargos paralizados durante el proceso de tramitación del concurso, y dejó prácticamente con cero euros las cuentas del club durante varios días, hasta que se iniciaron las negociaciones para firmar un convenio singular.

 

Escotet y Tino Fernu00e1ndez en los acuerdos firmados en 2017 y 2015   (1)
Escotet con Tino Fernández en los acuerdos firmados en 2017 | AEC

 

 

Un pago de 10,8 millones a mayores


Mientras todo eso sucedía en los despachos, en el césped el equipo competía por ascender a la máxima categoría. Lo hacía además en la primera temporada en la que se empezaba a aplicar el control económico de La Liga, la 2013-14. Por eso no había podido incorporar a Álex Geijo, que llegó a pasar reconocimiento médico.


En enero de 2014 llega al club un nuevo Consejo de Administración presidido por Tino Fernández. Al poco de entrar recibió la primera en la frente. Una de sus primeras actuaciones tuvo que ver con la modificación de la Ley Concursal, que establecía la consideración de ingreso imputable por el Impuesto de Sociedades, tanto del importe de la quita, como del efecto financiero de la espera o aplazamiento de la deuda. En total suponía asumir un pago de 10,8 millones de euros más en enero de 2015, de una tacada. Pero se pidieron una serie de aplazamientos hasta que finalmente el Senado aprobó una enmienda solicitada por el Deportivo a esa modificación de la Ley Concursal.


“Aquel 14 de mayo de 2015, no ganamos ningún título pero mi alegría fue inmensa después de estar conectado a la página web del Senado durante toda la mañana escuchando todas las intervenciones. Será uno de los días que siempre recordaré”, apuntó Tino Fernández tiempo después en su discurso de despedida del club.


Esos 10,8 millones se han podido abonar mientras se realizaban el resto de pagos del convenio de acreedores. Es decir, se fraccionó el pago en 34 años, que al final fueron apenas diez.

 

 

Una sentencia que supuso 7 millones más


Otro hecho que incrementó la mochila deportivista fue la resolución del recurso presentado por la Agencia Tributaria sobre la calificación de subordinada de una gran parte de ese tipo de deuda con el fisco (21,7 millones de euros). En el juicio celebrado en abril de 2014 en la Audiencia Provincial, ésta falló a favor del Deportivo. Sin embargo, el 13 de marzo de 2017 el Tribunal Supremo en el recurso de casación presentado por la Agencia, se decanta en sentido contrario y esta sentencia se consideró firme. No solo significó un incremento de la deuda en más de 7 millones de euros, sino que se calificó como privilegiada (sin posible quita). La sentencia supuso que el Deportivo tuviese que asumir un pago anual de 3,5 millones más a Hacienda.


En conclusión el importe de la situación que asumieron los nuevos gestores del club en enero de 2014 ya contaba con la resolución del concurso de acreedores que descontó unos 20 millones la deuda, pero los hechos sucedidos con posterioridad como consecuencia de aquellos débitos dejaron un mapa de partida, siempre en números redondos y agregando otras deudas de cuantía menor, de 168,8 millones de euros a enjugar. A esa altura el patrimonio neto negativo del Deportivo era de menos 117 millones de euros. O lo que es igual: lo que debía el club excedía en 117 millones al valor contable de sus activos.

 

Escotet y Tino Fernández en los acuerdos firmados en 2017 y 2015   (2)
El presidente de la entidad bancario y Tino Fernández en los acuerdos firmados en  2015   (2)

 

 

Firma del convenio con la Agencia Tributaria


En marzo de 2014 se firmó el convenio con la Agencia Tributaria que obligaba al club a realizar pagos a Hacienda de en torno a 10 millones de euros anuales.


El primer objetivo de Tino Fernández al frente del club pasó por negociar un plan de pagos con el fisco. Se llegó a un acuerdo menos de dos meses después de que asumiese la gestión el nuevo Consejo de Administración. Todo en un contexto en el que la Agencia Tributaria era reacia a firmar pactos que tiempo atrás eran habituales en clubs que entraban en concurso. Conviene considerar que el Deportivo fue de los últimos en tomar esta decisión.


Se establecieron unos plazos de pago de ocho años con posible ampliación a diez en caso de descenso a Segunda División. ¿Era un convenio duro? Sí. Pero ningún club firmó uno similar desde entonces. Simplemente Hacienda ejecuta la deuda y los clubs desaparecen. En junio de 2013, el Salamanca, con noventa años de historia, cerró la persiana víctima de una deuda de 23 millones de euros, 13 de ellos con Hacienda.


El caso es que con 99 por pagar, el Depor encontró la manera de llegar a un acuerdo con la Agencia Tributaria y se insufló vida a un enfermo en la UCI. El club siempre cumplió con ese plan de pagos hasta que abonó la deuda que le quedaba cuando en 2017 llegó a un acuerdo con Abanca.


En la primavera de 2014 el equipo subió a Primera División después de que Fernando Vázquez optimizase el rendimiento de una modesta plantilla, una noticia excelente y no sólo en lo futbolístico. Pero lo hacía lastrado a mayores por un pago extraconcursal porque como consecuencia de anticipos recibidos en períodos anteriores, había que devolver 10 millones de euros de los derechos de televisión a cobrar. ¿Cómo se hizo? Mediante el descuento de dichos derechos en las dos siguientes temporadas en Primera División, a razón de 5 millones por ejercicio.


 


Primer acuerdo con Abanca


En junio de 2015 se llega a un acuerdo con la entidad comandada por Juan Carlos Escotet, para que las cantidades pendientes de uno de los préstamos que tenía el Deportivo con ella se fuesen abonando descontadas por publicidad en la camiseta y otras acciones publicitarias.


Poco después, en el mes de julio de ese mismo 2015, se firma el acuerdo para el pago de las cantidades pendientes del otro préstamo, el crédito sindicado de 14 millones de euros que el Deportivo debía a Abanca y Banco Sabadell, con vencimiento final en el año 2031. Con ello quedaba estructurada toda la deuda del club, tanto la privilegiada como la concursal.

 

 

Lendoiro
 

 

 El acuerdo con Abanca para liquidar con la Agencia Tributaria


En junio de 2017 el Deportivo firma el acuerdo más trascendente. Los pagos a la Agencia Tributaria suponían un riesgo de liquidación del club en caso de hecatombe deportiva porque no se podrían continuar. En ese sentido resultaron claves las tres permanencias consecutivas en Primera División. Pero el Consejo de Administración siempre tuvo claro que debía de encontrar un ‘comprador’ de esa deuda que mantenía con Hacienda para poder blindar el futuro del club y de paso elevar el tope salarial disponible, que estaba lastrado por esos pagos.


Hubo negociaciones con varias entidades financieras y fondos de inversión interesados en ello, pero que ofrecían condiciones que en algunos casos eran leoninas. Al final se llegó a un acuerdo con Abanca. A cambio de 45 millones de euros que se debían de pagar en quince años, el banco prestó el dinero preciso para liquidar la mayor parte de la deuda con Hacienda y evadirse del duro acuerdo firmado en 2014. El estadio pasó a llamarse Abanca-Riazor en todos los eventos organizados por el Deportivo.


El club valoró a la hora de llegar a un acuerdo con Abanca y no con otras entidades el destacado papel del banco en la economía y empresas gallegas, con intereses comerciales y vocación entonces de aparecer como socio institucional del Deportivo, con clara voluntad de colaborar y ayudar a sacar al Deportivo de una situación compleja, no como la Agencia Tributaria que por su propia normativa ni puede aparecer como socio de nadie, ni puede tolerar ninguna situación de impago, con la fuerza necesaria que le da la Ley para, si es preciso, ejecutar y liquidar a las empresas que tengan deudas.

 

RIGOR
El Deportivo jamás dejó de cumplir con sus pagos del pasado y del presente


Tiempo después de aquel acuerdo, ya durante la pandemia, uno de los gestores del club en aquel tiempo reflexionaba sobre lo acontecido: “Todo sucede en un contexto en el que se impone la demanda social de tolerancia cero con las deudas del futbol y deudas con el ámbito publico en general, cuando se exige por ejemplo reforzar la sanidad pública o los servicios sociales, reto permanente de las administraciones públicas”. De alguna manera Abanca se aparecía como un acreedor ‘amigable’ que apostó sin fisuras por el Deportivo. El mismo gestor abunda, de manera muy gráfica, en el papel que jugó entonces Abanca: “Nos podemos imaginar la respuesta de otras entidades financieras del mercado si les vamos con un “Mire usted, soy el Deportivo. Debo un pastón de dinero, pero quiero que me preste 45 millones para pagárselos a la Agencia Tributaria y ya se los devuelvo en quince años. Por cierto, quince años que no sé si me los voy a pasar en Primera o en Segunda División. Las carcajadas del Director de Riesgos de turno, se hubieran escuchado en Australia”.

 

 

La situación en el mes de enero de 2020


A pesar del descenso a Segunda División en la primavera de 2018, el Deportivo jamás dejó de cumplir con los pagos de una deuda que había estructurado con tanto esfuerzo. En el periodo comprendido entre enero de 2014 y mayo de 2019, cuando dejaron el club Tino Fernández y su Consejo de Administración (en el que sólo hubo un relevo durante ese tiempo, el de Ramón Piña por Fernando Vidal), se abonaron, una vez más en números redondos, 82,8 millones de euros. A esta cifra habría que sumarle tanto los intereses correspondientes, salvo en la deuda ordinaria, y una importante cantidad de millones de euros de bases imponibles negativas, por no haber reflejado en su día las pérdidas de la sociedad.


Así, a la altura en que regresó Fernando Vidal al club, en este caso como presidente, la deuda que arrastraba el Deportivo era de 86 millones de euros. Fue entonces cuando Escotet calificó al club como una empresa ‘escarallada’ y cuando entró Abanca en un club que estaba asumiendo al día los pagos del pasado y del presente.

 

Deporabanca (99) 16162108
Juan Carlos Escotet, entre Inés Rey y Michelle Escotet, durante el partido que supuso el ascenso del Depor Abanca  | AEC

 

 

Crédito participativo y control del club


En enero de 2020, con el equipo último clasificado en Segunda División, el nuevo presidente Fernando Vidal llega a un acuerdo con Abanca para concretar un crédito participativo de 5 millones de euros, de los que poco más de un millón se podrían destinar a los refuerzos indicados por la nueva secretaría técnica asumida por Richard Barral.


Llegan al club Sabin Merino, Beauvue, Keko Gontán, Uche Agbo, Abdoulaye Ba, Aleksandar Jovanovic, Emre Çolak y Hugo Vallejo. También lo hace un nuevo entrenador aunque ya conccido, Fernando Vázquez, que con la base de jugadores que ya tenía el club (Borja Valle, Dani Giménez, Mollejo, Mujaid, David Simón, Nolaskoain, Shibasaki, Aketxe, Montero…) conduce al equipo a las puertas de la permanencia en medio de la polémica del último partido de Liga contra el Fuenlabrada.

 

El acuerdo con Abanca suponía una operación en la que la entidad financiera suscribiría el préstamo participativo de 5 millones, además de aportar 30 millones de euros correspondientes a la capitalización de la deuda del Deportivo con la entidad. Y en una fase posterior se ampliaría capital en 35 millones más. Como consecuencia de ello Abanca pasó a ser el accionista mayoritario del Deportivo, primero con el 44% de los títulos y después con en torno al 75%. Al final de aquella temporada y si se considera la capitalización la deuda del club bajó de algo más de 90 millones hasta los 56.

 

 

Los rigores del covid y la caída a los infiernos


Abanca llega al club justo en los albores de la pandemia y asume un equipo que se cae a Segunda B, después Primera Federación. La primera campaña en la tercera categoría del fútbol español se cierra con pérdidas de 7,6 millones de euros, tras ingresar 11,8 y gastar 19,4, de los que el 60% se destinaron a una plantilla que se creía confeccionada para lograr el ascenso, pero que acabó peleando por no bajar a Segunda Federación.


El principal accionista del club asumió las pérdidas no sin antes prescindir del Consejo de Administración presidido por Fernando Vidal. Y en diciembre de 2021 aportó 12 millones de euros. “Son cantidades importantes a tener en cuenta. Aunque se haya normalizado, estás partidas influyen seriamente en nuestra realidad”, deslizó el presidente Antonio Couceiro en una de las juntas de accionistas.


Cada temporada en el pozo generó pérdidas de las que se hizo cargo Abanca y mientras se cumplían con todos los pagos, en diciembre de 2023, se reconoció una deuda total que ya se situaba en el entorno de los 47 millones de euros.

 

 

La mochila se descarga y se vacía del todo


En la temporada 2023-24 se agregaron 32 millones más para liquidar toda la deuda concursal y cubrir las pérdidas de los rigores propios de competir en la tercera categoría con una estructura de club grande. Con la cuenta a cero el banco plantea, a mayores, una doble ampliación de capital en la que aporta de saque 5,2 millones de euros más que pueden llegar a ser, casi con toda seguridad, 5 millones más.


El resultado es que el Deportivo, que debía de acabar de pagar en 2048 la deuda con la que había entrado en concurso de acreedores iniciará ahora, a partir del 1 de julio, un nuevo camino sin taras, con mayor músculo económico para afrontar su regreso al fútbol profesional. Abanca ha capitalizado todos los préstamos pendientes de pago, ha pagado la deuda concursal y aportará, al menos, 35 millones de euros “nuevos” para que el Deportivo se reinicie con garantías.


Por el camino se ha certificado la defunción del capitalismo popular en el que se había sostenido el club y que se ejemplifica en la decisión de que tan siquiera para asistir a una Junta como la que tuvo lugar el pasado miércoles, y que otrora eran auténticos ágoras del deportivismo, ahora será preciso tener o representar 1.500 acciones. Pero se inaugura una nueva etapa, la de la “deuda cero”. 

 

Así pagó el Deportivo su deuda

Te puede interesar