“No es que sea el mejor momento de Kuki, es que es el mejor momento para él porque está jugando. Si lo llego a poner hace ocho jornadas, sería su mejor momento también porque es que es muy bueno. Muchas de las cosas buenas que se hicieron en Córdoba pasaron por él. Con su pierna menos hábil casi nos da la tranquilidad con un gol, pero dio en el larguero. Es que es muy bueno, es un chico con el que he sido especialmente injusto, no quiero poner ningún paño caliente a esto”, manifestaba Óscar Cano sobre Kuki Zalazar el pasado 5 de mayo.
El delantero hispano-uruguayo venía de estrellar un balón en el larguero contra el Ceuta en Riazor (1-0) en un partido en el que disputó los últimos 14 minutos y de ser titular en Córdoba una semana después (0-0) en un duelo en el que arrancó muy activo, pero en el que se diluyó en la segunda parte.
El atacante nacido en Montevideo fichaba por el conjunto coruñés en la recta final del pasado mercado de verano, el 31 de agosto de 2022. Su incorporación generaba cierta ilusión por su pasado en Primera y Segunda División.
Dos partidos en la categoría de oro con el Real Valladolid, 28 en la de plata con la Ponferradina y un centenar en Segunda B traía en la mochila.
El jugador venía para completar la ofensiva blanquiazul, algo corta, y debutaba el 11 de septiembre en Mérida. Además, como titular. Pero fue el primer cambio de Borja Jiménez en aquel partido, que le sentó en el descanso.
Tras jugar los ‘minutos de la basura’ en sus cuatro participaciones siguientes, repitió titularidad en el 0-0 en Majadahonda que puso fin a la etapa del técnico abulense en el banquillo blanquiazul.
Si su protagonismo había sido bastante escaso con Borja Jiménez, directamente con Óscar Cano se vio obligado a ejercer un rol totalmente residual. Encadenó dieciocho suplencias consecutivas y en dichos encuentros, salvo en la derrota en el campo del Castilla, donde jugó 31 minutos, ni siquiera llegó a alcanzar la media hora.
Que si tres minutos contra el Sanse en Riazor, nueve frente al Córdoba también en el feudo herculino, siete en Ceuta, cinco en el estreno de Lucas Pérez en A Coruña contra el Unionistas, cuatro en Alcorcón, uno frente al Majadahonda en casa, también uno en Salamanca, dos ante el Racing de Ferrol... una falta de oportunidades que no le ayudó a coger ritmo ni confianza.
Ante la falta de minutos, el club le buscó una salida el pasado invierno, pero el atacante prefirió quedarse.
En su decimoctavo partido consecutivo como suplente, frente al Ceuta, entró al césped quedando catorce minutos. El Depor ganó 1-0 con un gol de Quiles, pero el hispano-uruguayo estrelló un balón en el larguero y completó varias acciones muy buenas.
Sus compañeros le abrazaron y Riazor le aplaudió.
En las jornadas 34, 35 y 36, Óscar Cano le incluyó en el once, llegando a marcar un gol en la derrota en Linares (3-2).
Marcó otra diana en la vuelta de la semifinal del playoff ante el Castellón (4-3).
Tiene un año más de contrato, pero queda por ver si el nuevo técnico cuenta con él.